Madrid, 20/05/2021. La igualdad de género en la sociedad sigue siendo una asignatura pendiente en España según la percepción de más de la mitad de los y las jóvenes (56%) que percibe que la desigualdad entre sexos sigue siendo “grande” o “muy grande” en toda la población. Ésta es una de las principales conclusiones del estudio “Género, Vivencias y Percepciones sobre la Salud”, realizado por la Fundación Mutua Madrileña y Fad, a través del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud.
“Género, Vivencias y Percepciones sobre la Salud” es un estudio sociológico de investigación sobre percepciones, vivencias y conductas que reflejan el estado de salud, bienestar y malestar de la población joven, sin pretender desvelar y definir diagnósticos médicos, psicológicos o psiquiátricos. Se llevó a cabo en julio de 2020 con una muestra de 1.200 personas de entre 18 y 29 años.
Son más las mujeres las que consideran que la brecha es grande o muy grande (66,9%, frente al 44,7% de los hombres). Además, a medida que aumenta el nivel de estudios la conciencia de desigualdad se agrava. Acotado solo a la desigualdad entre el colectivo juvenil, el porcentaje que percibe ésta como grande o muy grande se reduce ligeramente hasta el 44% con un patrón diferenciador por género similar.
El sentimiento de discriminación personal en base al propio género no es muy alto, si bien presenta importantes diferencias entre hombres y mujeres. De nuevo ellas se sienten más discriminadas en todos los indicadores que se les presentan, siendo especialmente relevante su percepción de la falta de derechos y libertades y la mayor responsabilidad que sienten en las cargas familiares. Por grupos de edad, son las mujeres de entre 20 y 24 años las que tienen una mayor sensación de desigualdad. Ellas además destacan mayoritariamente que el hecho de ser mujer les expone a situaciones de violencia.
Por su parte, los hombres señalan en mayor medida que ellas que se exagera con respecto a la discriminación de género, pero también están de acuerdo, mayoritariamente, con que ser hombre les hace más fácil triunfar en la vida.
Esta percepción de desigualdad también se traslada a la salud, pues aunque una amplia mayoría de los y las jóvenes considera que su estado de salud es bueno o muy bueno (72,3%), la percepción negativa de la salud es más acusada entre las mujeres. Ellas, especialmente entre los 25 y los 29 años, creen que su salud es peor porque tienen más cargas y responsabilidades. Es decir, valoran más la explicación social, o la que tiene que ver con los autocuidados, que la biológica.
Un aspecto especialmente preocupante del estudio es el agravamiento en el último año de las experiencias de violencia o acoso en la pareja, que afectan a más de 3 de cada 5 jóvenes. Principalmente, han crecido significativamente las prácticas de control personal de la actividad (del 14,2 al 25,7%) y del teléfono móvil (del 16% al 24,2%), así como decidir con quién puede hablar la pareja (del 12,2% al 16,1%) o impedir ver a los amigos/as (del 11,2% al 14,2%).
Todas las experiencias son más frecuentes entre las mujeres y destaca el hecho de que un 15,6% de ellas confiesen haber sentido miedo en relaciones de pareja. El patrón de desigualdad de género en la vivencia de experiencias de violencia y acoso es enormemente transversal entre diferentes niveles de estudios y socioeconómicos.
El estudio permite también extraer conclusiones sobre cómo el confinamiento de la primavera de 2020 ha cambiado la percepción de la juventud española. En ese momento, y comparado con 2019, los jóvenes se sentían menos solos que el año anterior (un 30% no se ha sentido solo frente al 15% del año anterior), pero se había disparado su estrés o ansiedad.
Tras el confinamiento, en el mes de julio, se observa un aumento considerable de las sensaciones negativas, destacando la incertidumbre (28,9%, y 1,7 puntos más que en el mes de marzo), la ansiedad (22,6%, y 10,5 puntos de crecimiento en pocos meses) y el desánimo (19,5%, 9,6 puntos más).
La convivencia forzada y la imposibilidad de relacionarse de manera presencial redujo la satisfacción de los jóvenes con sus relaciones interpersonales, que, en una escala de 0 a 10, bajan 7 puntos entre 2019 y 2020.
Con todo, es reseñable que la esperanza en el futuro se mantiene prácticamente estable, en torno al 30%, y que emociones como la felicidad incluso han aumentado ligeramente (24,2%, 1,4 puntos).
Los y las jóvenes españoles siguen confiando en que la situación general con respecto a su economía, trabajo o vida en general mejorará en el futuro y 3 de cada 5 cree que en unos años su situación evolucionará a mejor. Este optimismo es mayor en las mujeres y desciende en ambos sexos conforme aumenta la edad, alcanzando las cotas más bajas entre los 25 y 29 años.