La crisis económica de Grecia ha pasado de ser un símbolo de ánimo combativo a convertirse en signo de resignación para la mayor parte de su población. Especialmente para la juventud la mala coyuntura económica ha generado una situación de impotencia y desempleo donde el exilio laboral ha pasado a formar parte de sus cotidianidades.
Según las últimas estadísticas recopiladas por EUROSTAT, el porcentaje de paro en el país heleno llega hasta el 23%. Esta brecha se agudiza aún más para la población joven: casi el 47% de las personas menores de 25 años se encuentran desocupadas. Con estas cifras, Grecia, seguida de España, se posiciona como el país con mayor tasa de población joven desempleada de la Unión Europea.
Ante un contexto económico en el que encontrar un empleo donde se ganen 500 euros al mes es considerado todo un triunfo, los y las jóvenes cada vez optan más por emigrar a otros países europeos -como Alemania, Suiza o Dinamarca- donde encuentran un mercado laboral en el que poder poner en práctica sus estudios universitarios.
Tal y como informa elconfidencial.com, el último estudio elaborado por el organismo oficial de estadística de Grecia (ELSTAT) y la Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE), indica que, en un país de once millones de habitantes, casi 420.000 griegos/as – la mayoría jóvenes- se han marchado del país desde el inicio de la crisis. Además, se pronostica que, hasta el año 2050, Grecia podría perder entre 800.000 y 2,5 millones de habitantes más.
Estos datos reflejan la urgente necesidad de que la comunidad internacional colabore con el país heleno para frenar esta devastadora situación socio-económica y demográfica que, una vez más, vuelve a demostrar que los y las jóvenes son diana principal de la vulnerabilidad y del malestar social.