(Madrid, 11 de marzo de 2019).- El origen étnico o racial (55%) y la condición de género (53,7%) son, para las y los jóvenes, las principales causas de discriminación en España. Concretamente, la percepción de discriminación por género está significativamente más presente en ellas que en ellos: 61,1% chicas vs. 45,8% chicos, 15,3 puntos porcentuales de diferencia. Son datos del “Barómetro Juvenil 2019. Discriminación y tolerancia hacia la diversidad”.
La discriminación por orientación sexual es reconocida por el 38% de las y los jóvenes, la discriminación por aspecto físico por el 36,9% y la discriminación por nacionalidad por el 26,4%. Otros motivos como las opiniones políticas, la discapacidad o la religión tienen menciones por debajo del 20%. Y solo un 12,4% considera que en España se discrimina por “ser joven”.
El Barómetro Juvenil del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud se realiza con una periodicidad bianual y recoge las percepciones y opiniones de las personas jóvenes de 15 a 29 años sobre diferentes ámbitos de socialización y desarrollo personal. Se construye conforme a los resultados de un panel online a más de 1200 jóvenes representativos de todo el territorio nacional.
PERCEPCIÓN DE ESFUERZOS EN CONTRA DE LA DISCRIMINACIÓN EN ESPAÑA
6 de cada 10 jóvenes opinan que, en España, no se realizan los esfuerzos suficientes para luchar contra la discriminación. Un 12,2% considera que “no se hace nada en absoluto” y un 47,1% que cree que “más bien no se hacen esfuerzos suficientes”.
La percepción más negativa sobre los esfuerzos realizados en la lucha contra la discriminación viene fundamentalmente de la mano de las mujeres quienes, en su mayoría (52,9%), consideran que “más bien no” se realizan; mientras que ellos son quienes en mayor medida opinan que los esfuerzos son suficientes “sí, completamente” (10,3%).
Las y los jóvenes con nacionalidad española de nacimiento son significativamente más críticos a la hora de evaluar los esfuerzos de lucha contra la discriminación que quienes tienen la nacionalidad adquirida o son de otra nacionalidad. En este sentido, el 50,3% de las personas españolas de nacimiento consideran que no se realizan los esfuerzos necesarios frente al 44,4% de quienes tienen la nacionalidad española adquirida o el 36,8% de quienes tienen otra nacionalidad.
Pese a que existe una concepción fundamentalmente pesimista sobre los esfuerzos que se realizan, desde 2017 las posiciones más negativas han perdido peso a favor de aquellas que conciben que los esfuerzos empleados con suficientes. El “Más bien sí” sube casi diez puntos porcentuales (pasando de 20,1% en 2017 a 29,5% en 2019) y el “Sí, completamente” pasa del 1’6% de adscritos y adscritas en 2017 al 7% en 2019.
TOLERANCIA A LA DIVERSIDAD
El grado de tolerancia hacia la diversidad puede analizarse a partir de la percepción que suscita el supuesto de convivencia en vecindad con diferentes colectivos. Las respuestas se ubican dentro de la escala entre 0 (“no me incomodaría en absoluto”) y 10 (“me incomodaría totalmente”) ante la pregunta ¿hasta qué punto te incomodaría tener como vecinos a…?. A pesar de que las tendencias entre hombres y mujeres son muy similares, ellos muestran un mayor grado de incomodidad en todos los supuestos planteados.
La cuestión de la etnia es la que menos aceptación suscita entre los y las jóvenes. El supuesto de compartir vecindad con personas de minorías étnicas (población gitana, árabe, etc.) es el supuesto que genera menor aceptación entre los y las jóvenes: un 18,2% siente una incomodidad media ante esta tesitura y un 12,7% una alta incomodidad.