
Hemos ganado un mundial. Otro. Hemos hecho historia. Otra vez. Pero, además, este mundial de Australia y Nueva Zelanda de 2023, nos ha servido no solo para vanagloriarnos de un éxito deportivo, sino que es un hito histórico para la historia de las mujeres, además de una oportunidad para construir referentes simbólicos para las niñas que quieran jugar al fútbol, porque hasta ahora no los han tenido, porque hasta ahora no han salido a jugar como ellas quieren jugar.