Autor: Maldita.es
31 octubre, 2022

Los puntos violeta son espacios físicos, casetas o carpas que se establecen durante eventos de ocio y que sirven para denunciar agresiones machistas (desde donde se acompaña y atiende a la víctima) y como un punto de información para todas aquellas personas, establecimientos, entidades, empresas y organismos públicos que quieran saber cómo actuar frente a este tipo de violencia. Así lo explica la guía de actuación sobre puntos violeta del Ministerio de Igualdad. 

“Son una herramienta fundamental para la información, la prevención y la atención especializada en caso de agresiones en el desarrollo de fiestas, festivales y encuentros multitudinarios”, según explica Cristina Mateos Casado, doctora especializada en violencia de género de la Universidad Complutense de Madrid.

De este modo, estos espacios actúan como “puerta de acceso” para que todas aquellas personas que han sido víctimas o testigos de una agresión puedan acudir y contar lo ocurrido. Según consta en las normas básicas de actuación elaboradas por la Generalitat Valenciana, en cuanto acude una posible víctima al lugar, lo primero que deben hacer las personas que forman parte del punto es tratar de tranquilizarla en un espacio íntimo, al tratarse de un momento extremadamente delicado. “Se le pregunta normalmente qué ha ocurrido y qué necesita”, detalla Casado, quien además trabaja como voluntaria dentro de estos espacios.

Después, tras una primera evaluación se activa la autoridad policial correspondiente (como Policía Local o Guardia Civil) los servicios sanitarios del lugar (o llamando al 112) y se proporciona acompañamiento psicológico en caso de que la mujer necesite tiempo.  

Estos espacios seguros surgieron como puntos autogestionados

Según explica Mateos, el asesinato de Nagore Laffage, enfermera de 20 años, en Sanfermines de 2008 supuso un punto de inflexión en la creación de estos espacios. “A partir de este momento, los espacios festivos comenzaron a visibilizarse con mayor claridad como espacios de riesgo para las mujeres, los niños y niñas”, detalla. Así fue como organizaciones de mujeres comenzaron a organizar patrullas ciudadanas callejeras y puntos de información y sensibilización”, cuenta. 

En palabras de la experta, con el paso del tiempo y tras el caso de La Manada, donde una joven de 18 años fue violada grupalmente durante los Sanfermines de 2016, los ayuntamientos asumieron la institucionalización de estas acciones, dotándolas de presupuesto. 

En 2018, el Pacto de Estado contra la Violencia de Género de 2018 incluyó en sus presupuestos la creación de estos “puntos seguros” con las entidades locales. [pág. 13] y para 2021 el Ministerio de Igualdad creó una guía y materiales (carteles y adhesivos) para visibilizar los puntos violetas y concienciar a través de ellos. A día de hoy, estos lugares están extendidos por campus universitarios, entre otros lugares, e incluso se pretenden implantar en las estaciones de Adif y trenes de Renfe

Desinformación sobre los puntos violeta vinculada a narrativas contra el feminismo

Alrededor de estos puntos violeta ha circulado desinformación vinculada a conocidas narrativas contra el feminismo. Es el caso de la que vincula cualquier iniciativa —incluso contenidos cómicos y de ficción— con los 20.000 millones de euros del Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres (PEIEMH) 2022-2025. Uno de los contenidos desinformadores que más ha circulado aseguraba que se había dibujado un círculo púrpura en el suelo con parte del presupuesto cuatrianual de ese plan estratégico. 

“Pues ya estaría. Un poste y un círculo morado donde no puedan entrar los alos. Es súper seguro. Hay que incrementar el presupuesto de Igualdad pero ya, ya”, decía un comentario en Twitter mientras que otro criticaba que en eso “se gasten 20.000 millones” en España.

Sin embargo, es un bulo. La imagen en ningún caso fue tomada en España sino en México y, por lo tanto, ese “punto violeta” no tiene relación con el Plan Estratégico del Ministerio de Igualdad.