*Sara González
Como buena millennial que soy, a mí también me han hecho ghosting. Pero vamos a empezar por el principio…¿Qué es eso del ghosting?
Ghosting es un término anglosajón utilizado para describir la práctica de cesar toda comunicación y contacto con una pareja, amigo u otro individuo con o sin advertencia o justificación aparente y, posteriormente, ignorar cualquier intento de acercamiento o comunicación realizada por dicha persona. Vamos, el que te ignoren de toda la vida.
Ahora que ya sabemos lo que es el ghosting (si tienes el honor de no haberlo sufrido y aún lo desconocías), podemos hablar desde la perspectiva de las/los que alguna vez lo hemos sufrido. Duele, duele muchísimo, y lo peor es que casi nunca se entiende, pero te deja un vacío inexplicable y tiendes a sentirte culpable por haberlo sufrido. ¿Qué puedo haber hecho mal?, te dices. ¿Cómo se ha acabado en este punto con una persona que me importa?, das vueltas y más vueltas. Preguntas que rondan la cabeza y para las que, probablemente, nunca encuentres la respuesta.
Hablando en términos psicológicos, el ghosting se suele hacer por varias razones o por todas ellas a la vez:
- Porque pensamos que el vínculo no era tan fuerte o no tan serio como para cerrar la etapa y no queremos darle una explicación a la persona en concreto, preferimos dejarlo en ‘el aire’ y nunca ponerle un cierre.
- Porque esa persona nos ha dejado de interesar y no sabemos cómo decírselo sin hacerle daño, pudiendo hacer así que la autoestima de la persona baje aún más que si le explicas los motivos por los que te ha dejado de interesar.
- Porque él o ella nos ha hecho algo que nos ha molestado y no sabemos cómo poner límites, por ello, en vez de explicárselo, nos vamos por la puerta de atrás sin dejar huella.
- Porque la persona se siente incómoda o torpe en la situación y no sabemos cómo enfocarlo, preferimos huir que seguir sintiéndonos incómodos.
- Por facilidad, a veces es más fácil dejar de contestar que hacer frente a una conversación incómoda.
- Porque a nosotras/os también nos lo han hecho y lo pagamos con otra persona injustamente basándonos en experiencias del pasado.
Sea cual sea el motivo, deberíamos confrontar nuestras propias razones y asumir que hay que hacerse responsables de los sentimientos de los demás, que hay que tener valor. Porque decir la verdad puede doler, pero siempre es mejor que no saber nada. “Cortar” la relación con alguien nunca es fácil, pero… ¿no viviríamos mejor enfrentándonos a una conversación incómoda pero que a la larga conseguiría que tuviésemes una mente en paz?
Esto es el ghosting, claro y conciso. Doloroso. Sufrido, y cada vez más “de moda”.
Así resumo esta práctica, y así la detesto a partes iguales. Quizás tenemos que empezar a normalizar las conversaciones incómodas pero necesarias y los cierres de etapas. Personalmente, siempre he tenido y tendré una máxima heredada de mi gran y sabia abuela Inés: no hagas con los demás lo que no quieres que te hagan.
*Sara González es graduada en Publicidad y Relaciones Públicas. Su trayectoria profesional se ha centrado en el marketing y la transformación digital en diferentes sectores, actualmente trabaja en el área Digital de Fad Juventud. Es una apasionada de los libros, de la música, de su sobrino, y de la innovación digital, además de ser una foodie encubierta.