Barcelona pretende implantar un nuevo modelo de formación para los jóvenes que no obtengan el certificado de ESO. El Ayuntamiento quiere trabajar con entidades sociales, administración educativa y laboral en la creación de Escuelas de Nuevas Oportunidades. El objetivo es lograr que, más allá de la instrucción en el oficio, los jóvenes tengan “una atención y una formación más global, con acompañamiento emocional”.
Las Escuelas de Nuevas Oportunidades quieren “facilitar” una educación para los jóvenes que han abandonado prematuramente sus estudios obligatorios y que se encuentran en situación de vulnerabilidad social y personal, sin oportunidades académicas ni profesionales. Esta propuesta se enmarca en una de las líneas estratégicas aprobadas en mayo de 2016 para lograr que la educación sea un derecho para todos.
En una primera fase de la implantación de estas escuelas, el Consistorio ha creado una mesa de trabajo con las entidades que gestionan los centros de formación para debatir cómo se puede implantar el modelo, un instrumento “clave para avanzar en la equidad educativa y la mejora de las oportunidades de los jóvenes”, destacan fuentes municipales.
Según el Ayuntamiento, el consenso entre todas las personas participantes es “claro en muchos aspectos”, especialmente en aquellos que hacen referencia a que la persona debe ser “el centro de la acción” y que debe situarse en itinerarios largos donde se pueda formar y trabajar no sólo en competencias profesionalizadoras sino también personales y emocionales.
Los programas de nuevas oportunidades son un recurso socioeducativo que se ampara en las iniciativas nacidas hace dos décadas en Francia por generar igualdad de oportunidades y ofrecer a los jóvenes opciones de futuro.