*Aitana Martos Sánchez*
La Escuela de Arte Urbano desarrollada en el Área Metropolitana de San Salvador es una actividad que persigue minimizar los impactos sociales de la pandemia a través del aprendizaje y puesta en escena de formas de expresión artística. Dirigida a adolescentes y jóvenes, con especial atención a mujeres, ha significado un reconocimiento a su resistencia y a sus historias de vida, que responden a una violencia estructural y de género.
Muralismo, música, teatro y producción audiovisual: cuatro formas de expresión artística que han aprendido a poner en práctica chicos y chicas en el marco de la Escuela de Arte Urbano del proyecto “Promoción del Derecho a una vida libre de violencias y de la autonomía socio-económica de adolescentes y jóvenes, con especial atención a mujeres, del Área Metropolitana de San Salvador, como respuesta para minimizar los impactos sociales de la COVID-19”, financiado por el Ayuntamiento de Madrid.
La Escuela de Arte Urbano se ha articulado en cuatro jornadas y un festival de cierre. Todas las actividades han sido orientadas desde el derecho a una vida libre de violencias y han buscado fortalecer a la juventud salvadoreña participante, con foco en mujeres jóvenes para enfrentar las dificultades de su día a día (violencias laborales y económicas y violencia de género). También han tenido como objetivo favorecer redes de jóvenes organizadas desde el apoyo psico-social, fomentar el emprendedurismo desde la creatividad e involucrar a las instituciones en la defensa de los derechos humanos de la juventud desde la vinculación con líderes y referentes del mundo adulto.
TALLERES CON ISAAC SOSA, ARIS MC Y COLECTIVOS ARTÍSTICOS
El primer taller estuvo a cargo del muralista Isaac Sosa y abordó las brechas de género entre el arte masculino y el arte femenino. El facilitador invitaba a la reflexión de por qué se vincula el arte desde una perspectiva masculinizada si las mujeres en toda la región de Centroamérica han ocupado siempre espacios protagónicos en el arte, lanzando fuertes mensajes feministas que incorporan el cambio de narrativas en la sociedad.
En la segunda sesión, centrada en el hiphop femenino, la artista Aris Mc contó la historia de este género musical y de cómo fue mayormente utilizado por hombres hasta que las mujeres han abierto su propio camino desde diferentes trincheras. Se hizo un ejercicio práctico que permitió escribir letras propias con cada idea de las asistentes al taller para mostrar sus luchas y cómo, desde el arte urbano, rap, trap y freestyle se pueden visibilizar realidades, problemáticas e historias de vida como ha hecho el grupo Hip Hop femenino El Salvador.
En el tercer y cuarto taller, de teatro y producción audiovisual, se realizaron actividades corporales y de desarrollo del sentido creativo contando con la participación de jóvenes de diversos colectivos y colaboraciones. Desde las técnicas del Teatro del Oprimido y las de la creación colectiva, con los lenguajes del propio cuerpo y los de la imagen y el sonido, se crearon guiones para puestas en escena teatrales y materiales para obras audiovisuales, que involucraron a cada participante en su propia historia de vida para ser reconocida por sí misma y por los y las demás.
EL FESTIVAL “CUERPOS LIBRES” Y EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN SOCIAL EN EL SALVADOR
El colofón a los talleres ha sido la participación en el Festival “Cuerpos Libres”, que afronta la problemática de las personas del colectivo LGTBIQ+ en El Salvador. El Festival ‘’Cuerpos Libres, ¡Justicia para Todas!’’ es un espacio que reúne a artistas de El Salvador, Guatemala y Honduras, y que visibiliza a través de arte los impactos de la penalización absoluta del aborto en la vida de las niñas, adolescentes, mujeres jóvenes y cuerpos gestantes en estos países. Se realizó una presentación de los audiovisuales, murales y canciones trabajados en los talleres realizados desde el mes de febrero del pasado año.
Para entender la importancia de la integración estos procesos creativos en el desarrollo adolescente y juvenil, hay que tener en cuenta el contexto de El Salvador, donde la juventud es un colectivo especialmente vulnerable, que se encuentra en alto riesgo de exclusión y se enfrenta con barreras para el acceso a los recursos y a la educación. Asimismo, el Estado de Excepción en el que se encuentra el país desde marzo de 2022 ha dificultado el trabajo de intervención con este colectivo, que se ha visto más afectado y que está de forma constante más expuesto a violencias, viéndose también afectadas muchas personas y organizaciones defensoras de derechos humanos.
*Aitana Martos Sánchez* es parte del equipo de Fad Juventud en El Salvador, donde trabaja coordinando proyectos que contribuyen a que las mujeres locales puedan ejercer su derecho a vivir una vida libre de violencias. Aitana es mediadora cultural especializada en el papel de las narrativas femeninas como herramienta de restauración del tejido social en sociedades postconflicto de Medio Oriente. Además, cuenta con formación especializada en feminismos decoloniales y ha participado en iniciativas que buscan posicionar las memorias de las mujeres en relación con la Guerra Civil de El Salvador.