Autor: firmainvitadapj
30 diciembre, 2022

*Pilar Nicolás R

Refresco de cola, maracuyá, menta, pipas de girasol, frutos del bosque, galleta, regaliz, gominola de sandia, toffee, caramelo de violeta, tarta de queso, brownie, flan… ¿una bolsa de chuches después del cine?, ¿un postre navideño? No. ¿Una tienda de frutos secos?, ¿una pastelería? No.

Se trata de la nueva sensación, el último grito de moda entre jóvenes y adolescentes, un reclamo de sabores para todos los gustos y preferencias: los vapeadores, hookahs o bolígrafos [1]. Con aspecto de juguete inofensivo, los colores, diseños y fragancias de estos cigarrillos electrónicos atrapan y hacen furor entre los y las menores de edad. Una fantasía que te lleva a lugares agradables y apacibles. ¿Se trata de una tendencia pasajera o viene para quedarse?

BUENO, BONITO, BARATO Y (“B”)OLÁTIL

 -Cariño, ¿qué te vas a pedir para “reyes”? –

– Mamá, creo que una Play y unos vapers de chuche desechables, ¡me flipan, son súper chulos y divertidos! Mis amigos han comprado un paquete en la tienda de alimentación de la esquina y no cuestan “ná”.

– Pero… ¿no son peligrosos?

– ¡Qué va! Si no tienen nicotina. Así no fumo tabaco.

Lo cierto es que parte de los vapeadores no contienen tabaco. Ni tampoco vapor de agua (en ningún caso), como puede incitar a confusión por su nombre. Muchos padres y madres desconocen estos dispositivos, sistemas electrónicos con (SEAN) o sin nicotina (SESN) [2] que calientan una solución para generar un aerosol inhalado.

Estos pods desechables o recargables, incluyen, sobre todo, sustancias como el propilenglicol y los aromatizantes. Además, son súper ligeros, sus materiales pueden ser de plástico o aluminio. No obstante, pueden pesar más y realizarse con acero inoxidable o titanio. Para más inri, son muy baratos. Los precios parten desde 5 euros hasta lo que te quieras gastar en el detalle o en la edición limitada. Podemos ver en las páginas de venta online: “Vaper Sin Nicotina Fresa, Limón y Melocotón. 800 caladas a 5,95 euros”.

EN TAN SÓLO UN CLICK

 Mods, pods, baterías, atomizadores, líquidos pre-macerados, e-liquids, sales de nicotina, “alquimias” o bases para crear tus propios combinados con líquidos y aromas, resistencias, fibras y algodones, merchandising, súper ofertas… Todos tus complementos en las tiendas especializadas y en los estancos. Ni qué decir de los bazares, otras tiendas de alimentación 24 horas o en internet donde se ofertan hasta la saciedad bajo esa apariencia de falsa inocuidad.

Estación Atocha Renfe, Madrid. Pilar Nicolás Rodríguez.

DE FIESTA CON “AMIGUIS”

 Fácil de encontrar, fácil de adquirir y fácil de consumir; no tienen límites o restricción en espacios sin humos, porque “no molesta” y están permitidos en restaurantes, en discotecas, … en cualquier sitio. Prohibido fumar tabaco, sin embargo ¿dónde está el logo de prohibido fumar estos cacharritos de apariencia amable?

No es de extrañar que se perciba un menor riesgo frente al tabaco y el cannabis y que las cifras de consumo se hayan disparado los últimos años entre adolescentes y gente joven. Según la Universidad de Míchigan [3], en Estados Unidos se reportó un aumento de vapeo respecto al 2020, siendo el consumo de vapeadores con nicotina del 21,8% en jóvenes adultos y un 18,7% en vapeo de marihuana durante el 2021. En España, encontramos que la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) 2021 [4] señala que “el 44,3% de los y las estudiantes entre 14 y 18 años ha probado el vapeo”, siendo “más utilizado el cartucho que no contiene nicotina (60,7%)”.

GRACIAS POR VAPEAR 

A ello hay que añadirle que parece haberse cumplido la profecía satírica del film “Gracias por fumar” (2006, Jason Reitman), cuyo protagonista, Nick Naylor, relaciones públicas de las poderosas compañías tabacaleras, trata de salvar la reputación del tabaco instando a acudir a Hollywood para recuperar el prestigio de los cigarrillos.

Y es que la estrategia de impacto del vapeo en el consumo juvenil está haciendo su efecto.  Según el Plan Nacional sobre Drogas existen más de 460 marcas diferentes de e-cig. [1]. Empresas fuertes como Philip Morris International ya han realizado campañas en redes sociales. Cantantes, actrices, creadores de contenido, y hasta periodistas colaboran para promover la nueva moda. Es el caso de la influencer Dulceida, que en su 30 cumpleaños promocionó la marca de cigarrillos electrónicos Blu Spain. O el consagrado youtuber Austin Lwarencesu, considerado el “dios del vapeo” con sus trucos imposibles. Igual que podías ver gente fumando en los años 90, ahora encontramos a los personajes de películas como “La novelista” (2022) o la series “Mare of Easttown” (2021), donde Kate Winslet vapea en situaciones de estrés o cuando tiene que escapar de conflictos [5].

 Mientras que la industria vaper está con la operación captación, también han surgido voces para la concienciación ante el fenómeno del vaping. Por eso, ciertos organismos, como la Comisión Europea, a través de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria, ha propuesto la prohibición de los sabores en los vapeadores [6]. Por su parte, El Comité Nacional Para la Prevención del Tabaquismo, el Consejo General de Enfermería y la Organización Médica Colegial (OMC) instan a que se aplique a cigarrillos electrónicos y otros vaporizadores la misma normativa del tabaco, porque su consumo “está alcanzando proporciones epidémicas entre los adolescentes[7].

LAS CONSECUENCIAS DEL “HUMO” LEGAL

 “El Tabaco Mata, quieres dejar de fumar. Te ayudaremos”. Eso dice uno de los sitios web de venta de cigarros electrónicos alojada en Madrid. Mensajes publicitarios que están por todas partes, y que la Organización Mundial de la Salud [8] desmiente en sus informes bajo falta de pruebas y de eficacia como método para dejar de fumar. De hecho, resulta “preocupante su comercialización de los cigarrillos electrónicos”, ya que son productos que se han “convertido en una puerta de entrada del tabaco para la gente joven” y saltan las alarmas cuando el Ministerio de Sanidad indica que “son dañinos para la salud[9].

Es más, la American Cancer Society y La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) [10] han evidenciado enfermedades pulmonares graves relacionadas con el vapeo, como la EVALI [11]  (e-cigarette, or vaping, product use–associated lung injury), incluyendo varias muertes y el potencial cancerígeno de las sustancias que lo integran.

Desde luego, parece imprescindible “reformar la ley y equipararla a la ley anti-tabacoy tomar medidas en los centros de formación, espacios donde “se evidencian los consumos entre estudiantes jóvenes”, explica Antonio Morollón (profesor de Servicios a la Comunidad en centros de educación primaria de la CC.AA. de Madrid).  A tal efecto, destaca Antonio, habría que “rescatar a nivel curricular la prevención del consumo de sustancias de cualquier tipo con el compromiso docente y de las familias”, así como aplicar de forma conjunta “medidas coercitivas en la venta y disciplinarias sobre el uso de estos dispositivos de vapeo en el medio escolar”.

 

*Pilar Nicolás RApasionada por la sociología, la investigación y la cultura, Pilar trabaja como redactora para el blog “Análisis y Debate” del Centro Reina Sofía sobre Jóvenes y Adolescentes. En su faceta investigadora ha realizado varios informes de Juventud para la Fundación SM y da soporte en las investigaciones de Sociológica Tres S.L. Antes, ha trabajado para Europa Press y varias agencias de comunicación digital estratégica.