Los adolescentes que participan activamente y de forma continuada en asociaciones de cualquier tipo tienen menos riesgo de caer en conductas violentas o delictivas. Es el resultado que arroja la tesis doctoral de la psicóloga Andrea Ollero Muñoz de la Universidad de Valencia, quien realizó un estudio entre 822 jóvenes de entre 14 y 19 años escolarizados en centros de Secundaria.
Según sus conclusiones, pertenecer a una asociación es un factor de protección para el adolescente e incluso mejora la percepción que el joven tiene sobre sí mismo y en relación con la familia, los amigos y su aspecto físico, según informa El Mercantil Valenciano.
El estudio se refiere a violencia en el ámbito escolar, como peleas o absentismo, y a otras conductas conflictivas, como el vandalismo. Y en cuanto a las asociaciones se incluye cualesquiera que sean, desde las juveniles hasta aquellas en las que ellos conviven con socios de mayor edad.
Además, la autora del trabajo contempló aquellas entidades que nacieron tras el 15M, un movimiento que permitió reforzar vínculos y compromiso social con las personas más vulnerables afectadas por la crisis.
Andrea Ollero coincide con otros expertos en que la adolescencia “no debe concebirse como un periodo tormentoso”, sino como “una etapa de aprendizaje y de oportunidades en la que ellos desarrollan valores como la iniciativa, la responsabilidad, la creatividad y la participación en los asuntos públicos”.
“Los jóvenes han de ser protagonistas de sus propias decisiones y la de participar en un grupo asociativo les garantizará un desarrollo juvenil positivo”, asegura Andrea Ollero. “Si hubiera que resumirlo en algo parecido a una fórmula matemática, sería la de asociación+participación=desarrollo juvenil, concluye.