Autor: Fad Juventud
19 diciembre, 2016

Cada vez son más numerosos los discursos que giran en torno a la necesidad de que las personas jóvenes sean el motor del desarrollo económico, de la democratización de la vida colectiva y de la erradicación de la pobreza. Y es que, en un mundo globalizado en el que nueve de cada diez jóvenes de entre 15  y 30 años viven en países de bajos y medios ingresos, sobran las razones para que este tipo de discursos emanen en muchos debates públicos.

No obstante, también resulta evidente que de no fomentar y mejorar las oportunidades de crecimiento del empleo digno, los países con más dificultades económicas corren el riesgo de desaprovechar los beneficios socio-económicos que podrían originar gracias a su población joven, tal y como se describe en el blog de Think Tank Initiative. En este sentido, no hay que olvidar  las condiciones laborales en las que se encuentra envuelta una gran parte de la juventud: trabajos temporales, informales y a jornadas parciales, que hacen que para muchas personas jóvenes,  sea difícil vivir una vida plena.

Además, según datos de la Organización Internacional del Trabajo, en el año 2013 los y las jóvenes con empleo tenían 1,5 veces más posibilidades que otros grupos de edad de vivir en la extrema pobreza. Así, se calculó que, durante ese año, unos 169 millones de personas jóvenes trabajaban por menos de dos dólares al día.

Ante este contexto, formular y elaborar políticas públicas orientadas a crear empleos dignos, que posibiliten desarrollarse económica y personalmente a los y las jóvenes, es una urgencia global. Sin embargo, las especificidades de los mercados laborales de cada región o país, hacen que, para poder formular políticas eficaces, se necesite de un análisis de la realidad social bien planificado y aplicado, que ofrezca pistas sobre cuáles son las carencias socio-laborales que se necesitan cubrir.

En este contexto, los Think Tanks –laboratorios de ideas- ofrecen una visión completa del tipo de políticas que se necesitan para responder a las necesidades del empleo juvenil, gracias a la información que se genera dentro de ellos; una información elaborada y basada en la experiencia real y las perspectivas de las personas jóvenes.

 Los Think Tanks comprenden que la mejora de las políticas de empleo no solucionarán toda la problemática, sino que, también resulta fundamental llevar a cabo estudios sociales que muestren cómo se puede mejorar todos los otros ámbitos (escolar, familiar…) que tienen una incidencia directa sobre el empleo.

Otra de las potencialidades de los Think Tanks es su naturaleza interdisciplinar. Ello posibilita abordar las problemáticas sobre el empleo juvenil desde diferentes perspectivas y, en consecuencia,  elaborarsoluciones de maneras más holísticas e integradoras.

Así, Los Think Tanks parecen estar siendo decisivos en la elaboración y el desarrollo de marcos políticos acordes a las necesidades de los y las jóvenes, y del mercado laboral. ¿La clave de su éxito?Confiar en la población joven, recogiendo sus opiniones y experiencias; pero, al mismo tiempo, sirviendo de base en la que sustentarse. Y, de este modo, los Think Tanks están ayudando a fomentar el empleo juvenil y aprovechar la enorme oportunidad para el crecimiento y el desarrollo que los y las jóvenes representan.