Los y las jóvenes pueden acabar con los discursos de odio, pero para ello además de educarles tenemos que escucharles y crear espacios de participación para buscar las claves del cambio, tratando y conociendo los temas que más les preocupan respecto al odio que hay en las redes sociales. Solo así podrán convertirse en ciudadanos digitales empáticos y respetuosos.