Autor: Alicia Avilés Pozo
23 abril, 2018

Actualizamos y ampliamos la selección alternativa de textos que abordan la diversidad del amor, de la amistad y del compromiso social

A la quincena de obras de la primera tanda, añadimos otras 15 de varias épocas y que han supuesto una ruptura de las convenciones literarias

Dejamos a un lado clásicos como ‘El principito’, ‘El señor de los anillos’ o ‘Frankenstein’, también imprescindibles para forjarse como lector

‘Insólitas: Narradoras de lo fantástico en Latinoamérica y España’, de varias autoras (2019).

Más de 25 relatos conforman esta pionera antología de escritoras de ciencia ficción en España y Latinoamérica, casi todas desconocidas por el gran público y con historias llenas de luz y oscuridad que navegan entre géneros pero siempre amarradas a lo fantástico, lo distópico y lo inesperado. La profesora Teresa López-Pellisa, una de las mayores expertas del país en estudios sobre lo fantástico, y el escritor y profesor Ricard Ruiz son los encargados de esta recopilación, planteada como un recorrido transatlántico entre generaciones a través de sus autoras. Hay, por tanto, una gran diversidad. Y el feminismo se alza con fortaleza en sus historias: desde el fabuloso relato ‘Yo, Cocodrilo’, de Jacinta Escudos, que denuncia la ablación del clítoris, hasta ‘El húesped’, de Amparo Dávila, contra la violencia machista. Todos los cuentos esconden sorpresas y mensajes ocultos, ideales de mundos perfectos o inacabados, para cambiar el chip de “masculinidad” asociado a la ciencia ficción. Y que los/as más jóvenes lo descubran desde el principio de sus lecturas.

 

 

‘Federico’, de Ilu Ros (2021).

Nuestro Federico García Lorca, el poeta y dramaturgo universal, icono de generaciones, brilla con más fuerza que nunca en este libro-homenaje en el que la dibujante Ilu Ros ha volcado los trazos más bellos de su trayectoria. Las alegrías y sombras que le tocó vivir, junto a testimonios de quienes le conocieron se fusionan con su propia voz para volver a dar vida a su magnética personalidad. En un paso más allá de las obras de Lorca incluidas en los currículos de ESO y Bachillerato, esta historia ilustrada sirve tanto como arranque para conocer la obra del inigualable literato, como para llegar al final del camino de la mano de sus evocadores y hechizantes dibujos. La juventud descubrirá de cualquier forma un referente de orgullo literario y humano, además de una condensada conciencia de la memoria democrática e histórica de nuestro país. Un “must” ilustrado para todos los públicos.

 

 

‘Amigo imaginario’, de Stephen Chbosky (2019).

Aquí entramos en terreno complejo. Este best-seller de terror está recomendado para mayores de 15 años y es conveniente advertir de que su lectura es del todo perturbadora y escalofriante. O lo que es lo mismo: solo apta para fanáticos del miedo y personas familiarizadas con el más allá literario o con series como la famosa ‘Stranger Things’. El autor, también guionista y director de cine, ha sido más conocido por la novela ‘Las ventajas de ser un marginado’, todo un éxito entre el público adolescente, pero en este compendio de horror y fantasía desempolva a referentes como Stephen King. La historia arranca con Kate, una madre soltera que quiere empezar de cero y se instala junto a su hijo Christopher, de siete años, en una pequeña comunidad aislada del mundo. Al poco de instalarse, el niño desaparece durante seis días y lo localizan, pero con algo nuevo en su interior: una voz, algo intocable y etéreo, le pide que lleve a cabo una misión de la que depende la vida de todos ellos. Lo dicho, solo para jóvenes iniciados/as con ansias de un poco de más de adrenalina.

 

 

‘Rebeldes’, de Susan E. Hinton (1967).

Otro imprescindible. Resulta mágico como este libro ha sobrevivido a tantas generaciones y sigue siendo una de las obras literarias que más gustan a adolescentes y jóvenes. ¿Por qué? La razón tiene más que ver con su sencillo y empático lenguaje que con la famosa adaptación cinematográfica que Francis Ford Coppola realizó en 1983. El relato de un grupo de amigos enfrentándose a los miedos y conflictos más comunes de la juventud de los barrios empobrecidos se construye sobre la figura de Ponyboy, un chaval arropado por sus amigos y sus hermanos que ve cómo su vida da un vuelco inesperado debido a la rivalidad con otra banda. Seguro que nos suena de algo. Lo hemos vivido, se sigue viviendo y seguirá siendo así en el futuro. Es una historia de diálogos sencillos, narraciones cercanas y personajes entrañables. Tan nítida, tan emocionante y tan certera como hace más de 50 años. Sigue siendo una lectura que apasiona y engancha al alumnado en los institutos. Existe la sensación de que así será también dentro de otro medio siglo.

 

 

‘Marina’, de Carlos Ruiz Zafón (1999).

No es la novela más conocida de este famoso escritor, fallecido hace poco más de un año. Pero sí es la más conmovedora y empática con los sentimientos juveniles, mezclados con sus imprescindibles dosis de fantasía, ensoñaciones y fantasmas del pasado. Recoge los elementos de la ‘Trilogía de la niebla’ en general y los mejora para componer un relato mucho más tierno y empático con las inquietudes y pasiones juveniles. Después, con la tetralogía de ‘El cementerio de los libros olvidados’, el escritor ya se adentraría de lleno en una madurez narrativa y de personajes. Por eso ‘Marina’ resulta hoy todavía tan emocionante y sorprendente. En este libro nos adentramos en la historia de un enigma en la Barcelona de 1980, protagonizado por Óscar y la delicada y deslumbrante Marina. Ambos se adentran en una aventura en torno a un misterioso personaje de la posguerra cuya ambición desató una serie de consecuencias que llegan hasta la actualidad. Descubrir a Ruiz Zafón a edad temprana es una de las mejores pasarelas para amar la literatura de por vida.

 

 

‘La metamorfosis’ (Cómic), de Peter Kuper (2007).

La obra maestra de Franz Kafka es un texto complejo para los/as adolescentes. No porque sea difícil la narrativa del escritor checo sino porque, pese a su brevedad, requiere de un bagaje literario para comprender lo que realmente representa en cuanto a la exclusión, el rechazo social, los traumas y las decenas de temas que desarrolla. Resulta también todo un reto visualizar la historia de Gregorio Samsa convertido en un insecto. Por eso el cómic de Peter Kuper supuso toda una revolución en la novela gráfica. En sus dibujos quedan fielmente representadas las imágenes que acuden a nuestra mente conforme avanza esa caída en picado de su protagonista. Entre sus viñetas sufrimos y agonizamos, y resulta de lo más revelador encontrar las claves que puedan ayudar a los más jóvenes a conocer el universo kafkiano, porque todas ellas se encuentran en este asombroso libro. La precisión también se asoma en la selección que Kuper realiza de los diálogos y en el sufrimiento de ese hombre angustiado y atrapado. Gregorio Samsa despierta en esta novela como lo hizo hace más de un siglo, pero acompañado de la ilustración de su grande y trágica historia.

 

‘Neimhaim. El azor y los cuervos’, de Aránzazu Serrano Lorenzo (2018).

En el primer ranking que realizamos en este blog hace tres años hablamos ya de ‘Los hijos de la nieve y la tormenta’, la primera entrega de la saga literaria ‘Neimhaim’. Su segunda parte es ‘El azor y los cuervos’ y no podemos olvidarla en esta nueva lista. No solo supera a la primera entrega en cuanto a la recreación de un universo ficticio, sino que ahonda en cuestiones solo esbozadas en el primer texto. Ahora seguimos la historia de Jörn, el bebé nacido al final del primer libro, y por lo tanto avanzamos en las generaciones de los Reyes Blancos de la península imaginaria que da nombre a la saga. Aránzazu Serrano ha dado a sus fans lo que prometió cuando inició este proyecto, y ha vuelto a despertar pasiones entre el público juvenil por la gran cantidad de historias entrelazadas, pasiones, frustraciones y éxitos que acompañan a sus personajes. Precisamente es en ellos donde reside la fuerza de este libro. La autora es una experta en diálogos, situaciones de clímax y sentimientos universales. Y en acción. Mucha acción y adrenalina literaria puesta al servicio del sueño de los dos clanes en los que se divide (y fusiona) la sociedad de esta obra. Aparte, supone un compendio de valores imprescindibles para el aprendizaje vital como la tolerancia, el anti-racismo, la superación, la libertad afectivo-sexual y el feminismo. Fascinante. 

 

‘Asesinato en el Orient Express’, de Agatha Christie (1934).

Otro libro inmortal. La escritora británica y su detective belga, Hercule Poirot, continúan hoy en día desatando las teorías más rocambolescas sobre esta historia coral de personajes atrapados en este legendario tren debido a una tormenta de nieve. Un tren donde hay un asesinato y donde la intriga, el thriller y los detalles ayudan a despertar la astucia de quien sabe encontrar la llave de su misterio. Su final, uno de los mayores ‘spoilers’ de la historia de la literatura, no es revelado como un mago que saca al conejo de su chistera, sino como un tratado de lógica en el que nos vemos obligados a rehacer nuestros pasos para contemplar las pistas que el camino nos fue dejando. Desde la víctima, Samuel Edward Ratchett, hasta los excéntricos y conmovedores pasajeros que circundan el misterio, el mundo del Orient Express se ha convertido en la historia más famosa de la autora inglesa. Toda una lección moral (que no de moralismo) sobre las consecuencias de las acciones humanas, los cruces de caminos y la capacidad para superar el dolor y la pérdida.

 

 

‘Un monstruo viene a verme’, de Patrick Ness (2011).

El cineasta español J. A. Bayona hizo mundialmente famoso este cuento con su maravillosa adaptación cinematográfica. La película dejó resonando entre los espectadores el secreto de un trauma infantil complejo y muy común. Pero su historia original, la del libro, va mucho más allá. Ambientada en Inglaterra, está protagonizada por un muchacho que lucha por soportar las consecuencias del cáncer terminal de su madre, que es repetidamente visitado en medio de la noche por un monstruo que le va contando historias. El acoso escolar tiene aquí el reflejo del realismo más triste y acuciante, y funciona como elemento vertebrador y catarsis de aquello que ningún niño debería vivir. Resultan fascinantes las historias del monstruo, descubrir de qué lugar de la imaginación proceden y por qué durante la infancia nuestra mente es permeable para lo bueno y para lo malo. Por eso debe cuidarse, para que los monstruos no sean siempre demonios enfurecidos, sino personajes con alma dispuestos a llevarnos de la mano hacia la luz al final del túnel.

 

 

‘La chica pájaro’, de Sandy Stark-McGinnis (2020).

“Me llamo December Lee Morgan. La cicatriz que tengo en la espalda es el sitio donde los huesos y la sangre llevan grabada solo una parte de mi historia”. Este es el asombroso arranque de la historia de una niña de 12 años que considera que su destino es convertirse en un ave. Contrapone todas las ideas del descubrimiento de la identidad personal con las dificultades de integración de su protagonista, cuya infancia ha transcurrido entre casas de acogida. Este libro nos embarca en un caso muy especial pero aborda con gran sensibilidad y sencillez algunos temas universales, revestidos con toda la imaginación de December y su universo paralelo de ensoñaciones. El acoso escolar y los traumas también se abordan con precisión pero no constituyen la motivación principal del relato, que es más bien una necesidad indómita de entrar en el mundo eligiendo entre el cielo o el suelo, entre los sueños o la realidad. Como ocurre siempre en la juventud, hay algo de supervivencia en cada acto cotidiano, y de inmortalidad deseada cuando el tiempo no nos da lo que queremos. Los retos de December son los nuestros, en forma de alas que no tenemos, pero siempre dispuestos a buscar su oportunidad de hacerse reales.  

 

‘Alicia en el país de las maravillas’, de Lewis Carroll (1865).

Otro vuelo diferente es el de Alicia en esta mítica historia del imaginario colectivo. Ninguna obra de la literatura universal, salvo quizás ‘El principito’, ha desatado tantas teorías y ha registrado tantas lecturas diferentes por lo psicotrópico de su argumento. Esa niña que accede a un universo mágico persiguiendo a un conejo que siempre llega tarde. Esa niña que debe hacer frente a enigmas que le plantan delante unos personajes disparatados, poniéndola contra las cuerdas de la lógica. Y esa niña que al final enfrenta los miedos sociales y debe luchar contra el poder autoritario para salvar su cabeza. Siempre fue un peso enorme para este personaje cargar con tal cantidad de aventuras y de diálogos imposibles. Pero el relato de Carroll ha servido para disfrutarlo de diferentes maneras. Como mínimo, una en la juventud, con la curiosidad aventurera de la lectura rápida. Y otra, en la madurez, para desentrañar las claves –ocultas o no- del enfrentamiento de su protagonista con las fuerzas de lo absurdamente real. Desde luego, puede haber hasta tres, cuatro o cinco lecturas y en cada una siempre entra un nuevo ingrediente en la receta. Más dulce o más amargo dependiendo de nuestra experiencia vital, de si caemos con Alicia en el agujero o nos aferramos a una rama para contemplarla desde fuera. 

 

‘Somos naturaleza’, de Katia Hueso (2017).

Con el cambio climático aporreando las puertas de nuestra conciencia, recordándonos cada día que mañana ya será tarde, son los/as más jóvenes quienes deben atesorar, cuanto más pronto mejor, las sencillas enseñanzas de nuestro medio natural. Contra el denominado “síndrome de déficit de naturaleza” surge esta obra como una invitación a retomar lo natural desde numerosas referencias literarias, artísticas, musicales y cinematográficas. Aunque no es el objetivo de su autora, se configura como un manual de pedagogía para iniciados. Para inquietos que no quieren que su mundo sea ruido y furia. Por eso Katia Hueso viaja por teorías muy necesarias. Desde la meditación y el pensamiento libre de cargas negativas, ofrece la visión necesaria de muchas cosas que hemos olvidado y que, asimiladas desde edades tempranas, pueden servir como base de una vida en sintonía con nuestro planeta.

 

 

 

‘El libro de Gloria Fuertes. Antología de poemas y vida’ (2017).

Volvemos a la poesía y también a otra imprescindible. Si existe una autora en España que puede servir a la juventud como puerta de entrada al género, es esta gran poeta. Nadie como ella ha sabido retratar el amor, la libertad y la vida con las rimas despojadas de abalorios y trampas. Versos sencillos y llenos de luz, que se agrandan y menguan entre la tristeza de una realidad anclada en la nostalgia y la esperanza de un futuro lleno de posibilidades. Versos como canciones que acompañan cada momento de su existencia. Un recorrido vital en el que nunca perdió la frescura, esa capacidad para estar pegada al terreno, sin pedestales ni altares, solo sus circunstancias y sus maravillosos ripios acompañándola a cada paso. En concreto, esta antología, realizada con motivo del centenario de su nacimiento, recoge sus poemas más brillantes y apuntes biográficos desvelados tras muchos años de estar a la sombra de otros autores. Es hora de hacerle justicia y de hacerlo además compartiendo sus estrofas con jóvenes y adolescentes, que encontrarán en Gloria Fuertes la descripción más sencilla de esto que llaman vivir. 

 

 

‘Pyongyang’, de Guy Delisle (2005).

Si nos preguntamos: ¿a qué edad fuimos conscientes de que existe un país en el mundo totalmente aislado, autoritario y autosuficiente, del que apenas se sabe nada y que aplica la pena de muerte por decir algo indebido? Esta novela gráfica es una forma magistral de combatir ese etnocentrismo que no nos deja ver más allá de las fronteras de nuestro país y a veces de nuestro barrio o de nuestra casa. El dibujante canadiense cuenta sus ‘aventuras’ en la capital de este país, donde acudió a trabajar en el sector de la animación, fuertemente vigilado y con indicaciones de a dónde podía ir y a dónde no. A través de sus viñetas, nos adentramos en las tripas de un estado totalitario y opaco donde el culto al líder es la única religión y donde la sociedad se mueve al compás de la rigidez económica, sin derechos humanos ni apenas protección internacional. Delisle consigue contar su historia de manera comprensiva y casi minimalista en ocasiones, solo con los dibujos de las representaciones visuales que consiguió captar en su memoria durante los meses que allí permaneció. Aunque en este ranking la elección es ‘Pyongyang’ por su proyección y originalidad, otras de sus obras como ‘Crónicas de Jerusalén’ o ‘Crónicas birmanas’ sirven igualmente para viajar a territorio desconocido de la mano de quien sabe cómo adentrarse en lo que verdaderamente importa.

‘Picnic’, de Fernando Arrabal (1952).

Levantamos el telón para una de las mejores obras del teatro español. Pacifista, ingeniosa y desternillante, es probablemente también la pieza escénica más conocida de este particular dramaturgo. En ella se cuenta la historia de un matrimonio que decide ir a la guerra a visitar a su hijo Zapo, un soldado, al que proponen pasar un día de campo en pleno frente de batalla. Como suena. Los diálogos absurdos se entremezclan con el pasmo e incredulidad del soldado, quien además también recibe otra sorpresa: un enemigo llamado Zepo, exactamente igual a él pero con otro uniforme, se une al picnic. Ni que decir tiene que las conversaciones entre los cuatro protagonistas retratan las circunstancias de cada uno en un contexto claramente antibelicista y cargado de simbolismo, mientras la escena se va llenando de elementos que confluyen en su final. Una pieza teatral inmortal y necesaria para despertar el interés, no solo por las artes escénicas, sino también por la originalidad de sus diálogos y su mensaje en forma de bandera de la paz.

 

 

‘El curioso incidente del perro a medianoche’, de Mark Haddon (2003).

Uno de los mayores fenómenos de los últimos años llegó de  la mano de este escritor, ilustrador y profesor de origen británico. Haddon trabajó durante años con alumnos con discapacidad física e intelectual y en su primer libro narró con una sencillez pasmosa las numerosas vicisitudes que vive un adolescente de 15 años con diversidad funcional. La mayoría de las teorías apuntan a que el joven protagonista tiene autismo, pero nunca en la narración se menciona, por lo que también se ha apuntado al Síndrome de Asperger. De cualquier forma, el autor habita su mente de una manera prodigiosa, nos ayuda a liberarnos de prejuicios sobre las personas con capacidades diferentes y nos enseña que las emociones poco tienen que ver con las máscaras de nuestra conducta.

 

 

 

‘El bosque animado’, de Wenceslao Fernández Flórez (1943).

Durante la oscura posguerra española publicó este libro el escritor gallego, una fábula de fantasía y personajes entrañables que es todo un llamamiento a la ecología, al respeto al medio ambiente y al cuidado de los bosques. Narra la vida de todas las criaturas, animales y árboles, que viven en la fraga de Cecebre, en el corazón de Galicia, a través de más de una quincena de capítulos totalmente independientes pero unidos entre sí por varios personajes y vivencias. Su estilo es cercano y amable, lleno de un profundo mensaje que con el tiempo ha ido ganando seguidores por su contribución a la biodiversidad y al realismo mágico. A todo ello rindió homenaje la célebre película que José Luis Cuerda realizó en 1987, a la que dio el mismo nombre.

 

 

 

‘Yo soy Malala’, de Malala Yousafzai y Christina Lamb (2013).

Todo un símbolo de tolerancia para la humanidad, la paquistaní Malala, Premio Nobel de la Paz, fue la niña que se hizo famosa en todo el mundo tras sobrevivir a un atentado únicamente por defender los derechos de las niñas a ir a la escuela. En el libro narra estos hechos, que son los de una familia desterrada de su país por el terrorismo global. Entre su relato se encuentra la fuerza que una sola persona puede tener para cambiar el mundo, desde que con tan solo 11 años comenzó a escribir bajo el seudónimo Gul Makai en un blog en defensa del derecho a  la educación. Malala, que hace poco pudo regresar a su país sigue actualmente en esta lucha. Navegar por la historia de su libro es descubrir cómo construir un planeta más justo.

 

 

 

‘Neimhaim. Los hijos de la nieve y la tormenta’, de Aránzazu Serrano Lorenzo (2015).

La literatura fantástica española se puso de gala con la primera entrega de la saga de esta escritora madrileña. Fruto de un enorme trabajo de investigación y de numerosas fusiones entre la épica celta y la vikinga, narra el nacimiento de una estirpe de reyes en la península ficticia de Neimhaim, donde conviven dos clanes, los ‘kranyal’ y los ‘djendel’, tan diferentes como condenados a entenderse para hacer pervivir sus civilizaciones. Procedentes de cada uno de ellos son Saghan y Ailsa, sus carismáticos protagonistas, quienes deben aceptar su destino, sus limitaciones y sus miedos, al tiempo que se preparan para su futuro como Reyes. En breve se publicará su segunda entrega, ‘El azor y los cuervos’.

 

 

 

‘Play’, de Javier Ruescas (2013). 

De esta novela se ha dicho que ha roto todos los clichés de la literatura juvenil. Los vaivenes de la adolescencia son solo un telón de fondo para una historia mucho más profunda y humana a caballo entre dos hermanos, Leo y Aarón, completamente diferentes y enfrentados, pero repletos de sueños que consideran inalcanzables. Es ahí, en las metas del talento juvenil muchas veces escondido, donde se encuentra el punto de inflexión que permitirá el acercamiento de ambos a través de la música. Llena de diálogos frescos y anclados en la modernidad de las redes sociales y de las generaciones multimedia, su autor ha conseguido aunar todos los ingredientes para entender por qué parece que los alrededores son muros hostiles imposibles de escalar.

 

 

 

‘Olvidado Rey Gudú’, de Ana María Matute (1996). 

Es quizás la novela más emblemática de una de las mejoras escritoras en lengua hispana. Una obra de fantasía medieval que concibió como alegato contra la guerra y que se ha convertido en obra de culto y casi universal, más de 20 años después de su publicación. Cuenta el nacimiento y la expansión del Reino de Olar a través de varios años donde la absoluta protagonista es Ardid, una niña sureña que atravesará una serie de obstáculos y enfrentamientos entre distintos pueblos para conseguir la paz. En su camino, multitud de personajes que beben de la mitología, de la magia y de varios referentes, son el complemento perfecto para esta fábula, que al mismo tiempo supone un retrato de la historia del pensamiento humano y de las divisiones ancestrales de las civilizaciones entre el norte y el sur.

 

 

 

‘Matar a un ruiseñor’, de Harper Lee (1960).

Sobre el aprendizaje en la infancia giran todos los acontecimientos de esta obra maestra de la literatura universal, cuya autora ganó el Premio Pulitzer tras su publicación. El racismo, la tolerancia y la integridad moral son solo algunos de los temas que aborda esta historia, basada en una experiencia real que la escritora vivió cuando solo tenía 10 años. En el libro narra la historia de la niña Scout Finch a través de la figura de su padre Atticus, abogado en un pequeño pueblo sureño de Estados Unidos, donde ejerce la defensa legal de un hombre negro acusado de violación, mientras sus hijos luchan contra los prejuicios del un vecindario. El libro adquirió aun más relevancia gracias a la película que después rodó Robert Mulligan con Gregory Peck de protagonista.

 

 

‘Por trece razones’, de Jay Hasher (2017). 

El fenómeno televisivo del año pasado está basado en esta novela que antes de la existencia de la serie ya se había convertido en un ‘best-seller’ en Estados Unidos. En sus páginas descubrimos, contada mediante 13 cintas de audio, la triste historia que vive la joven Hannah antes de su suicidio. Las encuentra su amigo Clay en una misteriosa caja, entrando en una espiral de acontecimientos que señalan a todas las personas que de una forma u otra llevan a Hannah a tomar su terrible decisión. El acoso escolar es aquí el resorte de un relato que también ahonda en las vidas de todos los personajes, en una suerte de radiografía psicológica sobre la impotencia y la soledad.

 

 

 

‘El guardián entre el centeno’, de J. D. Salinger (1951).

Es cierto que esta obra sí que responde a ese concepto de “clásicos” recomendados siempre a los adolescentes. Pero resulta muy difícil desprenderse de ella, sobre todo porque sigue resultando plenamente vigente y fascinando a los nuevos lectores. La controversia que acompañó a su publicación en la conservadora Norteamérica no resulta tan polémica hoy en día pero las peripecias y reflexiones de Holden Caulfield, su rebelde protagonista, pocas veces han sido tan bien sintetizadas a través en un relato adolescente. La expulsión de su colegio lleva a este antihéroe de 16 años a recorrer los bajos fondos de Nueva York por no querer regresar a sus casa a dar explicaciones. Ahí comienza su aventura, su “guardia” y su apertura al mundo.

 

 

 

‘Maus’, de Art Spiegelman (1977-1991).

Uno de los mejores cómics del mundo, se trata de una serie de obras que se publicaron durante más de diez años en la revista ‘Raw’ y, que una vez integradas en un único volumen como novela gráfica, ganaron también del Premio Pulitzer. De carácter semi-biográfico supone un encontronazo sin límites con la historia del holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial a través de la memoria del padre del autor en conversaciones con su hijo. Representando a los nazis como gatos y a los judíos como ratones, el historietista recorre lo nunca contado sobre este genocidio desde la visión de un superviviente, en un relato donde el horror de los detalles no para de crecer. Es un referente imprescindible para no repetir el horror de un siglo plagado de guerras.

 

 

 

‘Lágrimas en la lluvia’, de Rosa Montero (2011).

Es una de las novelas más sui generis de la famosa escritora española, tanto dentro de su carrera literaria como en todo el panorama español. El título está basado en la famosa frase que el androide Roy pronuncia al final de la película ‘Blade Runner’, la historia a la que homenajea este libro feminista a caballo entre la novela negra y la ciencia-ficción y centrado en la figura de la replicante (rep) y detective Bruna Husky. Nos sitúa en unos hipotéticos Estados Unidos de la Tierra, en el Madrid del año 2109, cuando su protagonista debe resolver el aumento de muertes de replicantes enloquecidos, en medio de un entorno hostil, inmoral y corrupto. Cuenta con una segunda parte, ‘El peso del corazón’, donde ahonda aún más en su heroica protagonista, en su lucha contra una fecha de caducidad imposible de sobrellevar.

 

 

 

‘Leviatán’, de Paul Auster (1992).

Descubrir a este escritor estadounidense, uno de los mejores autores vivos de todos los tiempos, es navegar para siempre en su tremenda capacidad para generar relatos dentro de otros relatos, como un juego de muñecas rusas. Este libro fue hace más de 25 años el reflejo inicial de esa imaginación desbordante donde el misterio en torno a la muerte de un hombre se cuenta en el libro que escribe el propio protagonista. A través de sus páginas, comienza un enfrentamiento entre el autor y su obra, entre Peter Aaron (biógrafo) y Benjamin Sachs (biografiado y muerto) que traspasa los límites de la literatura. La realidad y la ficción difuminan los límites de la moral, de donde nace el leviatán, ese monstruo demoníaco del mar con forma de un ser humano casi indefinible.

 

 

 

‘El amor en los tiempos del cólera’, de Gabriel García Márquez (1985).

Una de las historias de amor más míticas de la historia de la literatura la protagonizan Florentiza Ariza y Fermina Daza, los dos protagonistas de este cuento del escritor colombiano, Premio Nobel de Literatura. Con ella rompió los moldes del amor convencional, para presentarnos a estos dos amantes condenados a estar separados durante décadas, en medio de las continuas transformaciones de su contexto histórico y de la devastación de sus vidas, aunque en ningún momento se menciona dónde se desarrolla el relato. Con multitud de géneros entre la novela romántica, el realismo mágico y el periodismo narrativo, el autor se inspiró en sus padres para la historia, en la que vierte los componentes que le convirtieron en uno de los escritores más importantes del mundo.

 

 

 

‘Ensayo sobre la ceguera’, de José Saramago (1995).

Otro Premio Nobel de Literatura para recomendar en esta lista una de las novelas más controvertidas de las últimas décadas y probablemente también de este ranking. En una ficción de carácter social en la que la humanidad pierde la vista de forma repentina: una ceguera blanca y sin explicación. Solo una mujer seguirá viendo. ¿Deberá someterse al poder de los ciegos? Su estilo narrativo es complicado porque no separa los diálogos y prácticamente ninguno de los personajes tiene nombre. Además, contiene pasajes de extrema violencia de los que siempre es conveniente avisar. Sin embargo, por ello es tremendamente didáctica para conocer hasta dónde puede llegar la maldad del ser humano para sobrevivir y cómo puede ser combatida desde la solidaridad colectiva.

 

 

 

‘Persépolis’, de Marjane Satrapi (2000).

Es otra de las novelas gráficas imprescindibles para los jóvenes, y que convirtió a su autora en todo un símbolo mundial de la libertad. De carácter autobiográfico narra su vida desde la infancia en Teherán (Irán) cuando se produjo la revolución islámica que acabó con muchos de los derechos y libertades del país, hasta su juventud en Europa, donde se encuentra con una sociedad (la occidental) que no comprende, atestada de prejuicios y desconocedora de la historia más allá de sus fronteras. La historia fue adaptada al cine de animación en 2007 y obtuvo el Premio del Jurado del Festival de Cannes, junto con una trayectoria que la ha colocado entre los referentes más necesarios para traspasar los límites de nuestro confort.