Con 23 años y procedente de la localidad sevillana de Mairena de Alcor, Eduardo Rojas Soto es uno de los primeros graduados en la formación gratuita en IT Support que ofrece la beca Work in Tech (WiT). Es técnico de Sistemas Microinformáticos y Redes, y se define como una persona ordenada, con las ideas claras y a la que le gusta trabajar en equipo. En esta entrevista nos cuenta su experiencia con WiT y nos adelanta sus próximos retos profesionales.
¿Qué te impulsó a solicitar tu beca WiT en IT Support?
Me gusta mucho el mundillo de la informática desde muy pequeño y soy muy curioso. Encontré la beca WiT y me dije: ¡Esto me interesa! Seguro que aprendo algo nuevo o, al menos, aprendo a verlo de una forma distinta, que siempre es enriquecedor.
Antes de realizarla ya habías completado un grado de FP en “Sistemas microinformáticos y redes”, ¿cómo comienza tu historia con la informática?
No sé si fue con tres años o con cuatro (ríe). Mis hermanos y mi hermana tenían PC, yo veía cómo jugaban o hacían trabajos con el ordenador y también quería “tocar”. Cuando me dejaban me metía en todos los menús, en todas las carpetas. Después, vino Internet y aprendí a descargarme cosas. Llegó un punto en el que pensé: “¿Cómo funciona esto por dentro?” Entonces empecé a desmontar los dispositivos, también los móviles. ¡Creo que hasta rompí alguno!
Cuentas con experiencia en el sector hostelería, que no tiene nada que ver con tecnología, pero sí mucho con aprender a tratar con las personas. ¿Cómo casan ambas vertientes de tu perfil? ¿Crees que son complementarias?
Haber sido camarero me ha enseñado a ponerme en el lugar del otro, a desarrollar la empatía y a tener paciencia. Por ejemplo, cuando la gente va a tomarse algo, suele quejarse cuando tardan en atenderles. Yo, en cambio, me pongo en el lugar de quien está sirviendo porque he estado ahí. Con la informática me ocurre exactamente lo mismo, si alguien me plantea un problema, que no le funciona el móvil o no se conecta a Internet, por ejemplo, yo soy capaz de ponerme en su lugar y ayudarle de una forma más personalizada.
“Hay gente muy buena en los pueblos y ese talento se está perdiendo porque nos centramos solo en las ciudades”.
Volviendo al tema de la tecnología, ¿crees que las TIC son una aliadas en la búsqueda de empleo o, por el contrario, piensas que han “complicado las cosas” a los y las jóvenes de hoy en día?
La tecnología nos ha facilitado mucho las cosas a las personas jóvenes porque ahora podemos buscar cualquier empleo desde cualquier sitio. Yo vivo en un pueblo de Sevilla y puedo buscar trabajo aquí, en Barcelona o en Madrid, incluso desde mi propia casa. Antes dependías más de conocer gente o de ir sitio por sitio preguntando. Ahora, puedes acceder a plataformas como Infojobs o LinkedIn a través del móvil y es muchísimo más fácil.
¿Y en tu tiempo libre? ¿Ocupan las TIC un papel activo?
¡Muchísimo! Utilizo Internet continuamente, viendo películas o series en el ordenador, con mi novia, jugando… Ayer mismo, me llamó un amigo y me dijo “Edu, me he comprado un disco duro nuevo SSD, ¿me lo puedes clonar? Puedes venir a mi casa a hacerlo”. Y yo le dije “Mejor me conecto con tu PC y lo hago desde la mía”. Y, con los móviles, me pasa igual, es muy típico que siempre le pidan todo al “informático de la familia”.
Procedes del municipio sevillano de Mairena de Alcor, ¿qué ventajas e inconvenientes tiene residir en una localidad pequeña, comparado con vivir en una gran ciudad?
Como ventajas, destaco la tranquilidad del pueblo y que el aire está mucho más limpio, pero hay mucho menos trabajo y muchas menos opciones para formarte que en las ciudades. Hay gente muy buena en los pueblos y ese talento se está perdiendo porque nos centramos solo en las ciudades. También es verdad que aquí, en mi pueblo, últimamente se ofertan muchos cursos a través de distintas asociaciones. Otro inconveniente del entorno rural es que tienes menos intimidad porque te conoce todo el mundo y eso es algo que no a todo el mundo le hace gracia (ríe).
¿Qué aspectos positivos sobre WiT te gustaría destacar?
Destaco especialmente dos cosas. La primera es que la estructura de WiT está muy bien pensada, la distribución de los cursos y demás. Y la segunda es que el ambiente es muy bueno porque, aunque sea una formación online., hay muy buen rollo a través de Slack. Además, en esta formación tienes práctica real, te conectas al servidor y haces las cosas directamente sin tener que descargarte nada. Los vídeos también son muy buenos, “cortos pero intensos”.
¿Qué le aconsejarías a otros chicos y chicas que deseen realizar esta formación?
A otros chicos y chicas les diría que lo hagan porque es una oportunidad muy buena y las plazas son limitadas. Aprendes mucho en muy poco tiempo, aunque tienes tres meses para completar todos los cursos.
También pueden solicitarlo personas que no tengan mucha experiencia con la informática, pueden empezar desde cero y ponerse al día con los primeros cursos. Recuerdo que al inicio de la formación pensé “si no tuviera supiera sobre informática de soporte esto me estaría sirviendo muchísimo”.
“Lo que más me ha gustado de WiT es la estructura de los cursos, que está muy bien pensada, y la parte práctica. Además, aunque la formación sea online, hay muy buen ambiente”.
Ahora que has completado la formación, ¿qué nuevos proyectos y desafíos laborales tienes en mente?
Laboralmente hablando, me gustaría algo tan simple y tan complicado como encontrar trabajo de lo mío. Y a nivel formativo, me encantaría aprender Java. Ya tengo un curso hecho, ¡con mi diploma y todo!, pero es un nivel básico y yo quiero aprenderlo todo sobre Java. En un futuro idílico, me encantaría montar un estudio en el que desarrollar mis propios programas, juegos y aplicaciones.
Y, para finalizar, ¿qué mensaje de ánimo le envías a chicos y chicas que se sientan desmotivados a raíz del empeoramiento del mercado laboral derivado de la pandemia COVID-19?
Todos lo hemos pasado muy mal en el último año con el estrés y la ansiedad que nos han producido los confinamientos. Ahora que estamos en un momento bajo, solo nos queda, con ganas y esfuerzo, ¡ir pa’rriba! Yo me repito mucho un proverbio tibetano: Si el problema tiene solución, ¿para qué preocuparse? Y si no la tiene, también, ¿para qué preocuparse si no servirá de nada?
Y, en el terreno de la informática, cuando estoy con el PC y me atasco, seguro que le pasa a mucha gente, no lo cierro, lo dejo abierto y me preparo lo que yo llamo una “tilanilla”, que es una infusión mezcla de tila y manzanilla. Al principio puede saber un poco rara pero enseguida le coges el “gustillo”. Me la tomo tranquilo y retomo dónde estaba hasta que consigo resolverlo.