Pese a que han pasado casi seis años desde el inicio de la primavera árabe, muchos de los problemas que se hicieron visibles durante las protestas siguen sin tener una solución. En este contexto, no hay que olvidar que el desempleo juvenil fue un elemento clave en la erupción de las revueltas populares.
Actualmente, el mundo árabe sigue manteniendo una estructura socio-económica similar a la de entonces, donde el desempleo y la falta de oportunidades económicas siguen rigiendo la cotidianidad de los y las jóvenes. De acuerdo con el Banco Mundial, en las regiones de Oriente Medio y el Norte de África las tasas de desempleo juvenil no han parado de crecer desde 2012, especialmente para lasmujeres jóvenes. De esta manera, y para evitar que el desempleo siga aumentando, las proyecciones de la organización estiman que hacen falta -al menos- 100 millones de empleos nuevos para 2020.
En este sentido, según una encuesta realizada por PSB a 3.500 jóvenes árabes de 18 a 24 años, el 24% de éstos y éstas perciben el desempleo juvenil como un factor clave en el crecimiento del radicalismo en la región. La necesidad de realizar planes estratégicos que palien esta situación es evidente. Por su parte, 4 de cada 5 jóvenes rechazan los planteamientos políticos y religiosos radicales, y confían en que la comunidad internacional les ayudará a encaminar –de manera sostenible- sus trayectorias vitales.
Asimismo, de la encuesta emana un cierto optimismo relacionado con el emprendimiento juvenil, ya que dos de cada cinco jóvenes planean abrir su propio negocio en los próximos cinco años. En este sentido, es palpable que el emprendimiento juvenil y su fomento desde las administraciones públicas, es uno de los elementos fundamentales para la mejora de las situaciones políticas y económicas.
Un ejemplo de ello, es el programa Youth Businees Jordan (YBJ) que, aplicado en Jordania, buscaayudar a los y las jóvenes de entre 18 a 35 años a que lleven a cabo sus ideas de negocio, a través de la concienciación del autoempleo como alternativa real. Así, desde el programa se considera que el emprendimiento juvenil es vital para el país (de 6.321.000 habitantes, 1.250.000 son jóvenes de 18 a 35 años). YBJ estima que atrayendo sólo al 5% de los y las jóvenes, y considerando que cada idea empresarial empleará a dos personas, es posible que el programa ayude a crear más 6.000 puestos de trabajo en el país.
Por todo ello resulta necesario cimientar en la región una amplia red que interconecte a las diferentes organizaciones que trabajan por la empleabilidad y el emprendimiento juvenil, construyendo con ello una comunidad más fuerte, inclusiva y sostenible.