Uno de los discursos que más se repite desde hace años para desacreditar la violencia de género, las políticas públicas y la respuesta institucional es el que afirma que la existencia de denuncias falsas contra hombres son un problema extendido. Tanto en el debate público como en redes sociales es frecuente encontrar estas narrativas [ejemplo 1, 2, 3].
El único dato oficial disponible sobre denuncias falsas lo da la Fiscalía, que según las cifras publicadas en la última memoria de 2022, las denuncias falsas por violencia de género representan el 0,01% del total de denuncias presentadas. De hecho, desde 2009 hasta 2021 se han presentado en total cerca de dos millones de denuncias por violencia de género (1.870.923) y de ellas sólo 153 han acabado con sentencia condenatoria por ser una denuncia falsa. Además, presentar una denuncia falsa puede ser perseguido por ley, según consta en el artículo 458 sobre falso testimonio.
Ante discursos que cuestionan la metodología detrás de estas y otras cifras oficiales, desde el Consejo General de la Abogacía Española, además, señalan la importancia de diferenciar entre aquellas denuncias por violencia de género que son archivadas o sobreseídas y las que verdaderamente acaban siendo denuncias falsas. Desde este organismo explican que “en muchos casos las mujeres abandonan el proceso por miedo, dependencia económica, emocional en la mayoría de los casos, sin que ello signifique que la denuncia fuese falsa”.
Esta narrativa desinformadora que habla de una existencia extendida de denuncias falsas se puede identificar en redes y desde asociaciones en distintas formas pero también es frecuente encontrarla en forma de bulos que circulan desde hace años con mensajes que ofrecen cifras falsas.
No existen datos para afirmar que “1.000” o “más de 2.000” hombres se suicidan por denuncias falsas
En los últimos años han circulado otros bulos asegurando que en España cada año se suicidan miles de hombres por denuncias falsas por violencia de género y que las exmujeres les impiden ver a sus hijos. Se trata de un mensaje que lleva circulando desde al menos 2018 y que de vez en cuando regresa. Sin embargo, las estadísticas oficiales con las que contamos no permiten saber las causas exactas de los suicidios. Es decir, a día de hoy, no existen datos oficiales que permitan estudiar las causas de los suicidios, ni en hombres ni en mujeres.
Es más el Instituto Nacional de Estadística (INE) respondió que es imposible proporcionar información representativa sobre las causas de suicidio. Todo ello se debe a que los boletines estadísticos enviados por parte de los juzgados, en el 50% de los casos y en papel, no existe esa variable para cumplimentar. El resto de suicidios que se reportan y que se tramitan electrónicamente es de cumplimentado muy bajo, por lo que la cifra no es representativa y no forma parte de la explotación estadística. Tampoco el Ministerio de Justicia ni el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) disponen de dicha información.
La última vez que se recogió un detalle parecido en las estadísticas fue en 2004. En aquellos años en las estadísticas no había especial diferencia entre hombres y mujeres sobre las causas de suicidio donde los motivos eran la situación económica, afectiva o padecimientos físicos.
Los fondos europeos y la financiación en materia de violencia de género no se reparten en función de las denuncias de cada país
Otro de los bulos que circulan es que “los fondos europeos” se reparten en función de las denuncias por violencia de género que tenga cada país. Esta desinformación, que circulaba en el marco de la entrega de los fondos europeos tras la pandemia de la COVID-19, tampoco es cierto.
La Comisión Europea afirma que la financiación de la Unión Europea está abierta en “igualdad de condiciones a todos los países miembros”, esto es independientemente del número de denuncias que estos presenten. Concretamente, sobre las ayudas económicas en materia de violencia de género, la Comisión explica que el programa actualmente vigente es el llamado Ciudadanía, Igualdad, Derechos y Valores (2021-2027). Dentro de este se encuentra integrado el programa Daphne, que busca combatir la violencia de género contra las mujeres y las niñas y prevenir la violencia “contra los niños, los jóvenes y los grupos en riesgo como el LGTBI”.
En las bases de la convocatoria podemos comprobar que entre los criterios para adjudicar los proyectos subvencionados no aparece “el número de denuncias del país” como criterio para entregar dichas ayudas, sino que se basan en criterios de pertinencia, calidad e impacto.
Además, indican desde este organismo que “existen mecanismos de control de esa financiación”, por lo que es falso que las subvenciones “no estén auditadas” como aseguran varios contenidos.