Autor: Maldita.es
31 octubre, 2022

El parche anticonceptivo es un método hormonal que ayuda a prevenir o evitar un embarazo. Se trata de una lámina de color beige, de 40 por 40 milímetros, que se pega a la piel y a través de la cual se liberan las hormonas que evitan la ovulación. “Debe colocarse en una zona del cuerpo sin cremas para que no se despegue y nunca en las mamas”, según explica el Ministerio de Sanidad. Sin embargo, aún existen mitos y bulos sobre el parche y sobre si es menos eficaz que la píldora, si afecta a nuestra fertilidad y si aumenta el riesgo de contraer el Virus del Papiloma Humano (VPH). 

El parche se utiliza durante tres semanas al mes para descansar en la cuarta 

Esta lámina contiene las mismas hormonas que las píldoras anticonceptivas, estrógeno y progestina, las cuales inhiben la ovulación, evitando así que la mujer quede embarazada, según explica la Asociación Española de Pediatría (AEP). Se debe de emplear durante tres semanas al mes, cambiando cada semana el parche, y dejando la cuarta semana como el periodo de “descanso”, según detallan desde la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. 

Está formada por tres capas: una externa de poliéster, una intermedia que contiene las hormonas, y una interna incluye el adhesivo para pegar sobre la piel. Se debe utilizar desde el primer día de la menstruación y “se sugiere utilizar un anticonceptivo de barrera durante la primera semana”, en referencia al uso de preservativos, según explica Rosa María Cárdaba García, enfermera especialista en Ginecología y Obstetricia y profesora de la facultad de enfermería de Valladolid. 

Según explica la experta, para pegar el parche correctamente es necesario presionar hasta que los bordes se adhieran a la piel por completo. Es importante que se pegue sobre una piel sana, limpia, seca, sin vello y sin cremas. Puede ser, por ejemplo, en los glúteos, el abdomen, el brazo o el torso, pero nunca deben pegarse en las mamas. 

En el caso de que este se caiga si no han pasado aún las 24 horas, la especialista Cárdaba propone intentar volver a pegarlo aunque es posible que no se consiga. “Si no es posible, puede aplicarse un nuevo implante. La fecha de cambio seguirá siendo la misma”, señala. En el caso de que hayan transcurrido más de 24 horas debe empezarse de nuevo el ciclo: “Debe reiniciarse un nuevo ciclo de 21 días y aplicar un nuevo parche”, explica. 

El parche no tiene menor eficacia para evitar un embarazo que la píldora diaria 

Hay mitos y falsas creencias que nos hacen pensar que este método es menos eficaz que la píldora anticonceptiva a la hora de evitar un embarazo, pero no es cierto. No tiene menos eficacia que una píldora anticonceptiva de uso diario. Así lo explica María Isabel Acien Sánchez, doctora en Obstetricia y Ginecología por la Universidad Miguel Hernández. 

Es más, la eficacia se mide por el “índice de Pearl”, una operación matemática cuyo resultado indica el número de embarazos que sucedería en un grupo de 100 mujeres utilizando el método anticonceptivo de forma correcta durante un año. 

Según explica la experta Acien, “el índice de Pearl es similar para todos los métodos hormonales combinados (aquellos que llevan estrógeno y gestágeno en su composición) independientemente de la vía de administración (oral, cutánea-parche o vaginal-anillo)”. 

Así, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la píldora y el parche anticonceptivo tienen un “índice de Pearl” de 0,3 puntos mientras que, por ejemplo, el supuesto método anticonceptivo de la “marcha atrás” es de 4 puntos. Es más, el coito interrumpido es un método poco recomendable por su “baja o nula eficacia”, según detalla Sanidad. 

Eso sí, según explican las expertas, la efectividad tanto del parche como de la píldora puede verse comprometida en el caso de estar tomando antibióticos u otros medicamentos como antivirales. Ante ello, lo mejor es contactar con nuestro médico. 

No existe a día de hoy relación causa-efecto entre el uso de parches y el riesgo de contagio del VPH

El uso de un parche anticonceptivo, al igual que ocurre con la píldora, no protege de las enfermedades de transmisión sexual como puede ser el Virus del Papiloma Humano (VPH). Además, no existe a día de hoy una relación causa – efecto demostrada entre el uso de parches anticonceptivos y el riesgo de contagio de VPH, según explica la experta Acien. “El uso de cualquier método anticonceptivo que no sea de barrera no aumenta el riesgo de contagio de este virus, sino que no lo previene”, detalla.

“Según los últimos artículos científicos publicados en este campo (como este, este o este), parece que la progesterona incrementa el ARN mensajero viral y estimula de forma significativa su replicación”, explica Julia Redondo, enfermera especialista en obstetricia y ginecología. 

“Sin embargo, los estudios realizados en humanos para determinar la relación entre el uso de anticonceptivos y la infección por este virus han generado resultados no claros, discordantes”. La experta concluye que la relación entre los anticonceptivos hormonales y el VPH es un tema “aún bajo estudio” y del que “no hay resultados claros”. 

La forma de prevenir el contagio por VPH es con el uso de preservativos masculinos o femeninos, evitar actos sexuales que puedan desgarrar la piel y produzcan sangrado y la vacunación de las niñas y niños antes del inicio de las relaciones sexuales. 

El parche no tiene un efecto negativo sobre la fertilidad tras dejar de usarlo

El uso del parche anticonceptivo no perjudica a la fertilidad una vez se termina con el tratamiento, según explican las expertas contactadas. Lo que sí puede influir es que, tras dejar el parche, se tarde en recuperar la normalidad del ciclo menstrual. Así, algunas mujeres pueden tardar entre uno y dos meses en recuperarlo aunque este retraso puede incluso alargarse hasta los seis meses. Si el ciclo normal no se recupera pasado el tiempo límite, las expertas recomiendan acudir al ginecólogo. 

Eso sí, señalan que la fertilidad puede verse comprometida no por el uso del parche en sí sino por el no haberse protegido con métodos anticonceptivos de barrera (preservativos) durante sus relaciones sexuales. Así, infecciones de transmisión sexual (ITS) como la clamidia si podrían afectar a la fertilidad.  “Una infección por clamidia afecta a la permeabilidad tubárica” tal y como explica la experta Acien, por lo que el ovocito no puede desplazarse hasta el útero para su implantación.