Los discursos de odio están cada vez más presentes en nuestro día a día: tanto en el mundo digital como en nuestra vida cotidiana. La definición formal engloba como discurso de odio cualquier ataque o utilización de un lenguaje despectivo o discriminatorio hacia una persona o un grupo por razón de su religión, origen étnico, nacionalidad, raza, ascendencia, género u otro factor de identidad.
Especialmente en la red son los y las jóvenes quienes más expuestos están, ya que utilizan en mayor medida internet, redes sociales, apps y juegos y es ahí donde se produce la principal vía de comunicación de este tipo de discursos nocivos, por ello son especialmente vulnerables.
Por eso hoy, en el Día Internacional de Internet, queremos recordar que la red ofrece multitud de beneficios y herramientas valiosas para el desarrollo de la juventud, pero en este mundo mundo online también está presente el ciberacoso, los discursos de odio, la discriminación, las fake news o el acceso a contenidos inadecuados para su edad. Por eso, es fundamental educar a los y las jóvenes para que puedan hacer un uso responsable, respetuoso y crítico de las herramientas online. Ellos y ellas se encuentran en un momento vital en el que la educación en valores, la reflexión y el pensamiento crítico, pueden contribuir a cambiar las cosas.
Los y las jóvenes pueden acabar con los discursos de odio, pero para ello además de educarles tenemos que escucharles y crear espacios de participación para buscar las claves del cambio, tratando y conociendo los temas que más les preocupan respecto al odio que hay en las redes sociales. Solo así podrán convertirse en ciudadanos digitales empáticos y respetuosos, siendo conscientes de su reputación on-line y respetando la de los demás y aprovechando de manera positiva todas las herramientas del entorno digital.
Como hemos comentado, aunque internet se constituye como un terreno propicio para los discursos de odio, también debe ser considerado como espacio de transformación desde el cual se puede combatir ese odio. Un espacio para velar por la igualdad y la no discriminación.Y los y las jóvenes pueden ser esa palanca de cambio.
Qué necesitan los y las jóvenes para combatir el odio en la red
– Es necesario trabajar en valores y emociones, aprender a tener un pensamiento crítico y desarrollar la inteligencia emocional. Es fundamental la alfabetización digital para poder combatir el discurso de odio.
– El entorno familiar es clave para que desde la primera infancia se aprenda a utilizar las tecnologías digitales de forma responsable, respetuosa y crítica. En la familia tienen que encontrar un espacio de diálogo para poder comentar y debatir cualquier problema que puedan encontrar en la red. Los padres, madres y cuidadores tienen que ser conscientes de los riesgos potenciales de la red y trabajar junto a los centros escolares y los propios jóvenes para minimizarlos. Cuanto más hables con tus hijos e hijas sobre temas como el discurso de odio, el racismo y la xenofobia, más cómodos se sentirán al acudir a ti si lo experimentan.
– En los centros educativos se necesitan tener espacios para hablar de estas temáticas y que los y las docentes acompañen a los menores para hacer un mejor uso de internet formándoles en habilidades digitales para enfrentarse al mundo online. Sin olvidar también competencias como la participación y el pensamiento crítico.
Conoce el proyecto Hate Trackers
Desde Fad Juventud para combatir estos delitos de odio y concienciar sobre el daño que causan a las víctimas, nos unimos a Hate trackers beyond borders, una red de adolescentes y jóvenes activistas de entre 14 y 25 años. Como apoyo a esta red, hemos creado un espacio web en el que se recogen conocimientos y recursos didácticos para sensibilizar y desarrollar habilidades de pensamiento crítico en jóvenes para que reconozcan y sepan cómo enfrentarse al discurso de odio en entornos digitales.
En la web del proyecto los y las jóvenes cuentan con herramientas útiles que puedan ayudarles a detectar y afrontar el discurso de odio online y convertirse así en ciudadanos más activos y comprometidos. Pueden experimentar situaciones de discurso de odio y aprender a afrontarlas con dos juegos interactivos: uno para descubrir cómo puedes reaccionar ante situaciones de discursos de odio en la entrada de un instituto y otro para saber cómo actuar ante estas situaciones en un festival de música.