(Madrid, 27 de octubre de 2020).- Fad y Maldita.es -gracias al apoyo de Google.org- lanzan “No more haters. ¡Rompe la cadena del odio!”, un proyecto para analizar y prevenir el discurso de odio en redes entre adolescentes y jóvenes españoles de 14 a 29 años.
El proyecto contempla la realización de una investigación sociológica para conocer las actitudes y posturas de los y las jóvenes sobre los discursos de odio en la red, dado que es una población con un uso de Internet y redes sociales muy elevado, al tiempo que representa un perfil de usuarios y usuarias especialmente vulnerables.
También está prevista la puesta en marcha de una campaña de sensibilización en redes para jóvenes; una guía para que los y las docentes puedan trabajar estos temas en el aula; y el diseño de una app bilingüe, que incidan en el trabajo, la reflexión y la prevención de manifestaciones de odio e intolerancia entre adolescentes y jóvenes de 14 a 29 años. Fundamentalmente, para que sean sujetos activos en la búsqueda de soluciones y en el combate frente al odio; promoviendo procesos que faciliten identificar los discursos de odio, superar prejuicios y estereotipos, fomentar el diálogo intercultural, y dando herramientas de juicio crítico para las interacciones online.
Para la directora general de Fad, Beatriz Martín Padura: “Uno de los grandes problemas con respecto al discurso del odio es que muchos y muchas jóvenes no saben identificarlo. Puede que no sean conscientes de que compartiendo un meme que estigmatiza a un colectivo, por ejemplo, están contribuyendo a ese discurso del odio. Es importante que les formemos para identificarlo y combatirlo porque conviven con esta manifestaciones de odio todos los días”.
Por su parte, la cofundadora de Maldita.es, Clara Jiménez Cruz ha señalado: “La desinformación impulsa de forma muy peligrosa los mensajes de odio y ha encontrado en las redes sociales el canal ideal para llegar a los más jóvenes. Este tipo de mensajes son contrarios a una educación plural, diversa y basada en el respeto que debemos conseguir como sociedad. Con este proyecto esperamos que jóvenes y adolescentes desarrollen un espíritu crítico y sepan identificar este tipo de contenidos“.
La tecnología ha penetrado en las relaciones sociales de manera innegable, y el acceso a la red resulta tan esencial como irrenunciable es el derecho a la libertad de expresión.
Sin embargo, aprovechando como parapetos el anonimato o determinados vacíos legales, el espacio online también se ha convertido en escenario de discriminación y acoso. Y aunque a nivel global resulta muy complejo cuantificar la magnitud del discurso de odio online puesto que no existen mecanismos generalizados y estandarizados de detección, lo que parece claro es que es un fenómeno creciente.
En España, los datos del Ministerio del Interior muestran que en los últimos años se ha generado una evolución anual ascendente en el número de hechos conocidos de delitos de odio, incluyendo el discurso de odio en la red. En 2017, el número de hechos conocidos de discurso de odio se situaba en 1.419; este número crece un 12,6% hasta llegar a 1.598 en 2018 y en 2019 se alcanzan los 1.706 casos, con un incremento del 6,8%.
Este último año, la mayor parte de incidentes tienen un origen ideológico (34,9%); seguido de hechos vinculados al racismo y la xenofobia (30,2%), seguido de la orientación sexual o la identidad de género (16,3%). En menor medida, menos del 4,5%, se producen delitos de discriminación por sexo o género, asociados a creencias religiosas, discapacidad, por razón de enfermedad, aporofobia, antigitanismo o antisemitismo. Teniendo en cuenta la tipología delictiva, la mayor parte se debe a amenazas (20,5%).
Por otra parte, en un estudio desarrollado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad, basado en una encuesta a 1.400 jóvenes entre 14 y 24 años, un 34% afirma haber sufrido algún tipo de maltrato por Internet o redes sociales (“bromas personales que no gustan, actos de exclusión, insultos, amenazas…”), un 9,2% reconoce haber sido él o ella la persona que ha ejercido tal tipo de maltrato, y un nada desdeñable 38,1% señala haber visto, en el último año, “páginas donde la gente publica mensajes que atacan a ciertos individuos o colectivos”.
Por otro lado, los riesgos que más menciona la población joven a los que se siente expuesta en la red tienen que ver con “la difusión de fotos o vídeos comprometidos” (señalado en primer lugar por el 33,5%) y “dar demasiada información sobre ellos/as mismos/as a gente que no conocen” (32,7%). A más distancia están “ser acosado/a u hostigado/a con el fin de obtener concesiones sexuales” (12,5%), “que los datos que suben a la red les perjudiquen en el futuro” (10,1%) y “ser perseguido/a por sus opiniones, actitudes o comportamientos (ciberacoso)” (7,6%).