Autor: Maldita.es
17 octubre, 2022

Cuidar de nuestra salud sexual implica conocer nuestro cuerpo, tener información de calidad sobre las maneras en las que podemos protegernos al mantener relaciones y también ser conscientes de las consecuencias que puede tener no hacerlo.

Independientemente del método anticonceptivo que consideres más oportuno, es importante saber que el condón es el único método que puede prevenir las infecciones de transmisión sexual, explican los expertos consultados. Los preservativos, por ejemplo, protegen no sólo de los embarazos no deseados sino también de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) como la gonorrea, la sífilis, el herpes genital, la clamidia o el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

Así nos lo explica el ginecólogo Vicent Carmona, quien insiste en la importancia de usarlo correctamente desde el primer contacto piel con piel. Además, “siempre se aconseja utilizar además del preservativo para prevenir estas ITS otros métodos anticonceptivos” que puedan servir de “doble barrera”, como pueden ser la píldora, el anillo, el parche o el Dispositivo Intrauterino (DIU).

“Cuando hablamos de sexo seguro no sólo nos referimos a prevención de embarazos no deseados, sino también a la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS)”, explica Francisca Molero, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS). 

Los casos de gonorrea y sífilis no han parado de crecer en las dos últimas décadas

En los últimos años han aumentado los casos de infecciones de transmisión sexual (ITS). Entre ellas se encuentran la sífilis o la gonorrea, cuyos casos no han parado de crecer desde el comienzo de los años 2000, según los últimos datos disponibles del Ministerio de Sanidad en su informe “Vigilancia epidemiológica de las infecciones de transmisión sexual”, correspondientes a 2019. El documento, además, recalca que las ITS se han convertido en un importante problema de salud pública por sus complicaciones y secuelas si no se diagnostican y tratan a tiempo. 

Según las cifras, si la tasa de gonorrea por 100.000 habitantes era de 2,04 para 2001, la tasa creció hasta 28,88 en 2019, últimos datos disponibles. A día de hoy, la tasa de infección por gonorrea por cada 100.000 habitantes es mayor en los hombres (46,84) que en mujeres (11,51) y tiene especial incidencia en los jóvenes de 20 a 24 años [pág. 10]. 

Lo mismo ocurre para los casos de sífilis: la tasa pasó de 1,71 por cada 100.000 habitantes en 2001 hasta alcanzar una tasa de 13,29 en 2019. En los hombres (con una tasa de 25,14) tiene más incidencia que en mujeres (cuya tasa es de 3,09) y el grupo de edad con las tasas más altas fue el de 25 a 34 años [pág. 17]. 

La falta de información influye en la decisión de no usar protección

Ante el aumento de los casos, Celia Marcos, ginecóloga experta en ITS del centro Dexeus Mujer de Barcelona señala que “sigue habiendo falta de información acerca de todos los riesgos que conlleva el sexo sin ningún método de protección, favoreciéndose la transmisión de múltiples enfermedades, infecciones e incluso algunos tipos de cáncer”. 

De hecho, según los expertos consultados, el aumento de ITS tiene detrás una serie de causas que se interrelacionan entre sí. El vicepresidente de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS), Guillermo González Antón, explica que la principal causa es una disminución de las medidas de prevención “tras una supuesta victoria frente al VIH como exponente de la ITS de mayor gravedad y potencial mortalidad”

Para González Antón, “una generación desconoce en parte lo que fue esta pandemia de VIH y quien la recuerda ha conocido cómo los tratamientos la han sacado de la casuística de mortalidad para convertirla en una enfermedad crónica”.

También influye el aumento en número de parejas sexuales, la importación de ITS porque “cada vez la gente viaja más” y el uso cada vez más generalizado de pruebas diagnósticas más sensibles que permiten detectar más ITS, según enumera Álvaro Vives, responsable de la Unidad de Salud del Varón del centro Dexeus Mujer de Barcelona.

Posibles consecuencias de no protegerse en las relaciones sexuales: VPH, clamidia, gonorrea…

Las consecuencias de infectarse pueden afectar a medio o largo plazo en la vida de la persona. “Las verrugas o condilomas relacionados con el virus del papiloma humano (VPH) pueden llegar a provocar, si son de alto riesgo, cáncer de cérvix y estas se transmiten sólo por el contacto sexual”, señala Francisca Molero, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS). E incluso la clamidia, otra infección de transmisión sexual puede derivar en una enfermedad inflamatoria pélvica, dolor pélvico crónico o infertilidad: “La gente no tiene consciencia de lo que significa una ITS”, concluye.

Otras de las ITS que se pueden contraer por no usar preservativo, de acuerdo con la ginecóloga Marcos son VIH, ureaplasma o micoplasma. Los síntomas variarán en función del tipo de enfermedad. La sífilis, según explica, “puede afectar a nivel cerebral, la clamidia, puede causar esterilidad produciendo infección de trompas y obstrucción, o los herpes, úlceras en vagina, vulva y pene muy dolorosas”, explica la experta.

En sus palabras, el VPH es la infección de transmisión sexual más frecuente a nivel mundial y se puede transmitir tanto por sexo vaginal, como anal y oral. No obstante, indica que “afortunadamente, en la mayoría de los casos, nuestro sistema inmunitario suele eliminar la infección sin dejar secuelas. Pero si la infección persiste, es posible desarrollar cáncer”.

Si crees que has mantenido relaciones sexuales de riesgo, las expertas recomiendan acudir al centro de salud para hacerse análisis

En el momento en el que consideres que se han producido conductas sexuales de riesgo, se debe acudir al médico de familia y comunicar la intención de someterse a las pruebas analíticas que ayuden a descartar las infecciones.

La experta Molero indica que es suficiente con el hecho de pensar que se ha mantenido una relación sexual de riesgo para tener “no sólo el derecho sino la obligación de que se te hagan las pruebas”. Es más, recalca que si se sospecha de una infidelidad en una “pareja cerrada” también se debe acudir al médico para la realización de estas pruebas.

Una vez se acude a consulta por sospecha de cualquier tipo, los médicos deberán tener en cuenta ciertos datos de cada paciente, principalmente los relacionados con los hábitos sexuales y preferencias sexuales, unido a la edad, el sexo, la posibilidad de embarazo en curso. Esto es lo que permitirá al médico de Atención Primaria decidir qué prueba hacer en cada caso, como recuerdan en la Actualización de Medicina de Familia de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)

Además, no tener síntomas no significa que no se esté contagiando a otras personas, transmitiendo la infección al tener relaciones sexuales o contribuyendo a su propagación. Así lo recuerdan desde la Consejería de Sanidad de Castilla y León. “Es preciso el examen médico y, en ocasiones, un análisis de sangre u otras pruebas, para establecer el diagnóstico definitivo”, añaden.