“Cómo ver mensajes de tu pareja sin que se dé cuenta” o “cómo abrir el WhatsApp de tu pareja desde tu móvil”, son algunos de los contenidos que circulan por TikTok de manera masiva. Se trata de vídeos que ofrecen supuestos “consejos”, “trucos” y “datos de interés” para saber con quién habla en mayor medida tu pareja por WhatsApp (ver ejemplo 1 y 2), grabaciones que banalizan el espionaje del teléfono móvil a espaldas del otro y bromean con ello (ver ejemplo 1, 2 y 3) o contenidos que representan que saberse la contraseña del móvil de la pareja es un signo de “confianza” o de “amor” (ver ejemplo aquí).
Sin embargo, son comportamientos que tienen como objetivo acceder a contenidos privados que no son en ningún caso una muestra de amor y que, además, pueden ser considerados violencia de género digital que puede ser perseguida por la ley, según explican los expertos consultados.
Los jóvenes consideran “normal” mirar el móvil de su pareja
¿Qué piensan los jóvenes sobre este tipo de comportamientos? El 18,1% de los chicos entre 15 y 29 años y el 12,7% de las chicas en este mismo rango de edad consideran “normal” mirar el móvil de tu pareja “si piensas que te está engañando”.
Un porcentaje que ha ido en aumento en el caso de los chicos desde el año 2017 y ha descendido en ellas, según el Barómetro Juventud y Género elaborado en 2021 por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad Juventud. Si se les pregunta si han sufrido esta práctica, el porcentaje se ubica en el 21,8% en las mujeres que dicen haberlo sufrido y al 15,4% para ellos.
Espiar el movil de tu pareja se considera violencia digital
Espiar el móvil de tu pareja (al igual que, por ejemplo, exigir que demuestre dónde está enviando su geolocalización) puede ser considerado violencia de género digital. Así lo incluye la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género en los supuestos dentro de esta categoría.
Este tipo de violencia corresponde a cualquier acto de violencia cometido, asistido o agravado por el uso de la tecnología de la información y las comunicaciones contra una mujer por el hecho de serlo, según explica la Organización de las Naciones Unidas.
Espiar el contenido del móvil de la pareja puede ser delito
“Coger el móvil y meterte en él para cotillear su contenido es delito al amparo del artículo 197.1” del Código Penal, explica Isaac Guijarro, cofundador de Olympea Abogados. “Mirarlo o verlo de reojo no es delito, sino coger el teléfono y acceder a su contenido”, explica.
De acuerdo con lo recogido en el artículo 197.1 del Código Penal, se considera que ha cometido un delito quien “para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales, intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación”. Según la ley, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) también lo indica así: “Si accedemos a la cuenta de correo electrónico y al teléfono móvil de otra persona sin su consentimiento para conocer datos, conversaciones y mensajes de carácter absolutamente privado y particular podemos estar cometiendo uno o varios delitos”. Como pueden ser los delitos “de descubrimiento y revelación de secretos” y “contra la integridad moral”, detalla el organismo.
“Muchas personas no son conscientes del riesgo en el que incurren cuando acceden sin consentimiento en la intimidad de las personas con quienes tienen una relación íntima. La decisión de compartir aspectos de la intimidad con alguien no entraña una renuncia absoluta a la propia intimidad”, señala a Josep-María Tamarit Sumalla, catedrático de Derecho Penal en la Universitat Oberta de Catalunya.
“Debe aclararse, además, que la relación matrimonial o de pareja no afecta a que el hecho sea o no delito, ya que lo único esencial es el consentimiento del titular del “secreto”. En todo caso, la relación de pareja sí influye en la pena, “ya que es una circunstancia agravante”, aclara el experto en Derecho penal.
Sentencias previas han considerado que espiar el móvil supone un delito
La Audiencia Provincial de A Coruña confirmó en 2019 una condena por un delito de descubrimiento de secretos a una mujer que cogió sin permiso el teléfono de una conocida para acceder a las conversaciones de WhatsApp con un tercero y se envió el contenido íntegro de estas a un correo electrónico personal.
Previamente en 2016 la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo estableció que coger el teléfono móvil de alguien sin su consentimiento para leer sus conversaciones de WhatsApp constituye “una conducta encuadrable en el tipo penal” del artículo 197.1 del Código Penal.
Revisar el móvil de tu pareja es una actitud poco saludable y muestra falta de confianza
Desde el punto de vista de la psicología, este tipo de control sobre el móvil de la pareja se trata de un comportamiento poco saludable, según indican las expertas consultadas. María Quintero, psicóloga y terapeuta familiar señala que revisar el móvil del otro a sus espaldas “no es un buen indicador de que una pareja sea saludable”. “Las personas que tienen parejas funcionales y que les generan bienestar están basadas en la confianza y esta actitud no es una muestra de la misma”, indica Quintero.
En el mismo sentido se posiciona Elena Daprá, psicóloga sanitaria experta en bienestar psicológico, quien recalca que controlar el móvil del otro sin su consentimiento es una “invasión de la intimidad y de la privacidad” que no lleva asociadas emociones agradables. “Podemos leer conversaciones que no signifiquen nada pero que se saquen de contexto y que de este modo se generen pensamientos circulares y rumiantes de desconfianza hacia la otra persona”, indica. Daprá, además, recalca la importancia de la educación en redes en los más jóvenes ya que, afirma, “los nativos digitales no tienen en muchos casos claros los límites personales de intimidad que suponen los móviles”.
Ambas señalan la falta de comunicación y seguridad en uno mismo que esconden este tipo de conductas y, aunque puntualizan que este comportamiento no tiene por qué suponer siempre una escalada hacia la violencia en la pareja, sí reconocen que pueden desarrollarse con el afán de controlar al otro. En todo caso, ambas aseguran que es importante frenar estas actitudes y realizar una reflexión antes de llevarlas a cabo. “Preguntarme por qué quiero mirarle el móvil a mi pareja y qué busco con esta acción es importante para después comunicarme con ella, expresar cómo me siento y juntos buscar una solución”, plantea Daprá.
Consejos para saber si están controlando tu teléfono móvil
Según explica la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) podemos saber si alguien ha instalado en nuestro teléfono alguna herramienta o aplicación para acceder a nuestras conversaciones personales en WhatsApp o cualquier otra red social sin nuestro consentimiento.
Algunas de las señales que indican que alguien ha instalado estos sistemas en tu móvil son que el dispositivo tenga problemas de batería de manera repentina y sin que haya variado nuestro uso habitual, que se sobrecaliente de forma anormal cuando no lo utilizas, que el dispositivo se encienda y se apague “aparentemente” solo o que se escuche mal cuando recibes una llamada o produzca interferencias de forma prolongada en otros dispositivos como la radio, televisor u ordenador.
En caso de sospechar, el organismo recomienda revisar las aplicaciones instaladas en el móvil y restaurar el dispositivo a la configuración de fábrica en caso de encontrar alguna que no hayamos instalado nosotros. Además, recalca la importancia de preservar la privacidad del teléfono estableciendo contraseñas seguras de acceso que sólo una misma conozca.