En un mundo donde la tecnología evoluciona más rápido que nuestra capacidad para entender todos sus impactos, los y las adolescentes se encuentran especialmente vulnerables a riesgos como la exposición a contenidos inapropiados, el ciberacoso y la sobreexposición en redes sociales.
Educar y proteger de esos riesgos y promover su autonomía y la toma de decisiones informadas, resulta primordial. Es nuestro deber como sociedad garantizar un entorno digital seguro y saludable para ellos y ellas.
Fad Juventud trabaja para conseguir una juventud más preparada para la ciudadanía digital y aportar a familias y educadores las herramientas y recursos necesarios para:
¡Juntos y juntas podemos marcar una diferencia significativa en el bienestar digital de la adolescencia!
Difusión de herramientas de control parental: Implementar y mejorar herramientas que permitan a las familias gestionar el uso de los dispositivos de manera efectiva.
Promoción de contenidos seguros y apropiados para la edad: Asegurar que los contenidos accesibles sean adecuados para la audiencia adolescente.
Educación sobre seguridad digital: Ofrecer recursos educativos que informen sobre cómo navegar de manera segura y responsable.
Reforzar las leyes que protegen a los menores: Hacer cumplir las normativas sobre privacidad, seguridad de datos y protección y aclarar los puntos que sean necesarios para asegurar la efectiva protección del menor.
Fomentar la transparencia y la responsabilidad: Exigir a las plataformas digitales que sean transparentes sobre sus algoritmos y sus prácticas de recolección de datos.
Supervisión y cumplimiento: Asegurar que las entidades reguladoras competentes supervisen y hagan cumplir las leyes relacionadas con el uso de la tecnología por menores.
Establecimiento de límites y normas: Establecer reglas claras sobre cuándo y cómo se puede utilizar la tecnología.
Educación y diálogo: Conversar regularmente con los y las adolescentes sobre los riesgos y beneficios de la tecnología, promoviendo un uso consciente y educativo.
Comportamiento adecuado: Padres y madres deben ser modelos a seguir en el uso de la tecnología, dando ejemplo, fijando periodos de desconexión y estableciendo un equilibrio adecuado entre el uso de herramientas tecnológicas y otras formas de relación, diversión o entretenimiento.
Integrar la tecnología: Utilizar la tecnología en el aula para mejorar el aprendizaje, al tiempo que se enseña sobre sus riesgos y beneficios.
Formación continua: Recibir las herramientas adecuadas para mantenerse actualizados sobre las últimas tendencias digitales para guiar mejor al alumnado.
Promover la ciudadanía digital: Enseñar sobre la ética, privacidad y las habilidades necesarias para navegar en el mundo digital de manera responsable.
Producir contenido responsable: Crear y distribuir contenido apropiado, no dañino y adecuado según edad.
Influencia positiva: Usar su influencia para promover prácticas seguras y fomentar el bienestar digital entre sus seguidores jóvenes.
Interacción constructiva: Animar a interactuar de manera constructiva y respetuosa para promover un espacio de discusión saludable y ofrecer perspectivas diversas.
Autogestión y autorregulación: Aprender a gestionar su propio tiempo y actividades online, estableciendo límites personales que les permitan disfrutar de otras formas de ocio, entretenimiento, relación social o aprendizaje.
Educación entre pares: Apoyarse mutuamente para practicar hábitos seguros, compartir conocimientos sobre seguridad y privacidad y pedir ayuda a sus adultos de referencia. Ser activos a la hora de detectar y alertar de prácticas inadecuadas.
Participación activa en su seguridad digital: Ser proactivos en aprender sobre configuraciones de privacidad, seguridad y estar al tanto de sus derechos y obligaciones digitales.