Cinco son las películas que optan al Premio al Cine y la Educación en Valores que se entregará el 11 de enero en la XXI edición de los Premios José María Forqué. Atrapa la bandera, El club de los incomprendidos, Techo y comida, Requisitos para ser una persona normal y A cambio de nada, son los títulos que optan a este galardón que otorga la FAD, con la colaboración de EGEDA. La selección de los finalistas se realiza por su capacidad de servir como recurso educativo para trabajar valores en niños y adolescentes; se ofrecerá a los largometrajes finalistas la posibilidad de ser incluidos en el programa de Cine y Educación en Valores 2.0 que la FAD coordina con la colaboración del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, EGEDA y diversos Ayuntamientos.
El premio es una de las principales novedades de esta edición y entre las películas nominadas se encuentran alguno de los títulos españoles más relevantes del último año, como Atrapa la Bandera que se ha convertido en la película española más vista de 2015 sólo por detrás del fenómeno de Ocho apellidos catalanes. El segundo largometraje de Enrique Gato, tras el rotundo éxito de Las aventuras de Tadeo Jones, cuenta ya con distribución en más de 25 países y nos narra la historia de Mike, un joven de 12 años que en compañía de sus amigos emprenderá un viaje espacial para salvar el futuro de la Tierra, así como el de su propia familia.
El debut cinematográfico de Carlos Sedes, El club de los incomprendidos, es otra de las finalistas. Cuenta con un reparto repleto de promesas de nuestro cine como Charlotte Vega, Patrick Criado, Ivana Baquero o Álex Maruny, acompañados de actores de gran peso internacional como Aitana Sánchez Gijón. La película, adaptación de un fenómeno literario juvenil, ha sido acogida con entusiasmo por el público más joven, que la ha distinguido con diversos premios; la trama ahonda en las relaciones de amistad y amor entre un grupo de amigos que vive experiencias que darán un giro a sus vidas.
La tercera candidata es Requisitos para ser una persona normal, la ópera prima de la también actriz Leticia Dolera. La obra que obtuvo tres premios en el pasado Festival de Málaga, muestra al espectador la realidad de una chica de 30 años fuera de los cánones que la sociedad considera “normales”.
El crudo día a día de una madre soltera sin trabajo y con la soga del alquiler de su piso que se aprieta día a día, es la base de otro de los títulos finalistas; Techo y comida supone el debut en la dirección de Juan Miguel del Castillo con una obra que le ha valido múltiples reconocimientos y donde Natalia de Molina da vida a su protagonista. La actriz jienense está además nominada en esta edición de los Premios Forqué a la mejor interpretación femenina por este papel.
Otra de las películas españolas del año es la última candidata: A cambio de nada. La película de Daniel Guzmán fue la gran triunfadora del Festival de Málaga y continúa acumulando reconocimientos; un trabajo que se adentra en la vida de Darío, un adolescente en busca de su propio destino bajo el reflejo de la crisis que vive la sociedad de nuestros días. Una historia de superación desde una estructura familiar y económica inestable. El segundo trabajo tras las cámaras de este actor y director madrileño aspira también a alzarse con el premio a la mejor película de ficción española durante la gala que se celebrará el próximo 11 de enero.
El Premio al Cine y la Educación en Valores surge como parte natural del desarrollo que la FAD ha llevado a cabo desde 1995, año en el que empezó a usar el cine como herramienta educativa dada su utilidad a nivel preventivo. Este uso ha permitido generar diversos programas educativos y actividades destinados a diversos perfiles de población. La creación del programa Cine y Educación en Valores 2.0, que está destinado a profesorado y alumnado de Educación Primaria y Secundaria Obligatoria, parte de tres objetivos básicos: la participación en el proceso educativo fomentando la reflexión, el aprovechamiento y análisis de la temática de las películas para poder reducir la aparición de conductas de riesgo y fomentar el gusto por el cine como fuente de enriquecimiento cultural.