En las drogas, todo somos responsables
Publicitarios, padres/madres, educadores, medios de comunicación, músicos, deportistas… La sociedad en general tiene una influencia clara en los valores que un niño interioriza en los primeros años de la socialización. Unos valores que serán decisivos para que, cuando los niños se enfrente a riesgos sociales, como el consumos de drogas, pueda abordarlos con la suficiente preparación.
En el spot publicitario, se observa un bautizo de un niño, en el que, en el momento del ritual, el sacerdote llama a acercarse a la pila bautismal a los padres de la criatura y a sus padrinos. Después, llama a sus amigos, a sus profesores, a sus artistas favoritos, a los creativos de los anuncios que el niño verá de mayor, a los editores de revistas, etc. Al final del spot, una voz en off narra que en el consumo de drogas, todos somos responsables.
Las tres gráficas de la campaña pretenden mostrar el poder de la educación. En una de ellas, por ejemplo, se puede leer: “Si tienes el poder de hacerles creer que el cuadro de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadros de los catetos imagínate el poder que tienes”. En otra gráfica pone: “Si tienes que el poder de hacerles creer que si no se duerme, vendrá un señor que con un saco que se llama Coco y te llevará, imagínate el poder que tienes”.
La idea de la campaña es que todos tomemos conciencia de la influencia y la responsabilidad que tenemos en la formación de los niños y que, si un niño llegara a consumir de mayor, todas sus referencias e influencias seríamos los culpables de su decisión. Concienciar en las responsabilidad es la manera con al que la Fad pretende que nadie se desentienda de un asunto tan importante como es la prevención de drogas. La meta final es que todos nos involucremos en esta tarea.
Agencia: Contrapunto
Publico objetivo: Sociedad en general
Comentario: Publicitarios, padres/madres, educadores, medios de comunicación, músicos, deportistas… La sociedad en general tiene una influencia clara en los valores que un niño interioriza en los primeros años de la socialización. Unos valores que serán decisivos para que, cuando se enfrente a riesgos sociales como los consumos de drogas, pueda abordarlos con la suficiente preparación.