* Mar Herranz.
Repasamos algunos hitos de la historia de los movimientos feministas para entender, y también abrazar, la diversidad de los movimientos del presente. Desde las primeras teorías feministas de mujeres de piel blanca hasta la “Teoría King Kong”, pasando por el feminismo afro y el feminismo postcolonial.
Este año, en algunas ciudades españolas, ha habido división entre las manifestaciones feministas del 8M, por disensiones en torno a temas como la autodeterminación de género contemplada en la nueva Ley Trans, la prostitución y la pornografía. Son aspectos controvertidos que han hecho que los movimientos feministas salgan divididos a la calle para conmemorar el 8M y reivindicar, de forma diferente, la lucha por los derechos de las mujeres.
En realidad, esto no es nuevo; el feminismo nunca ha sido un movimiento exento de discrepancias internas. Sería más correcto hablar de feminismos en plural porque, desde sus inicios, siempre ha habido corrientes que reclamaban sus hechos diferenciales con respecto a los discursos más extendidos.
Las pioneras y quienes las discutieron
Las primeras teorías feministas surgieron en contextos de mujeres de piel blanca, de clase social media alta y con estudios universitarios, lo cual marcó un sesgo en sus planteamientos hacia la liberación de las mujeres, pensada desde las mujeres y para las mujeres de estas características, sin tener en cuenta a las que no cumplían estos requisitos. Estas primeras teorías que se centran en la discriminación sufrida por una parte de la humanidad por el hecho de pertenecer al género femenino, lo problematizan de forma idéntica para todas las mujeres en igual medida. Consideran que todas tienen los mismos intereses y deben luchar movidas por las mismas motivaciones para liberarse del patriarcado universal.
En los años 80, surgieron otras voces que alertaron de esta simplificación, que no deja de significar una mirada etnocéntrica, y pusieron sobre la mesa la complejidad de la situación de “otras” mujeres y la necesidad de escucharlas, de tenerlas en cuenta, de analizar sus contextos para incluirlas en las políticas y en las soluciones propuestas.
Fueron las feministas negras afroamericanas las que primero se rebelaron contra las visiones unilaterales del feminismo blanco, siendo bellhooks[1] una de las escritoras más representativas de esta tendencia. En su crítica a “La mística de la feminidad” de Betty Friedan, una de las primeras obras feministas en Estados Unidos, bellhooks destaca la omisión de las necesidades de más de un tercio de las mujeres norteamericanas en ese contexto histórico. Al decir que las amas de casa quieren algo más que un marido, unos hijos y unas tareas domésticas en las que ocupar su tiempo, Friedan ignora la situación de muchas otras mujeres que desearían poder tener esa “desocupación”, dado que por su situación económica y su clase social se ven obligadas a trabajar en largas jornadas y en duras condiciones laborales.
bellhooks destaca la superioridad implícita en el discurso feminista blanco al erigirse sus representantes como descubridoras de la liberación y del camino a seguir, mientras que, en realidad, las mujeres negras pobres, y otras en su misma situación, también sufren la opresión en sus propios cuerpos; también adquieren conciencia de desigualdad y de discriminación porque la viven a diario.
El feminismo post-colonial
Las perspectivas sustentadas por la mayoría de feministas blancas de la época se enmarcan dentro del colonialismo o eurocentrismo, considerando la superioridad de los planteamientos occidentales como si fueran los únicos posibles y válidos, desoyendo otras realidades a las que resulta necesario incluir a la hora de realizar análisis y de ofrecer soluciones no unívocas. Hoy en día nos resulta evidente que las teorías elaboradas por las mujeres blancas, burguesas, con estudios universitarios, no son una forma de ‘liberación’ incuestionable que pueda imponerse a todas las demás mujeres.
Chandra Talpade Mohanty es una de las feministas más críticas con las visiones reduccionistas del feminismo occidental, siendo una de las más reconocidas representantes del llamado “feminismo postcolonial”, que lleva cabo una exhaustiva crítica a la mirada sobre la “mujer del tercer mundo” producida por el feminismo en Occidente. En su obra “Bajo los ojos de occidente: academia feminista y discurso colonial”[2] aborda los principios analíticos presentes en el discurso occidental. Las mujeres del “tercer mundo” son representadas como incultas, ignorantes, pobres, limitadas a las tareas domésticas, víctimas, etc. mientras que las mujeres occidentales son el prototipo de mujer culta, educada, con autonomía y con control de sus decisiones. El feminismo postcolonial surge como crítica al feminismo europeo hegemónico y a sus postulados de universalizar las problemáticas de las mujeres y de dividir los contextos en partes binarias opuestas.
Los debates del presente
Para ahondar sobre las posturas con respecto a la prostitución y la pornografía creo que es muy conveniente leer el libro “Teoría King Kong”, de Virginie Despentes[3]. Partiendo de su experiencia personal, se postula como defensora de la prostitución libremente elegida. Quizás esta frase pueda parecer contradictoria, pero en su libro, que engancha desde el principio porque es un texto muy ágil y muy directo, Virginie Despentes ofrece argumentos muy interesantes a tener en cuenta para establecer diálogos y debates sobre el tema.
La Agenda 2030, que afecta a todos los países, tiene como uno de sus lemas “No dejar a nadie atrás”. El ODS 5 busca lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas. Quizás, para conseguirlo, habría que hacer un poco más de hincapié en la diversidad de las formas de empoderamiento a través de los feminismos, en plural.
[1] bellhooks (1984) “Black women: shaping feminist theory” Feminist theory from margin to centre, South End Press, pp. 33-50
[2]TalpadeMohanty, C. (2008) “Bajo los ojos de occidente. Academia feminista y discurso colonial” En: Suárez Navas,L. Hernández, A. (eds) “Descolonizando el feminismo: teorías y prácticas desde los márgenes. Madrid: Cátedra. (Versión actualizada y modificada del artículo publicado en Boundary 2 12, nº 3/13, nº1 (primavera/verano, 1984)
[3] Despentes, Virginie (2006) “Teoría King Kong”, Literatura Random House
*Mar Herranz es licenciada en Geografía e Historia, Experta en Documentación y Máster en Cooperación al Desarrollo y Educación Intercultural. Cuenta con más de 30 años de trayectoria profesional en Fad y ha dedicado los últimos catorce a la gestión de subvenciones para proyectos de Cooperación en América Latina y de Educación para la Ciudadanía Global en España, todo ello con el fin de construir un mundo más justo, menos desigual y más sostenible, siempre con enfoque de género y bajo el paraguas del feminismo y la interseccionalidad.