Autor: firmainvitadapj
26 abril, 2023

*Mikel Aguirre

La mayoría de quienes nos dedicamos a la educación coincidiremos en que uno de nuestros mayores retos es mantener la motivación del alumnado por aprender. Cuanto más motivada esté una persona, más implicación tendrá en su estudio y más fácilmente asimilará los contenidos. La gamificación nace como una solución a la falta de motivación que muchas veces nos encontramos, aunque va mucho más allá en sus resultados cuando está bien empleada. Y, concretamente, cuando se trata de educación para la ciudadanía global, la gamificación tiene una aplicación magistral. 

Cuando escuchamos la palabra “gamificación” (término tan de moda y muchas veces interpretado de forma errónea) automáticamente la relacionamos con nuevas tecnologías, videojuegos o elementos de una generación a la que ya no pertenecemos. Sin embargo, la gamificación, entendiéndose como el traslado de algunas mecánicas de los juegos a otros ámbitos, está en todas partes y no es exclusiva de las personas jóvenes. Desde la tarjeta de puntos del supermercado hasta ese rato tonto jugando al Candy Crush en el metro, el juego o los elementos del juego están presentes en el día a día, mucho más de lo que nos imaginamos.

El incorporar elementos propios del juego al ámbito educativo puede traer infinidad de beneficios más allá de la propia motivación. El desarrollo de habilidades blandas, (trabajo en equipo, liderazgo, pensamiento crítico) se ve infinitamente beneficiado en un modelo de aprendizaje mucho más autónomo e independiente. Y si impartimos educación para la ciudadanía global y tratamos temas como los Derechos Humanos o los Objetivos de Desarrollo Sostenible, podemos, además, conseguir el tan necesario cambio de actitudes que requieren estas materias, más allá de la adquisición de conocimientos.

Por poner un ejemplo, de nada sirve conocer las consecuencias del malgasto de agua en el planeta si no cambiamos nuestras prácticas y actitudes al respecto. En este sentido, la gamificación y el Aprendizaje basado en Juegos contribuyen a la creación de un ambiente seguro de aprendizaje donde el mensaje que se trata llega al alumnado de una forma más orgánica.

BARABAR Y HURI, JUEGOS PARA VIVIR LOS ODS

¿Cómo salvaría Frida Kahlo el mundo de un apocalipsis zombi? ¿Y cómo actuaría Mohamed Alí en una invasión de arañas gigantes? Barabar es un juego colaborativo en el que habrá que responder a estas preguntas y muchas más. Con una mezcla de retos fantásticos y reales, Barabar enseña tolerancia y promueve la concienciación sobre dilemas serios, tales como la censura a la libertad de prensa, sequías globales, hambrunas, el rol de la mujer en la ciencia, el desarrollo sostenible o la protección ambiental. Además, fomenta la creatividad y da a conocer a activistas, científicos/as, emprendedores/as, ecologistas y artistas de nuestro tiempo y el pasado a la vez que plantea un desafío a las personas que lo juegan. Podéis conocer más en su web: https://barabar.eu/es/

También en Fad Juventud actualmente utilizamos numerosas herramientas que tienen la gamificación como base en los proyectos de educación para la ciudadanía global. En Huri, cinco Youtubers tendrán que conseguir followers para promocionar los Derechos Humanos, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y construir un mundo mejor. Está disponible en: https://www.campusfad.org/huri-games/. Además, actualmente se está implementando, tanto en Madrid como Andalucía, el proyecto “El Mundo es Vuestro” que utiliza diferentes herramientas como el juego de mesa “Go Goals”, el cual es un juego de preguntas sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible para adolescentes, o un scape room sobre cultura de paz.

En conclusión, hay muchas maneras de acercar este tipo de cuestiones sociales a la gente joven. Existen muchísimos recursos y juegos con una capacidad motivadora que ni nos imaginamos y no podemos tener miedo a jugar. Vamos. Juguemos para cambiar el mundo.

*Mikel Aguirre (Irun, 1996) es graduado en derecho y educador de vocación. Actualmente trabajando como técnico de Educación para el Desarrollo y Ciudadanía Global en  Fad Juventud. Apasionado de la montaña y el deporte, es fiel creyente del poder de los juegos para cambiar el mundo.