Chema Lázaro, Niuco
Esther Hierro, Marinva
Muchos de los proyectos que conforman Acción Magistral buscan despertar la sensibilidad hacia el entorno, encontrar el problema o el objetivo, y a partir de ahí, articular toda una acción pedagógica, algo que no quede en un fuego artificial, sino que toda la acción pivote entorno a esa sensibilidad. El profesorado maneja el conocimiento de manera que el contenido está al servicio de gestionar ese problema o de alcanzar ese objetivo.
Esther Hierro y Chema Lázaro incorporan, además, la impronta del hommo ludens. Las personas necesitamos jugar, es algo que trasciende a los juegos como elementos aislados. El juego tiene que ver con una actitud vital que repercute en la situación, que cambia el momento. Y ahí les encontramos, intentando que la actitud lúdica sea la actitud común y que esté presente en las escuelas y en las organizaciones.
Este planteamiento no pierde el foco en que los niños y las niñas son gestores del cambio a mejor, para su entorno y por añadidura para su sociedad. Por eso se centran en potenciar las competencias desde la creatividad, subiendo de grado dentro de las habilidades a la creatividad y al pensamiento crítico.
“Un viaje por nuestro cerebro, ¿jugamos?” nos invita a entender que vivir y aprender es colaborar, compartir, trabajar en red. Que el conocimiento no está estancado en una única red, sino que está interrelacionado en muchas, tal y como como nuestro cerebro construye la información. Niuco y Marimba brindan estas oportunidades educativas.
Tanto Esther Hierro en Marinva como Chema Lázaro en Niuco aportan valores comunes a estas dinámicas y la utilizan además para demostrar que el cambio es posible, que el mundo no es un lugar hostil sino uno en el que apostar por un mejor presente, y la educación es la gran palanca de esa mejora, y las palancas las mueven las personas.
Entusiastas y posibilistas, con cierta dosis de utopía, tanto Niuco como Marinva tiene una visión objetiva, conocen los datos y la realidad y se proponen transformarla. No pretenden de crear un mundo paralelo, sino interpretar la realidad y construir aquí mismo un mejor lugar para vivir.