Autor: firmainvitadapj
31 mayo, 2019

*Beatriz Martín Padura

Jaime Gil de Biedma decía así, en su poema “No volveré a ser joven”:

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

¿Como todos los jóvenes? ¿Quiénes y cómo son todos esos jóvenes? Eso es lo que nos cuestionamos cada día desde el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad, con el objetivo de ampliar la mirada, y enfocarla mejor, sobre lo que significa ser joven.Teniendo en cuenta que los itinerarios a la vida adulta cada vez son más variados, más difusos y más complejos, no existe una respuesta fácil, por eso la abordamos desde la no-generalización, como queda patente en la última campaña de la Fad: “The Real Young” o en la campaña “La verdad sobre la juventud”, del CJEx.

Ideas como «las y los jóvenes pasan de todo», son “ninis”, no saben de casi nada… Son fácilmente refutables basándonos en los resultados de nuestras investigaciones y de los datos disponibles en el ProyectoScopio. Sabemos que la juventud española considera muy importante el ser “solidaria”, “generosa” o “comprometida”; sabemos que, con la crisis, las tasas de escolarización han aumentado y que la tasa de jóvenes inactivos que no estudian se ha reducido; sabemos que saben de música, de cine, de literatura, de pintura y de temas que nosotros, como adultos, sabemos menos, como la economía solidaria.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.

Y, sí, quieren trascender y encontrar su hueco en el mundo, que se les presenta más ancho (globalizado) que nunca. Como nuestras generaciones anteriores, son edades que se han visto forzadas a emigrar en busca de un empleo o bien a aferrarse o regresar al hogar familiar de origen. Es otro de los factores que los y las diferencia de sus progenitores: se hacen mayores con menos posibilidades de movilidad residencial o de formar una familia, a pesar de sus deseos, reordenando prioridades. 

Los datos también nos dicen que tienen peores indicadores de salud mental respecto a generaciones anteriores, lo cual puede llegar a limitar sus posibilidades de desarrollo. En concreto, son especialmente vulnerables a este riesgo las mujeres jóvenes y las juventudes en riesgo de exclusión social,complicando en mayor medida sus opciones de maduración psico-social.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

Hacer un seguimiento cercano y continuado de lo que es, de verdad, la juventud, es un imperativo para desarrollar políticas y/o estrategias de orientación y acompañamiento de la misma y hacer que viva. Conocer a la población joven para ayudarle a asumir su condición y otorgarle el papel que le corresponde en el siglo XXI es, ni más ni menos, la vocación del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad. Y en ello estamos, con el apoyo de Santander y Telefónica, tratando de que, además, los y las jóvenes sean agentes de cambio social a través de sus propias vidas, dejándoles escribir sus argumentos, alentándoles a no envejecer antes de tiempo, viviendo desde la mayor expresión de sus capacidades.  

*Beatriz Martín Padura es la directora general de Fad. Licenciada en Psicología, coach, MBA y experta en transformación digital de negocio y en procesos de innovación en oenegés, cuenta con una trayectoria profesional que la ha llevado a puestos de responsabilidad en empresas y organizaciones: Google, ONO, DELL, Instituto Europeo para la Gestión de la Diversidad y Ayuda en Acción, entre otras. Es una apasionada del mundo que le ha tocado vivir y del poder de la juventud para hacerlo mejor.