Autor: Fad Juventud
20 febrero, 2017

El informe Forever young? Social policies for a changing population in Southern Africa, elaborado por el Banco Mundial,  muestra cómo la  disminución de la tasa de fertilidad en los países del sur de África deriva de manera casi irremediable en una mejora general de las situaciones económicas de los países. La creación de puestos de trabajo para los jóvenes es una de las claves para que la transición demográfica se traduzca en mayor riqueza para todo el continente.

Ong´s, equipos investigadores y medios de comunicación hablan cada vez con más frecuencia de la transición demográfica que está ocurriendo en África y de las consecuencias socio-económicas que le siguen. El estudio “Forever Young?” hace resonar estos discursos y aporta datos sobre la disminución en el número de hijos por mujer en los países del sur del continente (Botswana, Lesotho, Namibia, Sudáfrica y Swazilandia) y su relación con el mercado de trabajo.

En la actualidad, en el sur de África, entre el 34 % (Botswana) y el 52 %  (Lesotho) de la población en edad de trabajar se encuentra desempleado.  Los datos recogidos en el informe del Banco Mundial son aún peores para los/as trabajadores/as más jóvenes: el nivel de desempleo juvenil en la región, a excepción de Sudáfrica, es incluso más alto que el de los países con tasas de fertilidad más elevadas.

Según el estudio, con la transición demográfica y la mejora de las situaciones económicas en los países objeto de análisis, han llegado a la zona  millones de personas jóvenes de todo el continente en busca de trabajo. África del Sur deberá haber creado, antes de 2050, 7.6 millones de empleos si desea poder introducir en el mercado laboral a toda la población en edad de trabajar.

Advierte el Banco Mundial que la creación de empleo y la mejora de las condiciones vivenciales de la población en las transiciones demográficas son procesos lentos, pero que al apostar en la actualidad por políticas inclusivas se están mejorando en todos los sentidos a las juventudes actuales y futuras. Por ejemplo, mejorar la calidad de la educación permitiría que, en 2050, el PIB per cápita en Lesotho y Swazilandia hubiera crecido en un 18%.

Atendiendo a los datos proporcionados desde el estudio, la situación actual de África del Sur debe ser entendida como una fotografía que pronostica la situación general del continente en las próximas décadas. La importancia que se otorgue a las políticas públicas y su gestión servirán de guía para el resto de países. Este puede ser su momento e invertir en juventud es la clave.