- Desde 2017 los problemas de salud mental entre jóvenes han empeorado, triplicando en 2023 el número de quienes los experimentan con frecuencia.
- Casi la mitad ha tenido ideas suicidas al menos una vez en el último año, y uno de cada cuatro las tiene con frecuencia.
- La ausencia de programas específicos para jóvenes, las listas de espera, y la falta de profesionales especializados son barreras que impiden un tratamiento adecuado de esta problemática.
- El estudio subraya la importancia de reforzar los recursos de salud mental y de garantizar un acceso equitativo y temprano para toda la juventud.
La salud mental de la juventud en España se enfrenta a un reto cada vez más visible. Con el aumento de las demandas de apoyo a problemas emocionales y el acceso limitado a estos servicios, el bienestar emocional de la juventud se ha convertido en una preocupación prioritaria. Este bienestar, que incluye la capacidad de gestionar el estrés y mantener una vida plena y satisfactoria, se ha visto comprometido en los últimos años.
En 2023, casi seis de cada diez jóvenes reportaron haber experimentado malestar psicológico en algún momento del año, y el número de quienes lo han sufrido con frecuencia (17,4%) se ha triplicado desde 2017 (6,2%). Además, casi la mitad de jóvenes (48,9%) declara haber tenido ideaciones suicidas en algún momento de 2023.
En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, Fad Juventud da a conocer las cifras del estudio “Salud mental y desigualdad de Jóvenes en España”, que ofrece una panorámica sobre la evolución de la salud mental de la juventud española, teniendo en cuenta el impacto de la pandemia, las condiciones socioeconómicas y los perfiles sociodemográficos de los y las jóvenes.
Para su realización, se ha utilizado una metodología mixta que combina el análisis de datos cuantitativos (incluyendo principalmente datos de los Barómetros Juventud, Salud y Bienestar de Fad Juventud, junto con otras investigaciones propias de Fad y datos estadísticos oficiales) y cualitativos (a partir de entrevistas a personas expertas, grupos focales y triangulares).
Gráfico 1. Problemas de salud mental experimentados (en los últimos 12 meses) entre jóvenes de 15 a 29 años. Evolución 2017-2023 (%).
Sigue existiendo la brecha de género en la autopercepción de la salud mental. Las cifras se mantienen con respecto al año pasado: solo 3 de cada 10 chicas declaran que nunca han experimentado problemas de salud mental frente a 4 de cada 10 chicos.
Los síntomas y malestares vinculados con la salud mental más experimentados son el cansancio (46,2%), los problemas de concentración (44,9%), tristeza (44,2%), miedo al futuro (42,7%), desinterés por hacer cosas (40,7%) y problemas para dormir (39,2%).
Además, más de la mitad (52,1%) han sufrido más de cinco síntomas, como el cansancio, la falta de concentración, la tristeza, el miedo ante el futuro, el desinterés, los problemas para dormir, la sensación de ansiedad o los pensamientos reiterativos, mientras que el porcentaje para quienes no sufren carencias es del 34,2%. A su vez, un 27,8% destaca haber necesitado calmarse con alcohol o pastillas, frente a únicamente el 12,1% de jóvenes sin carencias materiales.
Para Beatriz Martín Padura, la directora general de Fad Juventud: “Es fundamental reducir las barreras económicas para que ningún joven se quede sin atención ante problemas de malestar emocional. La precariedad y la desigualdad están afectando directamente al bienestar emocional de la juventud española. No se trata de abordarlo como un problema individual, sino como un desafío social que requiere de un compromiso colectivo.”
LA ATENCIÓN A LA SALUD MENTAL
De las personas que declaran haber sufrido problemas psicológicos, psiquiátricos o de salud mental en los últimos doce meses, un 62,3% recurrió a ayuda profesional para tratarlo, frente a un 37,5% que no buscó ayuda.
Figura 2. Ayuda profesional recibida por motivos de salud mental entre JÓVENES de 15 a 29 años que experimentan problemas de salud mental en los últimos 12 meses. Evolución 2017-2023 (%).
A pesar de ello, y atendiendo a datos del Barómetro Sanitario 2023 (O1 y O2) del Centro de Investigaciones Sociológicas, solo el 17,4% de jóvenes son atendidos por especialistas en menos de un mes, mientras que el 34,5% espera más de tres meses para recibir la atención que necesita. Estos tiempos de espera prolongados, junto con la saturación de los servicios, dificultan el acceso oportuno y adecuado a la atención que muchos jóvenes requieren.
Como viene pasando en los dos últimos años, el motivo principal por el que no se busca ayuda profesional ante problemas de salud mental, es el coste económico (37,8%). A este le siguen la sensación de no necesitarla (28,3%) y la percepción de que no es un problema tan grave (27,3%).
Aproximadamente la mitad (45,7%) de las personas jóvenes señalan haber sido diagnosticadas con algún trastorno psicológico, psiquiátrico o de salud mental por un profesional (médico de cabecera, psicólogo/a, psiquiatra, etc.) a lo largo de su vida, un porcentaje casi 10 p.p. superior al que encontrábamos en 2021 (36,2%). De entre los problemas detectados, destacan especialmente aquellos relacionados con la depresión (17,7%) y la ansiedad (15,9%).
RECOMENDACIONES
Para hacer frente a esta problemática, el informe sugiere varias medidas.
En primer lugar, resulta crucial abordar los factores socioeconómicos que agravan los problemas psicológicos de la juventud. Para ello, se subraya la necesidad de políticas que promuevan la igualdad de oportunidades, especialmente en materia de empleo y acceso a recursos básicos.
La generación y mejora de recursos asistenciales a la salud mental también es fundamental. La creación de recursos específicos (como hospitales de día, servicios ambulatorios y programas de hospitalización juvenil) es una prioridad en cinco comunidades autónomas.
Se enfatiza también la necesidad de aumentar la ratio de psicólogos/as especializados en el sistema público, alineándose con las recomendaciones internacionales que proponen un mínimo de cinco psicólogos/as clínicos por cada 100.000 habitantes.
Finalmente, resulta esencial reducir el estigma asociado a los problemas de salud mental, y concebir el bienestar emocional como una parte integral de la salud en general. Se recalca la importancia de educar sobre salud mental desde una perspectiva preventiva, promoviendo una cultura de autocuidado y apoyo colectivo que permita a los y las jóvenes acudir tanto a sus redes de apoyo social como a profesionales sin que esto sea visto como un signo de debilidad.
El estudio “Salud mental y desigualdad de Jóvenes en España”, realizado por Fad Juventud, ha contado con la colaboración de Oxfam Intermón y el Consejo de la Juventud de España.