La violencia de género en las parejas: una realidad intergeneracional

Las cifras sobre la violencia de género en parejas jóvenes cada vez alertan más de un problema que las sociedades deben abordar con urgencia y de manera eficaz.  En este sentido, las agresiones y actos violentos denunciados por las adolescentes no han parado de crecer en los últimos años. Según el INE, en el año 2013, el número de chicas adolescentes que habían denunciado haber sufrido violencia por parte de sus novios o ex novios era de 499; una cifra que ha aumentado hasta 637 en el año 2015, según se informa desde la web de AmecoPress

Sobre esto, la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR), una de las organizaciones que más recursos dedica al acompañamiento de menores en este tipo de coyunturas, afirma haber atendido en el último año 453 llamadas de adolescentes que sufren violencia de género. Según Diana Díaz -psicóloga y subdirectora del teléfono de ANAR-, la franja de edad más frecuente es la comprendida entre los 16 y los 17 años, la cual representa el 63,6% de todos los casos atendidos.

Sobre los tipos de violencia que más se denuncian a través del teléfono de ANAR, cabe destacar que el94% de las adolescentes que llaman, afirman sufrir violencia psicológica, en la que predominan las agresiones verbales y los comportamientos de control y posesión. No obstante, según detalla Diana Díaz, en la gran mayoría de los casos que se atienden, se suelen describir y manifestar más de un tipo de violencia. Es por ello que resulta fundamental trabajar en el apoyo emocional, así como hacer esfuerzos para que las adolescentes comprendan el ciclo de la violencia, entendiendo que éste sólo puede tener cabida si está inserto en relaciones de poder.

De la misma forma, para trabajar estas cuestiones resulta necesario utilizar los entornos digitales y las herramientas de comunicación empleadas a menudo por los y las jóvenes, donde destacan las redes sociales.

Consecuentemente, parece vital que desde todos los ámbitos sociales se realicen esfuerzos por erradicar la violencia de género desde una óptica integral, que trabaje todos los componentes sociales y personales que median en ésta realidad social, capaz de atravesar a todas las edades, clases y grupos sociales.