NombreCannabis
Conocida comoPorros, canutos, petardos, petas, maría, chocolate
FamiliaDepresor / Psicofármacos
FórmulaDepresor-Perturbardor
OrigenLos cannabinoides son compuestos derivados de la planta denominada Cannabis sativa, que se cultiva prácticamente en todo el mundo. Se ha cultivado durante siglos tanto por la utilidad de la fibra de cáñamo como por sus propiedades psicoactivas y su supuesta utilidad clínica.
PresentaciónPara su consumo se suele presentar de tres formas: “marihuana o hierba” preparada a partir de las hojas secas, flores y pequeños tallos de la Cannabis sativa; “hashish o hash”, que se elabora prensando la resina de la planta hembra, dando lugar a un bloque de color marrón. Su contenido de THC (hasta un 20%) es superior al de la marihuana (del 5 al 10%), por lo que su toxicidad es potencialmente mayor.
Por último, existe un concentrado líquido conocido como “aceite de cannabis o aceite de hachis” que se obtiene mezclando la resina con algún disolvente como acetona, alcohol o gasolina, el cual se evapora en parte, dando lugar a una mixtura viscosa cuyas proporciones de THC son muy elevadas (hasta un 85%).
AdministraciónFumada. Se mezcla con tabaco y se lía en cigarrillos.Oral: en infusiones, tortillas y repostería.
HistoriaSe ha cultivado durante siglos tanto por la fibra del cáñamo como por sus propiedades psicoactivas y su supuesta utilidad clínica.La referencia más antigua procede de China y data del año 2737 a.c. Se recomendaba su uso para afecciones tan diversas como reumatismo, malaria, beri-beri, insomnio, trastornos oculares, menstruación, etc.

Su empleo también es milenario en la India donde se creía que agilizaba la mente, favorecía la longevidad y potenciaba los deseos sexuales.

Al igual que otras muchas sustancias, su uso se relacionó largo tiempo con las ceremonias religiosas y la meditación; las referencias al respecto son numerosas en religiones como la védica, brahmánica o budista.

En Occidente, su empleo se fue restringiendo hasta quedar prácticamente en manos de los brujos; a mediados del siglo pasado la utilización de cannabinoides no era relevante, pues se ceñía a determinados grupos de artistas (clubs des hachischins). Sin embargo, en los años 60, con el auge del movimiento hippie, su consumo se popularizó por América y Europa convirtiéndose en la sustancia ilegal que goza de mayor aceptación social.

Uso terapéuticoEn nuestro país no está permitido el uso terapéutico del cannabis. Algunos estudios muestran el beneficio de su utilización en dolencias determinadas (cáncer, SIDA, esclerosis múltiple…) ya que aunque no cura estas dolencias sí que puede aliviar algunos de sus síntomas: mejora el apetito, disminuye las nauseas, los vómitos, las convulsiones y el dolor…) por lo que en la actualidad hay profesionales que apoyan su utilización bajo control médico y farmacéutico.
Tendencias de ConsumoLos derivados del cannabis son las sustancias ilegales más consumidas en España, especialmente por la población juvenil. Las estadísticas muestran lo siguiente:
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  • un 24,4% de los españoles de entre 15-64 años reconoce haberla probado alguna vez; un 9,9% lo hizo en el último año, un 6,5 % en el último mes y un 1,6% reconoce haberlo consumido diariamente durante los últimos doce meses.
  • Entre 1995 y 2001 se observa un aumento importante del consumo del cannabis, sobre todo de forma reciente, los últimos 30 días. Este aumento se debe sobre todo a la población joven de 15-34 años, mayormente a los varones, siendo igualitaria a las mujeres cuando el consumo es diario. La edad media de inicio en el 2001 es de 18,4 años, por lo que prácticamente se mantiene con respecto al 1999.
    el cannabis es la sustancia ilegal más consumida entre los estudiantes: un 36,9% la han probado y un 22% la consumen habitualmente.
  • La principal razón del consumo es la curiosidad, seguida de la diversión y el sentir nuevas sensaciones. Un 46,4% de los consumidores de estas edades afirma haber sufrido problemas asociados al consumo: pérdida de memoria, tristeza, apatía, etc.El cannabis es la sustancia cuya continuidad de consumo aparece en el 59,6% de los casos encuestados, entre otras razones, por que el riesgo que se asocia a esta sustancia es bajo, es más, ha aumentado la percepción del riesgo en varios consumos, excepto con el cannabis. La prevalencia del consumo de cannabis entre estudiantes de 14-18 años en 2002, es de 22%.
  • En cuanto a la evolución de la edades medias de inicio al consumo de drogas de los estudiantes de 14 a 18 años en España del 2000 al 2002, la edad de inicio del consumo de cannabis, no se ha variado de unos años a otros, esta es de unos 14,7 años tanto en hombres como en mujeres. Eso si, la prevalencia del consumo entre los 14-18 años disminuye en la mujeres (19,3%) con respecto a los hombres (25%).

Fuente: Encuesta Domiciliaria sobre Consumo de Drogas en España, 2001 (población de 15 a 64 años) y Encuesta sobre Drogas a población escolar, 2002 (estudiantes de 14 a 18 años). Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

Situación LegalEl cannabis y sus derivados son las drogas ilegales de mayor consumo en España .En el conjunto de la población general, un 2,6 % lo consumen con una frecuencia semanal En 1997 se notificaron 2.214 admisiones a tratamiento por consumo de Cannabis. La edad media de inicio del consumo de ls admitidos a tratamiento fue 16.9 años
Dependencia y ToleranciaAunque algunos estudios no han podido demostrarlo su consumo continuado puede desarrollar dependencia en mayor o menor grado según las características individuales y sociales del individuo. La tolerancia puede aparecer incluso con un uso esporádico.
Síndrome de AbstinenciaConlleva ansiedad, insomnio, irritabilidad, depresión, disminución del apetito, etc.
EfectosRelaja y desinhibe. Puede funcionar como facilitador de las relaciones sociales.Son de rápida aparición, varían según la dosis, el tipo de cannabis, el estado de ánimo del individuo, sus expectativas, etc. Inicialmente, a dosis bajas, produce sensaciones placenteras de calma y bienestar, euforia, risa fácil, desinhibición, locuacidad y alteraciones de la percepción temporal y/o sensorial. Los ojos se pueden enrojecer, la boca se seca y hay dificultades de coordinación y en procesos mentales complejos. A ello le sigue una segunda fase de aumento del apetito, depresión y somnolencia.

A dosis elevadas puede provocar confusión, letargo, percepción alterada de la realidad y, de manera más inusual, estados de ansiedad y pánico.

RiesgosComo riesgo principal señalamos el, aún muy discutido, “síndrome amotivacional”, caracterizado por apatía y pérdida o disminución del interés en el individuo, unido a una frecuente disminución en la capacidad de concentración y de memorización, especialmente en consumidores diarios de esta sustanciaLa estructura química del cannabis es muy compleja y no se conocen aún las secuelas producidas por todos sus componentes. Sí se puede afirmar que el humo de esta planta es más perjudicial para el pulmón humano que el del propio tabaco, pudiendo producir enfermedades en las vías respiratorias (bronquitis, faringitis, cáncer…). Puede causar alteraciones en los sistemas reproductores -masculino y femenino- e inmunológico.

Hay datos que indican que en hombres jóvenes con un consumo regular se puede producir un retraso en el inicio de la pubertad, en mujeres en condiciones semejantes se podría interrumpir el ciclo menstrual o producir problemas en la ovulación (son datos que se deben entender siempre en términos de probabilidad).

El THC atraviesa la barrera placentaria, por lo que su consumo supone un riesgo para el feto durante el embarazo y también en la lactancia. La probabilidad de que el bebé nazca con bajo peso, aumenta en madres consumidoras de cannabis.

Está constatada la potencialidad del cannabis como elemento desencadenante de psicosis y cuadros delirante-alucinatorios en personas en riesgo.Existen pocas posibilidades de sobredosis mortal por cannabis.

Por otra parte, hay otro elemento de riesgo a considerar en relación con la utilización de esta sustancia: no todo usuario de cannabis experimentará necesariamente con otras sustancias más peligrosas, pero sí existe un riesgo situacional, derivado de la inclusión en un circuito comportamental de consumos ilícitos.

Consumo de menor riesgoMuchos de los riesgos asociados al consumo se pueden evitar, o al menos reducir de la siguiente forma:·

  • Consumiendo la sustancia de forma espaciada, es decir, evitando hacerlo a diario, alargando el tiempo entre consumo y consumo.
  • Tratando de consumir el cannabis en la forma que contenga menor concentración de THC, evitando entonces el aceite de hachís.
  • Evitando el consumo de cannabis si se usan algunos medicamentos (antidepresivos, benzodiacepinas, antiinflamatorios…) ya que seya que se pueden aumentar los riesgos del consumo.
  • No consumiendo en ningún caso en embarazo o lactancia.
  • Evitar conducir bajo los efectos de la sustancia o realizar actividades que impliquen algún riesgo.
  • Se tratará de evitar asociar su consumo a determinadas situaciones y estados anímicos, evitando así, que la persona “crea” que es la sustancia la que le ayuda a enfrentarse a esas situaciones
  • Sí sería conveniente recordar que aunque es una sustancia que en ciertas personas y/o circunstancias puede permitir un uso no problemático, el desconocimiento de esas condiciones individuales previas no nos permite tener seguridad a la hora de consumir.
  • Los consumos en público están sancionados administrativamente y pueden tener consecuencias no previstas de antemano.
  • Se tratará de evitar asociar su consumo a determinadas situaciones y estados anímicos, evitando así, que la persona “crea” que es la sustancia la que le ayuda a enfrentarse a esas situaciones

Detección en la orina

Para uso esporádico se detecta hasta 20 días después del último consumo.
Para usos crónicos, hasta 80 días. Se mantiene tanto tiempo en el organismo porque es una sustancia que una vez introducida en el cuerpo se deposita en los tejidos grasos de los distintos órganos

Particularidades

Son frecuentes las campañas que solicitan su legalización y reivindican la liberalización de este producto.Hay que señalar el aumento del cultivo casero de esta sustancia pese a estar prohibido. La fibra que se obtiene de esta planta (hemp) ha sido ampliamente utilizada para la elaboración de diferentes utensilios (cestas, pulpa de papel, velas de pescadores, ropas…) dada su resistencia, facilidad de obtención y su bajo coste.