El 14 de febrero se celebra el mundialmente conocido como Día de San Valentín, una jornada en la que el amor y los corazones inundan los comercios y las declaraciones de amor llenan las redes sociales. Especialmente en estos días no debemos olvidarnos que lo más importante es tener un amor sano y ‘querer bien’ a la otra persona.
Hoy queremos aprovechar este espacio para romper 7 mitos del amor romántico que están presentes en el imaginario colectivo y que la sociedad acepta como verdaderos a pesar de que suponen una simplificación y distorsión de la realidad. Es necesario cambiar esa percepción del amor que en muchas ocasiones tiene la sociedad ligada al dolor, a que solo estás completa si estás en pareja o a que los celos son una prueba de amor. Y nada más lejos de la realidad.
Los mitos románticos que siguen existiendo hacen posible la pervivencia de los pensamientos que ligan las relaciones afectivas con el control, los celos, los sacrificios extremos y el abandono del propio ser en manos del otro, una forma de amor tóxico del que debemos alejarnos.
Existen muchos mitos del amor románticos, pero hoy queremos acercarte 7 de los más populares y que debemos erradicar de nuestro imaginario, con el objetivo de forjar relaciones sanas de pareja y caminar hacia unas relaciones de amor más igualitarias.
El amor no duele ni hace daño. Hay que ser conscientes de que por amor no todo vale y que nunca debe ser una excusa válida para justificar conductas violentas o de control a nuestra pareja. Ninguna falta de respeto o comportamiento abusivo está justificado ni es aceptable.
Este es uno de los mitos más extendidos. Se basa en la creencia de que necesitamos encontrar a otra persona perfecta y compatible con nosotras y nosotros para sentirnos completos y completas. Déjame decirte que ya eres una persona totalmente completa y que no necesitas a nadie para que complemente ningún aspecto de tu vida. Hay que acabar con la idea de que sin pareja estamos incompletos o incompletas y no podemos ser totalmente felices.
Este mito hace referencia a la creencia de que sentir celos es una prueba de amor hacia nuestra pareja. Y nada más lejos de la realidad. Los celos solo son una muestra de inseguridad, sentimiento de inferioridad, control y desconfianza y hay que acabar con ellos. La sensación de celos solo causa dolor y sufrimiento y no es un síntoma de una relación sana. Hay que acabar con esta idea ya que pueden causar conductas muy controladoras y violentas. Quien te quiere bien confiará en tí y podréis vivir con un vínculo de seguridad, apoyo y confianza mutua.
La sociedad nos empuja desde bien pequeñas y pequeños a tener pareja. A quién no le han preguntado ‘¿Ya tienes novia?’ o ‘Ya vas teniendo edad para tener novio’. Es como un paso impuesto sin el cual es imposible alcanzar la meta de la felicidad. El cine, la literatura o la música siempre han potenciado la idea de que la única forma de ser felices y encontrar el bienestar es a través de las relaciones de pareja y hay que romper con esta idea. Hay que ser conscientes de que el amor puede manifestarse de muchas formas: el amor a nuestra familia, a nuestras amigas, a nuestras compañeras del trabajo y no ceñirse sólo al ‘amor romántico’. No olvides que la vida sin pareja también puede ser totalmente plena.
Absolutamente no. Como hemos comentado al principio el amor no valida ningún tipo de comportamiento ofensivo, violento o que nos dañe de alguna manera. Hay que tener en cuenta que no debemos renunciar nunca a la esencia de ser nosotros mismos como individuos, es decir que el hecho de estar en pareja no nos debe hacer perder nuestra identidad propia. Es importante pasar tiempo separados, disfrutando en compañía pero también rodeados de otras personas. El amor romántico nos pide exclusividad y este hecho puede ser muy dañino.
A este mito han contribuido mucho el cine y la literatura. Esa idea de que las mujeres debemos esperar a nuestro príncipe azul, esa persona perfecta que vendrá a rescatarnos de nuestra situación de infelicidad y soledad. Este mito puede hacer mucho daño y, especialmente las mujeres, debemos ser conscientes de que no necesitamos que nadie venga a salvarnos de nada. Además la idea de perfección ligada a la figura del príncipe azul genera mucha presión, inseguridades e insatisfacción en los hombres.
La idea del sufrimiento y llanto constante está muy presente en los mitos del amor romántico. Este es uno de los mitos que se ha instaurado de lleno en nuestra sociedad durante muchos años, aunque afortunadamente cada vez va perdiendo fuerza porque es sinónimo de amor tóxico. Durante mucho tiempo, se ha normalizado la idea de que el amor romántico implica sufrimiento y para nada tiene que ser así. El amor sano es todo menos dolor, sufrimiento, tristeza o llanto.