(Madrid, 28 de noviembre de 2013).- “Las TIC casi parecen personas lo tienen casi todo se comunican con nosotros, entienden nuestras necesidades, nos producen placer incluso tienen memoria, sin embargo, carecen de límites y a fecha de hoy carecen de la ética del otro”, así se ha expresado el doctor en Psicología y profesor de la Universidad de Deusto, Félix Loizaga, durante la segunda jornada del Congreso “Comunicación familiar en un entorno digital”. “La dimensión de riesgo en las TIC. Aumentando la resiliencia a través de los vínculos seguros” ha sido el título de su conferencia.
Loizaga ha señalado cómo las TIC, además de los fuertes beneficios al bienestar y la evolución humana, también generan efectos poco deseables sobre las personas, especialmente en sus etapas más vulnerables: infancia, adolescencia o juventud. “Toda esta vulnerabilidad tiene que ver con la madurez y la capacidad que las personas tienen para discriminar entre realidad, placer, límites, afectos o libertad; y con la capacidad de resiliencia que han recibido sus familias y educadores”, ha comentado.
En ese sentido, ha destacado la necesidad de mantenernos alerta ante ciertos patrones de conducta que puedan desencadenar conductas de riesgo. Para ello, Loizaga propone a las familias una posición reflexiva, comunicativa y ejecutiva con los menores: “La función reflexiva implica que las familias ayuden a pensar a sus menores, al tiempo que son capaces de poder conversar sobre las reflexiones realizadas con el fin de llegar a acuerdos o incluso de limitar el comportamiento del menor”.
El experto ha sostenido, en referencia al uso de las TIC, que “los padres que más aportan a sus menores son aquellos que son capaces de ofrecerles recursos para la vida”. Para lo cual, según ha indicado, deben integrar en el cuidado y en la educación de sus hijos siete criterios fundamentales: el cariño, los límites, la comunicación, el respeto, la capacidad de juego y el buen humor, el dar ejemplo y el saber transmitir lo importantes que son los menores para ellos. En definitiva, “cuando el adulto usa internet correctamente y aprovecha sus funciones para su ocio o trabajo, y luego comparte sanamente estas vivencias con sus hijos, está aportando resiliencia”, ha concluido.
Por su parte, la profesora de Ciencias Políticas y Sociología de la UNED, Elisa Chuliá, ha abordado en su intervención las relaciones intergeneracionales entre los españoles. Así, centrándose en las perspectiva de futuro, la socióloga ha afirmado que “las relaciones intergeneracionales en el seno de las familias se han ido adaptando a cambios estructurales y coyunturales” pero que “todavía no conocemos bien cómo afectan las rupturas conyugales, la creación de segundas familias o el debilitamiento del matrimonio a la cantidad y la calidad de las relaciones intergeneracionales”.
Para Chuliá, “el envejecimiento de la población va a propiciar un sesgo creciente de los Estados del Bienestar hacia los mayores, aumentando los recursos transferidos de la generación empleada a la generación retirada”. “Un Estado del Bienestar orientado fundamentalmente hacia las generaciones de mayores y ancianos supondría una desprotección relativa de las generaciones de jóvenes y adultos, que podría comprometer la realización de sus proyectos personales y familiares”, ha afirmado. De hecho, “en algunos países europeos se teme que ese desequilibrio en la protección pública de las generaciones, y la perspectiva de su acentuación en las próximas décadas, genere tensiones intergeneracionales y debilite la cohesión social”.
El profesor de Sociología de la UNED, Manuel Herrera, ha sido el encargado de moderar el segundo Foro Social del Congreso donde varios abuelos han debatido sobre TIC, familias y educación, durante el cual ha recordado que el envejecimiento de la población es un hecho en toda Europa. Aunque “no todas las personas mayores son ancianos o dependientes”, sin embargo, este colectivo ha pasado a formar parte de un grupo que “no es considerado activo por la sociedad”. Las nuevas tecnologías, en este sentido, “facilitan la actividad y el bienestar psicológico, fomentan la creatividad y favorecen la adaptación a las nuevas condiciones de vida”.
Los abuelos y abuelas que han participado en este foro han sido Javier Torralba, Mª Concepción Cano, Maruja López y Ana Melgar. Todos ellos conocen, a diferentes niveles, el tema de las TIC. Desde Javier, que enseña nuevas tecnologías a otros mayores de su generación, hasta Mª Concepción, que mantiene “una relación de amor-odio” con el ordenador.
Según Mª Concepción, aunque los hijos y nietos estén por delante en el ámbito tecnológico, hay temas “en los que yo les puedo contestar y estar a la altura”. En relación a la educación de los nietos, ha opinado que “hay que seguir las directrices de los padres”. Por su parte, Ana ha destacado la importancia de seguir formándose para poder “ser activa”.
Maruja también ha añadido que “yo no quiero ser una abuela de mesa camilla, quiero ser una abuela moderna”. Maruja ha confesado que le costó aprender pero, al final, “me van a faltar años para conocer todas las cosas que usa la gente joven, y me da envidia”. Por último, Javier ha subrayado la dificultad de muchas personas mayores “de cambiar la mentalidad analógica por la digital”. Desde su punto de vista, el acceso a la tecnología “es más complicado en el ámbito rural y si eres mayor. También influye el nivel educativo y económico”, ha afirmado.
Mañana viernes será el turno de los jóvenes. A las 9.30h. se expondrán en plenario varias ponencias sobre “El impacto de las TIC en las relaciones juveniles” para continuar con el tercer Foro Social del Congreso donde varios jóvenes del grupo “Mójate y Salpica” –grupo de voluntariado y reflexión juvenil ligado a la FAD- debatirán acerca de este tema. El Congreso concluirá a las 13.00h. con la conferencia de clausura que lleva por título “Jóvenes, Internet y Política. ¿Otra forma de hacer política?, o más bien, ¿otra política?” que será ofrecida por el Catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joan Subirats.
El Congreso “Comunicación familiar en un entorno digital” organizado por la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad se celebra los días 27, 28 y 29 de noviembre en el Espacio Fundación Telefónica (Fuencarral, 3. Madrid). Aspira a ser un foro de encuentro y debate para la reflexión conjunta entre profesionales y ciudadanos acerca de cómo está influyendo el uso de las TIC en el contexto de las relaciones familiares. Además de la FAD y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el Congreso cuenta con la colaboración de Iberia y Renfe.