(Sevilla, 15 de octubre de 2019).– La promoción de la paz y la justicia, la reducción de las desigualdades, el fin de la pobreza o la igualdad de género son algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que visibilizan los seis cortometrajes realizados por jóvenes andaluces y presentados ayer por la tarde en el V Festival Juvenil de Cortometrajes Solidarios “Un Spot para decir Stop”.
El V Festival Juvenil de Cortometrajes Solidarios “Un Spot para decir Stop”, iniciativa de Fad realizada gracias a la financiación de AACID Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo, tuvo lugar en el teatro municipal de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) y contó con la presencia de los concejales de esta localidad de Educación, Infancia, Innovación y Nuevas Tecnologías, Amparo López Castellanos, y de Cultura, Turismo, Igualdad y Asuntos Sociales, Juan Salado Ríos. También acudieron la alcaldesa de Alanís (Sevilla), Eva Ruíz Peña, y la delegada de Bienestar Social del Ayuntamiento de Morón de la Frontera (Sevilla), Xiomara Romero. Por parte de Fad, asistieron el subdirector de Cooperación para el Desarrollo, Gerardo Lerma, y el delegado en Andalucía, Alfonso Borrego.
Los seis cortometrajes han sido realizados por grupos de escolares con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años quienes, además, recibieron una formación en mediación entre iguales que les ha permitido realizar sesiones de sensibilización a través de la proyección y análisis de los vídeos en distintos centros educativos de su localidad. Todo ello, con el objetivo de empoderar a los y las adolescentes como mediadores entre iguales para fortalecer su comprensión global sobre los Derechos Humanos, la Ciudadanía Global y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El cortometraje ganador fue: “Dos direcciones” realizado por alumnos y alumnas del IES Bellavista (Sevilla).
Amira es una chica iraní que viene a estudiar a España. En su clase algunos compañeros y compañeras la insultan y desprecian, mientras que el resto observa lo que ocurre sin reaccionar. Esto le afecta a su vida y su rendimiento académico. La chica no aguanta la situación y se marcha de regreso a su país. A continuación la historia retrocede hasta el momento en el que la están insultando, pero esta vez un compañero decide ayudarla. A partir de entonces las cosas cambian y empiezan a ir bien para Amira, quien aprueba sus estudios y se integra en el grupo de amigos y amigas. La intervención de su compañero ha cambiado su presente.
Y, resultaron finalistas:
“Ponte en su lugar” del Colegio Sagrado Corazón de Jesús, de Ubrique (Sevilla).
Una tarde, Carlos ve una fotografía de su novia con un amigo, y la llama para decirle que no le parece bien, a lo que ella responde que es un amigo, que no está haciendo nada malo y que debería “ponerse en su lugar”. Carlos se duerme y al despertar, se da cuenta de que está en el cuerpo de una chica. Solo entonces, empieza a entender las distintas discriminaciones que pueden sentir las mujeres por razón de género: en casa es obligada a recoger la mesa, mientras su hermano hace nada; su novio la increpa por hablar con otro chico… Carlos se despierta y se ha cuenta de que todo ha sido un sueño pero, desde ese momento, decide dejar atrás actitudes machistas y sumarse a la causa de la igualdad de género.
“Risas…” de alumnos y alumnas de varios centros educativos coordinados por el Ayuntamiento de Morón de la Frontera.
Un grupo de jóvenes está tomando algo en un bar. Durante todo el cortometraje, cuentan chistes con cortes machistas, racistas o simplemente banalizando algún problema social. Frente a estos chistes, aparecen imágenes que narran la historia de la camarera que les atiende, una chica a la que venden en su país para traerla aquí y ser prostituida. Todo ello, para recordar que la vulneración de los Derechos Humanos, en general, y las mafias de trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, en concreto, ni son un chiste, ni son problemas que desaparezcan si los banalizamos.
“La balanza”, realizado por alumnos y alumnas del CEIP Cecilio Fuentes de la Fuente de Alanís de la Sierra.
El corto muestra la vida cotidiana de dos chicas: una de ellas con dificultades para hacer amigos y amigas, la otra con carencia de recursos económicos. Entonces, las protagonistas se dan cuenta de que, si la primera comparte su comida con la segunda y esta, por su parte, invita a su compañera a integrarse en su grupo de amistades, ambas pueden ayudarse mutuamente de manera que se equilibre la balanza de las necesidades y el bienestar de las dos. Todas las personas podemos aportar algo a las demás.
“La vuelta a la vida” del IES San José de Coria del Río.
Mohamed está durmiendo en el mismo banco de la calle en el que, a diario, pide para comer. Un grupo de chicas se queda indiferente y se sienta en un bar cercano. Desde ahí ven como un hombre que pasa junto a Mohamed le agrede increpándole y tirándole basura con una patada. Las chicas deciden ayudar al protagonista. Escuchan su historia, cómo la vida lo ha llevado hasta allí, y deciden llevarlo a conocer una ONG que puede proporcionarle ayuda. Allí Mohamed empieza a colaborar y a sentirse útil de nuevo. Un día, Mohamed ve como un hombre con muletas cae al suelo y corre a ayudarlo. Era el mismo hombre que le había despreciado e insultado al principio de la historia.
“Amor enmascarado”, realizado por el grupo juvenil Los Odieleros, Fundación Diagrama y Ayuntamiento de Huelva.
Todos y todas contra la homofobia. La historia comienza con dos hombres que se enamoran. En el trabajo algunas personas los insultan, agreden, y discriminan por su orientación sexual. Ninguno de sus compañeros hace nada. Un día, uno de ellos no puede aguantar la situación e intenta suicidarse. Una vez recuperado, y de nuevo en su trabajo, los acosadores quieren volver a increpar a la pareja, pero esta vez sus compañeros estarán ahí para defender sus derechos y harán frente a los acosadores, quienes al final comprenderán que el camino del odio no les lleva a ninguna parte.
Más de diez años promoviendo actitudes solidarias en la juventud
“Un Spot para decir Stop” es una iniciativa de Fad realizada gracias a la financiación de AACID Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo que se puso en marcha en 2008 y que este año celebra su quinta edición. A lo largo de ellas, han participado en sus actividades de sensibilización un total de 6.800 chicos y chicas de más de 60 centros educativos. Todos los cortometrajes realizados en el marco de este proyecto cuentan ya con más de 150.000 visualizaciones en el canal en Youtube de Fad y han sido recogidos en una serie de DVD + guías didácticas con más de 1.500 ejemplares distribuidos.
Dada la buena acogida que el proyecto “Un Spot para decir Stop” ha recibido en Andalucía, la iniciativa se replicó este año en la Comunidad de Madrid, gracias a la financiación del Ayuntamiento de Madrid, y en la Comunidad Valenciana, gracias a la financiación de la Generalitat Valenciana.