El próximo 21 de septiembre se celebra el Día de la Paz, una jornada para subrayar la importancia de conseguir la paz en todo el mundo. Este año el tema elegido por las Naciones Unidas para celebrar este día ha sido “Acciones para la paz: nuestra ambición para los Objetivos Mundiales”. Una llamada a la acción para que todos y todas nos demos cuenta de nuestra responsabilidad individual y colectiva de promover la paz. Además de ser conscientes de que el fomento de la paz también contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Los y las jóvenes tenéis un papel fundamental en la promoción de la paz, la resolución pacífica de los conflictos y la no violencia como ciudadanos y ciudadanas comprometidos con los Derechos Humanos. Jóvenes como agentes de cambio que luchan contra la desigualdad, impulsan medidas frente al cambio climático y promueven y protegen los derechos humanos.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha declarado que “la paz es más necesaria que nunca. La guerra y los conflictos están provocando devastación, pobreza y hambre y desplazando a decenas de millones de personas de sus hogares. El caos climático afecta a todo el planeta e incluso los países en los que reina la paz se ven sacudidos por enormes desigualdades y polarización política”.
Por eso en este artículo queremos destacar a tres jóvenes que desde diferentes puntos del planeta han contribuido a la paz: Malala, Greta Thunberg y Divina Maloum.
Malala es una joven activista pakistaní que por su labor en la defensa de la educación de las niñas recibió el Premio Nobel de la Paz en 2014 y se convirtió en la persona más joven en recibir este galardón. Malala nació y creció en Pakistán y desde muy pequeña luchó por el derecho a la educación. Su padre, maestro de profesión, le inculcó desde muy pequeña la importancia de la educación, por eso su máximo objetivo ha sido que ninguna niña en su país deje de ir a clase.
En 2009 los talibanes prohibieron en Pakistán que las niñas asistieran a clase, así que ella y otras compañeras organizaron una marcha pacífica para que esa prohibición fuera abolida. También participó en programas de televisión y en otras actividades en defensa de la educación y por ese motivo en 2012 fue atacada cuando viajaba desde la escuela hacia su casa en autobús. Quedó malherida y junto con su familia huyó a Reino Unido. Con su ejemplo ha inspirado a muchas niñas y jóvenes en su país para seguir luchando por el derecho a la educación.
“Si se quiere acabar la guerra con otra guerra nunca se alcanzará la paz. El dinero que se invierte en tanques, armas y soldados se debería gastar en libros, lápices, escuelas y maestros”, dijo en un discurso ante miembros del Banco Mundial.
Divina Maloum es una joven activista y agente de cambio por la paz en Camerún, fundadora a sus 12 años de la organización Children for Peace en su país. Con 14 años, fue ganadora del Premio Internacional de la Paz para Niños junto a Greta Thunberg.
En Camerún junto a otros jóvenes enseña a 5.000 niños al año que tienen la opción de decir no a la violencia. La historia empezó en 2014 cuando visitó a su familia en el norte del país, y allí fue testigo del impacto de la radicalización y el extremismo violento en los niños y niñas que sufren explotación, abuso, reclutamiento para participar en conflictos y matrimonios infantiles. Para luchar contra esto empezó la campaña “Estoy defendiendo la paz” y creó el movimiento Niños por la Paz, para promover la participación infantil en la construcción de la paz y el desarrollo sostenible. Para que el mensaje llegara a muchos niños y adolescentes de su país y que el idioma no fuera un problema creó unos dibujos animados para explicar los horrores del extremismo violento y la importancia de la educación.
Greta Thunberg es quizás la joven activista medioambiental más conocida a nivel mundial.
En Suecia, donde nacieron las marchas contra el cambio climático, pero también a nivel internacional, ha movilizado a más de siete millones de niños en todo el mundo para luchar por la justicia climática. Muy preocupada por el cambio climático y la inacción política Greta se sentó frente al parlamento de Suecia el 20 de agosto de 2018 con una pancarta casera que decía: skolstrejk för klimatet (huelga escolar por el clima). La huelga escolar de Greta se extendió a otras ciudades suecas, a otros países europeos, y también a otros continentes. Millones de jóvenes se unieron a los Viernes para el Futuro (Fridays for Future) en huelga por la justicia climática.