Autor: Maldita.es
5 diciembre, 2022

En el ámbito digital también existe el derecho a no ser acosada. Hay ocasiones en las que la violencia en la vida online también se manifiesta: espionaje en el móvil, control por parte de la pareja de lo que se publica en las redes sociales, presión o chantaje para enviar imágenes íntimas, mostrar enfado por no tener siempre una respuesta inmediata online o exigir la localización de la otra persona. 

Sin embargo, no todo el mundo denuncia porque “al tratarse de amenazas íntimas hay muchas víctimas que no dan el paso de denunciar y otras desconocen que son hechos denunciables”, según explican desde el Observatorio Español de Delitos Informáticos (OEDI). Desde el observatorio además insisten en la importancia de que se reconozcan como víctimas de violencia digital a aquellas mujeres que la sufren tanto por parte de parejas o exparejas, como por otras personas que la ejerzan contra las víctimas solo por el hecho de ser mujer.

Según los datos aportados por el OEDI, el 21,82% de las víctimas atendidas por este observatorio tenían entre 18 y 25 años, mientras que el 45,45% se encontraban entre los 26 y 40 años. No obstante, insisten en que este tipo de violencia pueden sufrirlo mujeres de cualquier edad.

Prácticas de violencia digital: ciberacoso, suplantación de identidad, programas para espiar a la mujerEl ciberacoso en internet se define como una práctica que tiene lugar cuando una persona, de forma intencionada y repetida, ejerce su poder o presión sobre otra, de forma maliciosa con ayuda de medios electrónicos y, con comportamientos agresivos, tales como insultos, molestias, abuso verbal, amenazas o humillaciones. Así lo indica la Guía SOS ciberacoso del Ministerio de Sanidad. 

Entre las prácticas de los agresores para ejercer violencia existen comportamientos que pueden incluir suplantación de la identidad, usurpación de datos personales, daños al ordenador de la víctima, vigilancia de las actividades de la víctima e incluso uso de información privada para chantajear, según indica el informe “El ciberacoso como forma de ejercer la Violencia de Género en la Juventud: un riesgo en la sociedad de la información y del conocimiento” (2004) del Ministerio de Sanidad [pág. 31.] Desde la organización Pantallas Amigas explican 10 formas de violencia de digital que pueden servir como referencia para identificarla. 

Eso sí, ante estas prácticas, el estudio del Ministerio de Sanidad recalcó que “es frecuente que la juventud, ya nativa digital, presente una percepción muy baja de los efectos perniciosos del ciberacoso” señalando así que para ellos, estas prácticas son “molestias irrelevantes o inocuas”, señaló el mismo informe. De hecho, el reciente informe elaborado por la organización Plan Internacional recalcó que cerca del 60% de las niñas y jóvenes de todo el mundo han sido víctimas de de diferentes formas de acoso online. 

El ‘cyberbullying’ y el ‘grooming’, una forma de acoso en los menores de edad

Cuando las prácticas de ciberacoso se trasladan al entorno escolar y este se produce únicamente en un contexto en el que están implicados menores se produce lo que se conoce como cyberbullying, tal y como define la Guía SOS ciberacoso del Ministerio de Sanidad [pág. 15]

Este se produce cuando de forma reiterada, un menor recibe agresiones de otros menores a través de soportes móviles o virtuales. Estas son amenazas, insultos, ridiculizaciones, extorsiones, robos de contraseñas, suplantaciones de identidad o vacío social a través de mensajes de texto o voz, imágenes fijas o grabadas. El objetivo de estas acciones es “socavar su autoestima y dignidad personal y dañar su estatus social, provocando victimización psicológica, estrés emocional y rechazo social”, según referencia José María Avilés, psicólogo, profesor en la Universidad de Valladolid y en el IES Parquesol (Valladolid). 

Entre otros tipos de acosos, también se produce el acoso a menores de edad por parte de adultos, conocido como grooming, con el fin de cometer delitos de corrupción y prostitución infantil, abusos sexuales, o con objeto de embaucar al menor para que le facilite material pornográfico, según explica la guía de Sanidad. Estos se producen siempre iniciándose con una aparente relación de amistad con el objetivo de alcanzar la confianza de la posible víctima afectada. 

El contenido sensible puede ser retirado por la AEDP

Si circulan por internet imágenes sensibles tuyas de carácter íntimo o sexual sin tu consentimiento puedes pedir que las empresas las retiren acudiendo a la Asociación Española de Protección de Datos. Desde aquí cuentan con un canal prioritario para la retirada exprés de las imágenes. 

En caso de que tengas documentación que creas que podría ser relevante como capturas del servicio por el que se están difundiendo las imágenes o incluso del dispositivo en cuestión, también se pueden adjuntar.

Activismo digital: herramientas que proponen expertas en seguridad informática para protegerse

A las mujeres que son víctimas de violencia digital, desde el grupo de hackers feministas Hackblossom aconsejan, por un lado, tomar acciones genéricas como limpiar tu rastro digital de cuando en cuando, cifrar sus comunicaciones, usar buscadores y aplicaciones más respetuosas con la privacidad, limitar la información que damos en redes sociales, etc. Y también recomiendan aprender a buscar el anonimato cuando sea necesario, a proteger las cuentas digitales ante posibles hackeos de acosadores o a cifrar los datos que enviamos (como las fotos íntimas que a veces se comparten con parejas o personas conocidas). 

Por su parte, la asociación TEDIC explica cómo documentar y registrar incidentes en caso de sufrir acoso online. Entre otras cosas, señala que uno de los puntos más importantes es el identificar al usuario aunque sea un perfil anónimo.

Para el caso de los menores, desde Pantallas Amigas, siempre recomiendan pedir ayuda a un adulto de confianza, evitar acceder a las redes sociales en las que se está siendo acosado, si es necesario que cambiar de número de teléfono y eliminar de las redes sociales a personas que no son de tu confianza, entre otros. Además, también recomiendan guardar las pruebas del acoso durante todo el tiempo y considerar el hecho de tomar medidas legales en el caso de que el acoso persista.