Fad

Un grupo de jóvenes publica un libro con reflexiones filosóficas sobre la vida

‘Todos los lectores de este libro son idiotas’ es el sugerente título que ha publicado un grupo de 14 alumnos de Secundaria del IES Carmen de Burgos de la localidad almeriense de Huércal. El proyecto ha estado coordinado por el historiador y escritor Óscar Fábrega y su objetivo ha sido la redacción de reflexiones sobre varios temas elegidos por los estudiantes y sobre los que debían reflexionar filosóficamente.

La iniciativa comenzó en un taller de Filosofía donde la intención principal era la práctica y no la teoría, es decir, plasmar esos pensamientos en una publicación cuyos beneficios se destinarán ahora a la causa benéfica que decidan.

En el proyecto, editado por Círculo Rojo, participan Denisse Mendes, Paula (Alien), Eva del Mar Navarro Jiménez, Francisco J. Cruz, Paola López Castelo, Rosa Patricia Muley Zyablova, Francisco Montesinos Expósito, Juanfran Rubio López, María Mota López, Zaira Torres, David S. T., Encarni Cortés, Rubén Carrillo y Antonio Jesús López.

Oscar Fábrega explica en El Diario de Almería cómo surge la idea del proyecto. “Todo comenzó tras un taller que di hace un par de años en el instituto, llamado ‘Aprende a Pensar’ y centrado en el lenguaje y la lógica. Fue muy exitoso, así que decidimos hacer algo más a largo plazo, abarcando un curso escolar completo, y con la intención de que todo acabase concluyendo con un libro”.

En cuanto a los temas que trata la publicación, Fábrega sostiene que la experiencia para abordarlos ha sido “increíble y maravillosa”. “Me ha cambiado totalmente la opinión que tenía sobre los adolescentes, y eso que me consideraba una persona abierta. Ellos eligieron los temas que íbamos a tratar, temas que les apasionan, inquietan o preocupan. Desde el racismo, el acoso escolar, la homofobia o el medio ambiente, hasta el sentido de la vida, la necesidad de Dios, las modas o el porqué de los asesinatos que se cometen”.

La idea de llevar a cabo el libro surgió desde el primer momento, construyendo cada capítulo como un diálogo entre el historiador y los alumnos, de acuerdo con el método socrático. “Y esto ha dado mucho más juego”, agrega.

“Son maduros para algunas cosas, sobre todo al razonar, y creen serlo para otras (las drogas, el sexo), pero, en otros aspectos, siguen siendo niños. Por ejemplo, sienten vergüenza al hablar en público, le dan mucha importancia a la estética, tienen dudas sobre todo y les resulta difícil tomar decisiones. Pero eso es lo chulo del proyecto: esa dicotomía entre la infancia, ingenua y despreocupada, y la adolescencia, caótica y obsesiva”.