Autor: firmainvitadapj
12 marzo, 2024

*Diana Rodríguez Pretel

Gracias a las iniciativas de Fundación Fad Juventud encaminadas a construir una cultura de paz en Nicaragua, a Fabiana, a Yessenia, a José y a Halsey la vida les ha dado una segunda oportunidad. Han mejorado su bienestar emocional y sus condiciones de vida, impulsando su potencial para el empleo, aptitudes y habilidades personales, así como su autoestima, sus niveles de realización personal y su integración social. 

Los conceptos de empoderamiento, cultura de paz y resiliencia van de la mano cuando nos fijamos en historias como la de Fabiana Ríos, una joven emprendedora que admite que embarcarse en esta iniciativa de Fundación Fad Juventud le ha cambiado la vida. “Ahora sé cómo ser una mujer empoderada, sé cómo me debe de tratar un varón, no debo dejarme humillar, no debo ser utilizada, nadie me va a bajar mi autoestima, yo sé quién soy”, explica con voz firme.  

El convenio, “Impulso de la Empleabilidad y la Resiliencia de Adolescentes y Jóvenes con énfasis en las asimetrías de género” en Managua, ha sido clave también en la vida de Yesennia Muñoz y su entorno. Yessenia ha logrado mejorar sus condiciones laborales, su nivel de ingresos y su autoestima en tiempo record. “Yo trabajaba de empleada doméstica y nunca pensé que tendría una oportunidad en la vida como ésta. Ni siquiera he llegado a cuarto grado”.

Emprender para mejorar

Hasley Olivas, una joven emprendedora del Distrito VI de Managua, está convencida de que el curso de Belleza que realizó gracias a este convenio de Fundación Fad Juventud ha sido su verdadero trampolín para llegar a tener un negocio propio. ”Yo les aconsejo que si tienen una meta, la sigan”, asegura entusiasmada. 

Entre los beneficiarios nos encontramos también a José González, un jóven que ha comprendido la importancia de remar todos a una con el fin de erradicar cualquier forma de maltrato contra la mujer: maltrato físico, verbal, económico o psicológico. 

Para promover una convivencia armónica e incrementar los ingresos familiares, Fundación Fad Juventud apuesta por el ocio saludable, la empleabilidad, la resiliencia, los emprendimientos productivos y los derechos. Y todo esto sin perder de vista la cultura de paz. En una resolución aprobada en octubre de 1999, Naciones Unidas define la cultura de paz como la promoción de valores, comportamientos y actitudes que rechazan la violencia y previenen los conflictos. 

El convenio “Impulso de la Empleabilidad y la Resiliencia de Adolescentes y Jóvenes con énfasis en las asimetrías de género”, está financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y ejecutado por Fundación Fad Juventud, en asociación con organizaciones locales, como el Centro de Apoyo a Programas y Proyectos (CAPRI) y el Instituto de Promoción Humana de Managua (INPRHU). Entre todos, sumando fuerzas, han conseguido que muchos jóvenes comprendan y aprendan que la calle no es la solución a sus problemas, sino todo lo contrario. Y que la escasez de recursos tampoco tiene por qué ser un obstáculo a la hora de alcanzar sus sueños.  

La calle no es la solución a sus problemas

Edelys Abreu, representante país de Fundación Fad Juventud, explica que “a través de este convenio se ha conseguido ampliar la calidad de vida de muchas personas, su bienestar emocional y familiar desde un enfoque de inclusión, equidad y respeto a la diversidad”.

Fundación Fad Juventud pone el acento en las mujeres jóvenes. Su estrategia en Nicaragua, donde lleva desarrollando proyectos de cooperación al desarrollo desde 1999, se basa en la puesta en marcha de acciones que buscan favorecer el desarrollo comunitario desde un enfoque de género y siempre en sintonía con las prioridades de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. 

Crecer en valores

Las escuelas de valores impulsadas conjuntamente con el Ministerio de la Familia de Nicaragua fortalecen los liderazgos comunitarios y los referentes familiares, favorecen la convivencia pacífica y armónica, a nivel familiar y a nivel comunitario. Además, unas buenas condiciones educativas de los niños y las niñas nicaragüenses contribuyen a su desarrollo y facilitan el acceso de sus madres -en muchos casos demasiado jóvenes- a espacios formativos, participativos y de generación de ingresos económicos. 

Contribuir a la cultura de paz y el desarrollo humano de adolescentes y jóvenes ha sido el eje central de este convenio, cuyo foco se sitúa en Managua, concretamente en el barrio Las Torres del Distrito IV, en el Mercado Roberto Huembes del Distrito V, en cuatro barrios del Distrito VI, en ocho barrios del Distrito VII, y en cinco barrios del municipio de Tipitapa. 

Se han alcanzado con creces los objetivos del convenio: la protección de jóvenes y adolescentes en situación de riesgo,  posicionarlos como sujetos de derecho con el apoyo de organizaciones comunitarias e instituciones públicas -con un claro enfoque intergeneracional, de DDHH y género- y potenciar su capacidad de adaptación. 

 

*Diana Rodríguez Pretel, periodista con más de 20 años de experiencia en radio y prensa. Especializada en información internacional, cooperación, crisis humanitarias, migraciones y tercer sector. Ahora, volcada con Fundación Fad Juventud y sus proyectos de cooperación internacional.