¿En qué términos reflexionar, desde la adolescencia, sobre la implicación de los hombres desde el nacimiento en el cuidado de la descendencia? Abogamos por el diálogo sobre paternidades, en positivo, como forma de cambio social.
Chicos, chicas, quizás esta buena noticia os afecta poco ahora, pero, creedme, es una alegría grande que se vayan igualando los permisos de maternidad y paternidad (sin entrar a valorar que 16 semanas son muy, muy pocas). Sabemos que tenéis vuestra propia opinión al respecto porque os lo hemos preguntado en el último Barómetro sobre Juventud y Género del ProyectoScopio, en el que el 68,8% de las encuestadas y el 55,4% de los encuestados estabais “totalmente de acuerdo” con la idea de igualar los permisos para la madre y para el padre.
Ritxar Bacete, antropólogo especializado en nuevas masculinidades, en una de sus felicitaciones a los padres feministas, nos indica que: “Aproximadamente el 80% de los hombres serán padres biológicos en algún momento de sus vidas”. O sea, que esto parece un tema importante, aunque te pille lejos. Este autor nos indica también que los permisos de paternidad iguales (e intransferibles, algo que no contempla aún la ley) son fundamentales para cambiar la forma de los hombres de estar en el mundo, porque desde el principio se incorporan a la cultura del cuidado, como lo hace la mujer, y esto a su vez va conformando un cambio estructural y colectivo, más allá de leyes y de políticas. Es decir, es parte de la conformación de una sociedad nueva. ¡Ahí es nada!
Dicho esto, nos da que pensar que el 8,3% de las chicas jóvenes y que el 15,6% de los chicos estéis totalmente en desacuerdo con la medida, más allá de ideologías. Y, con perspectiva de género, es muy significativo que seáis casi el doble de vosotros los que lo pensáis. ¿Es por lo que veis en vuestras familias? ¿Por lo que veis en las series? ¿En Instagram? ¿Por los juegos a los que jugabais en la infancia? ¿Qué diferencia la paternidad de la maternidad? ¿Qué entendéis por coeducación? ¿Por equidad? ¿Qué imagen tenéis de la primera etapa de la vida de un/una bebé, de un posparto, de una poscesárea? ¿Contempláis los supuestos de adopción y acogida y la importancia de los dos progenitores? ¿O los casos de familias homoparentales? ¿Y los efectos en la vida laboral de una baja: sobre la contratación de mujeres y hombres jóvenes, sobre la interrupción de las mejoras? ¿Pensáis en términos biológicos, sociales?
El diálogo está servido. Son muchas preguntas y otras muchas las que nos dejamos en el tintero virtual. Preguntad a vuestros padres, madres, profesoras, profesores, tutores, tutoras, amigas y amigos… La actualidad nos impone algunos temas de opinión más o menos relevantes y este, dada la tendencia europea a equiparar los permisos de madres y padres, parece que nos atañe a muchos y muchas, incluso a los que no queramos tener hijos/hijas, pues forma parte de la sociedad en que vivimos, trabajamos, crecemos y nos relacionamos. Nuestra propuesta es pensar en positivo, ya lo sabéis, con todo lo que eso conlleva. Pero, por favor, pensemos. Y, definitivamente sí, en positivo. En este caso, con el objetivo de desarrollar una visión más completa de la paternidad o, lo que es lo mismo, de promover el desarrollo de nuevas (y mejores) paternidades.