Desde 2013 hasta agosto de 2022, últimos datos disponibles, 1.158 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, según los datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. Sin embargo, por primera vez desde que se tienen registros, durante dos años seguidos la cifra se ha situado por debajo de los 50 casos, cuando en 2020 y en 2021, 48 y 47 mujeres perdieron la vida respectivamente.
Eso sí, esta moderación de la tendencia de casos de víctimas, según explica Mónica Ramos, profesora de Antropología Social, experta en estudios y violencia de género de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), no es en ningún caso motivo de celebración porque “la violencia de género no ha desaparecido”. “En 2020 es posible que haya influido la pandemia [en la disminución de casos], pero también sabemos que las mujeres que conviven con sus maltratadores estuvieron encerradas con ellos todo el tiempo”.
“Habrá que ver cuáles son los factores que han incidido más en el año 2021 porque algunas veces se acumulan más [los asesinatos] en unos meses que en otros”. De hecho, los meses de verano son los que más llamadas se registran en el teléfono de atención a las víctimas de violencia de género, 016, coincidiendo con los momentos en los que la víctima y el agresor pasan más tiempo juntos.
La influencia de la pandemia también se analizó en una investigación publicada en la Revista Española de Medicina Legal en la que se señaló que “las circunstancias del confinamiento potencian los factores de riesgo de violencia de género” ya que “aumenta el aislamiento y las barreras que dificultan la solicitud de ayuda y la denuncia”, pero que después del confinamiento “el riesgo de letalidad aumenta debido a la percepción de pérdida de control que tiene el agresor”.
La violencia de género no se cuantifica solamente con el número de mujeres asesinadas, según explican las expertas
¿Quieren decir estos datos a la baja de asesinatos de mujeres que existe un descenso de la violencia de género en general? Según explica Ramos, el hecho de que la cifra haya disminuido no quiere decir que la violencia de género haya desaparecido porque “aunque ha bajado [el número de mujeres asesinadas], ha subido el número de hijos e hijas víctimas mortales”. El Ministerio de Igualdad también incidía en ello a comienzos de 2022: “De manera paralela al descenso de la cifra de mujeres asesinadas por violencia de género en 2021, se ha producido un aumento en la violencia vicaria”.
Este tipo de violencia, considerada también como violencia de género, se ha cobrado la vida de 46 menores de edad desde 2013 hasta abril de 2022. Se trata de aquella violencia ejercida por el agresor contra los hijos o hijas con el objetivo de hacer daño a la madre. Además, la Ley Orgánica de garantía integral de libertad sexual, ha ampliado este concepto e incluye desde comienzos de año en el recuento oficial también a otras personas, como la madre, la hermana o una amiga de la víctima.
De hecho, Fátima Arranz, doctora en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y experta en estudios de género también recalca que la violencia hacia las mujeres no se puede cifrar solamente con el número de asesinadas y que, por ejemplo, las mujeres en situación de prostitución o los delitos sexuales contra las mujeres también son víctimas de la violencia de género por lo que “habría que tener en cuenta esos datos para saber si esa ha disminuido”.
Récord en las llamadas al 016 en 2020 y 2021
Desde que también se tienen registros tanto 2020 como 2021 se han convertido en los años en los que más llamadas se han hecho al 016, el número de teléfono de atención a las mujeres víctimas de violencia de género. Es más, 2021 cerró con 87.307 llamadas, un 10,23% más que en 2020, coincidiendo con la emisión del documental de Rocío Carrasco, en el que la celebrity relató que habría sido presuntamente víctima de violencia de género por parte de su exmarido. Tras su emisión se produjo la mayor subida intermensual de llamadas al 016 de la historia.
Este incremento de llamadas, analiza la psicóloga Marisol Rojas, es uno de los motivos que también podría favorecer la caída del número de asesinatos por violencia de género. Según explica, las políticas que buscan la concienciación provocan que las mujeres que estén sufriendo violencia de género la identifiquen lo antes posible y pidan ayuda a los recursos y servicios disponibles. “La violencia de género ha pasado de ser un problema de pareja a ser un problema social que requiere prevención e intervención”, expresa la psicóloga.
En 2022 se incluyen por primera vez los feminicidios fuera del ámbito de la pareja y/o expareja
Desde enero hasta junio de 2022, 19 mujeres fueron asesinadas por hombres con los que no mantenían una relación de pareja: la mitad, el 58%, se han cometido en el ámbito familiar, siendo el presunto agresor en 6 casos el hijo y en 3 casos, el nieto. El resto de asesinatos fueron producidos por compañeros de piso, vecinos o desconocidos.
Hasta 2021 sólo se incluía en los recuentos oficiales de los asesinatos de mujeres por sus parejas o exparejas, los menores asesinados y los que quedan huérfanos, pero desde 2022 el Ministerio de Igualdad ha añadido a la estadística oficial las cifras de mujeres asesinadas en otros ámbitos fuera de la pareja o expareja hasta el momento no contabilizados como el sexual, el social y el familiar. Y ha ampliado el concepto de violencia vicaria incluyendo a otras personas, como la madre, la hermana o una amiga de la víctima.