*Adrián Flores Sornosa
El 15 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Rurales como forma de reconocer el papel que tienen estas en el desarrollo rural, como agente activo para la seguridad, la convivencia y la paz en las comunidades. En este día, desde Fad Juventud queremos reivindicar la importancia de la labor de las mujeres en el mundo rural para su existencia.
En el Cantón de Pajales, en Santa Tecla (El Salvador) nos reciben las mujeres que participan en una de las intervenciones que tenemos en marcha, donde Dora, Norma Lizbert, Carlita e Itziar Guadalupe nos cuentan cómo es la vida en el mundo rural y lo más importante, cómo es vivirla siendo mujer. Todo comienza con las dificultades para entrar y salir del territorio ante la inacción de las instituciones, con unas carreteras no aptas para todos los transportes, donde no hay forma de desplazarse a no ser que sea con transporte privado o pagando una alta suma de dinero para que te lleven a la carretera más cercana como ya nos dice Itziar Guadalupe:
Esta mala comunicación les dificulta desarrollar su formación, la cual únicamente está cubierta hasta noveno grado en el pequeño Centro Escolar que funciona gracias al compromiso de su profesorado. Así, muchas de ellas se ven abocadas a perpetuar las dinámicas sociales instauradas en el espacio rural como son encontrar pareja a temprana edad, puesto que las familias no permiten a las jóvenes salir de las comunidades para estudiar, sólo salen ellos, los varones, los cabeza del hogar, Norma nos llega a decir:
Hay otros elementos que estas mujeres participantes del proyecto también reclaman como luchas propias, como poseedoras de sus Derechos y su disfrute, como es la disponibilidad de agua, electricidad o el uso del territorio, el cual se ve en peligro ante su degradación o transformación en parques de placas solares. Unas reivindicaciones que se unen a la lucha por la eliminación de todas las formas de violencia en el mundo rural, desde las directas, la violencia física; a las simbólicas, como las mencionadas de encontrar pareja pronto para tener hijos o el menosprecio a su capacidad de trabajo; e influir en la mejora de la vida de las personas de la comunidad.
Porque ellas son conocedoras de su potencial. Se organizan, se forman, piden, demandan a las instituciones, a los políticos, a las entidades, para mejorar el acceso a la comunidad y su seguridad, para iluminar y reformar las calles y carreteras para hacerlas más seguras para las mujeres, para que los hombres entiendan y respeten, que su cuerpo-territorio y proyecto de vida, son suyos y pueden hacer con ellos lo que deseen. Estas mujeres se han organizado bajo la asociación “La Bendición de Dios” para elaborar planes de acción comunitarios que mejoren la comunidad rural, con especial atención a las necesidades de las mujeres, infancia y adolescencia.
Por eso, desde Fad Juventud promovemos el papel que desempeñan las mujeres en la mejora de condiciones y proyectos de vida en igualdad en el mundo rural libre de violencias, mediante el proyecto “Contribuir al derecho a una vida libre de violencias de mujeres jóvenes y adultas, en especial situación de vulnerabilidad, para el fortalecimiento de su autonomía socioeconómica desde un abordaje psicosocial, en el municipio de Santa Tecla” financiado por la Generalitat Valenciana.
*Adrián Flores Sornosa es técnico de Fad Juventud en la Comunitat Valenciana, trabaja coordinando proyectos para una juventud transformadora protagonista de su realidad.