Mi amiga Isabel era la típica que se moría de ganas de tener pareja. Igual que mi colega Pedro, cada vez que le gustaba alguien ya era “el amor de su vida”. ¡El de esa semana! Todos y todas tenemos un amigo O-B-S-E-S-I-O-N-A-D-O por tener una relación y, como diría la Vecina Rubia, si no lo tienes es porque eres tú.
Seguro que llevas días pensando que este domingo es San Valentín, pero a lo mejor no sabías que hoy, 13 de febrero, se celebra en todo el universo el Día Mundial del Soltero, también conocido como San Solterín (y, por supuesto, Santa Solterina). Sobre esta efeméride y sobre los mitos del amor romántico, que tan necesaria la hacen, reflexionamos en este post.
Empecemos por el principio… San Solterín y Santa Solterina provienen de China aunque, en este país, este celebérrimo día tiene lugar el 11 de noviembre. Acuñaron esta fecha un grupo de estudiantes de la Universidad de Nankín para reivindicar el amor a la propia persona y homenajear a los y las singles del mundo entero. Para ello organizan quedadas de grupo, citas a ciegas masivas o incluso promueven descuentos para personas solteras en diferentes actividades.
¿Te imaginas algo así? Casi parece Ciencia-Ficción: ¡si todas las ofertas y cupones son siempre para ir en pareja! Esto nos lleva a pensar, ¿realmente nos gusta tanto, tanto tener pareja? ¿O es la sociedad la que nos impone un poco esta “necesidad”?
En este sentido, hemos hecho estudios de campo desde nuestro centro de investigación y a pesar de que el poliamor, el amor libre o la soltería parecen estar cada vez más en boga, tener pareja es muy o bastante importante para el 48,9% de vosotros y para el 42,6% de vosotras.
¿Y tú? ¿Te apuntarías al speed dating de San Solterín y Santa Solterina del día 13? ¿O te arrebujarías con tu chico o chica en modo mantita y Netflix el día 14? Lógicamente, ambas opciones son buenas siempre y cuando hagas lo que te haga feliz.
¡Celebra el amor, celebra la vida, celebra lo que más te guste! Al fin y al cabo, ¿por qué no celebrarlo todo? Aún cuando tenemos pareja, siempre nos queda dentro un San Solterín y una Santa Solterina que de vez en cuando grita por su independencia, por ese espacio propio de amistades, ocio y aficiones al que no debemos renunciar por el hecho de tener pareja.
San Solterín y Santa Solterina representan esa parte de ti mismo o misma que una relación sentimental sana siempre te ayudará a potenciar, nunca a disminuir.
Los mitos del amor romántico son una de las raíces de las relaciones no sanas, de esas relaciones tóxicas que lejos de hacernos crecer, nos cortan las alas.
A lo mejor no los conoces como tal, pero seguro que te has topado con más de uno de ellos a lo largo de tu vida. Por ejemplo, ¿has visto alguna peli Disney de las antiguas? Nos referimos a esa en la que una preciosa sirena decide transformar su cuerpo y renunciar a su preciosa voz para enamorar al chico que le gusta, o a esa otra en la que protagonista y hermanastras compiten con “cero sororidad” por un príncipe rico . Qué casualidad que las mujeres siempre salgamos “desfavorecidas” en estos mitos. ¿no te parece?
Para más muestras, estos son algunos de los mitos del amor romántico que todavía perviven en la sociedad de forma explícita o velada:
El mito de la omnipotencia del amor. El amor no lo puede todo, no. Ni tiene por qué perdonarlo todo. No tiene por qué superar todos los obstáculos, ni ha de ser nunca la “causa y solución de todos los problemas” (como diría Homer). Hay más cosas en la vida, ¿no?
La falacia del cambio por amor. Creer que las personas cambian por amor puede llevarnos a tolerar comportamientos intolerables bajo la falsa esperanza de que nuestro enamorado modificará su forma de ser simplemente porque nos quiere. ¡Fake! Ahora, dale la vuelta a este mito y autoconvéncete de que no tienes que dejar de hacer cosas que te gustan ni cambiar tu forma de ser porque no encaje con tu crush.
La creencia de que los polos opuestos se atraen. ¡Díselo a mi padre y a mi madre! Esta apreciación puede llevarnos a la normalización del conflicto y convencernos de que es normal estar todo el día discutiendo. Las diferencias de opiniones son normales y necesarias, pero si piensas tan distinto a tu pareja, a lo mejor esta relación no es tan idónea para ti.
Perdurabilidad en el tiempo. Para siempre me parece mucho tiempo, decía una de mis canciones favoritas. A veces el amor dura toda la vida y es maravilloso, pero no tiene por qué ser así. Hay amores que solo duran unos años porque la vida deriva por caminos distintos y eso también está bien. Otros duran días o semanas, otros se abren a más de dos personas o son esporádicos. ¡Las posibilidades son infinitas! Que se quede en las pelis de Disney eso de que “como el amor es para siempre tienes que quedarte atrapada el resto de tu vida con alguien que no quieres” o que “es un fracaso romper una relación” porque una de las cosas más sanas que puedes hacer en tu vida es cortar con alguien con quien no estás convencido de querer seguir.
Atribución de dar la felicidad. Uno de mis favoritos… Amigos y amigas, ¡el amor romántico nos hace felices y nos llena la vida! ¿En serio? ¿Solo el amor de pareja basta? Seguro que también te hace feliz tu mejor amiga, jugar al fútbol, pintar un cuadro y pinchar a tu hermano pequeño. Estoy convencida de que tu felicidad es algo mucho más compleja que tu relación sentimental, de que es un conjunto de las personas y elementos que forman parte de tu vida. (Eso por no hablar de que el amor no nos encuentra trabajo, ni paga facturas…).
Por último, el mito de la media naranja, el que más nos atañe este domingo, 13 de febrero. ¿Que San Solterín y Santa Solterina son solo media fruta por no tener pareja? ¡Anda ya! John Lennon lo desmitifica superbién con esta gran frase con la que cerramos este post…