Un 90% de los y las adolescentes usa algún tipo de red social. Se constatan patrones de uso que perpetúan universos diferenciales entre ellos y ellas, según un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela. Los chicos tienen perfiles más dominantes y actúan con desconfianza, las chicas se presentan de forma sentimental y navegan con ciertos miedos, consolidándose los estereotipos de género.
Los estereotipos sobre ser hombre y ser mujer se perpetúan entre los y las adolescentes en las redes sociales al “fomentar los procesos de comunicación basados en estructuras de dominación machistas”. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un equipo de investigadores/as de la Universidad de Santiago de Compostela, tras la realización de una investigación sobre el uso que hacen los y las jóvenes de sus perfiles online.
Desde el estudio –llevado a cabo entre 634 jóvenes de Santiago de Compostela de entre 12 y 17 años- se hace hincapié en las maneras en las que las redes sociales influyen en las nuevas tendencias del machismo. A pesar de que el contexto pueda mostrar un machismo regresivo entre los y las jóvenes, las formas de comportamiento on line reproducen estructuras patriarcales e “incrementan las posibilidades de control de hombres sobre mujeres”.
Según se describe en el correogallego.es, el uso de redes diferenciado según el género perpetúa la representación de universos diferenciales en donde ser hombre es algo antagónico a ser mujer y viceversa. Así, el estudio revela que, mientras los chicos prefieren exhibir en sus redes sociales imágenes de futbolistas, videojuegos o coches, las chicas optan mayoritariamente por mostrar fotos románticas, familiares, personales o sobre la naturaleza. En lo referente a los posibles miedos que pueden infundir las redes sociales, los chicos alegan estar preocupados por la posibilidad de ser espiados, mientras que las chicas perciben peligros en el control de movimientos, los chantajes y la suplantación de identidad, elementos que intervienen directamente en la violencia machista.
A partir de estos datos, resulta palpable que, actualmente, las redes sociales tienen un gran papel socializador y que por ende, median en la construcción de las identidades de género. No obstante, desde el estudio se remarca la necesidad de no demonizar las redes sociales sino de visibilizar los usos no muy lícitos que se producen en edades tempranas, así como reflexionar sobre su utilización.