La construcción de su propia identidad
Ser adolescente hoy no es fácil. Y ser padre o madre de adolescente, sin duda, tampoco lo es. Son edades difíciles donde las familias tenemos que asumir una gran responsabilidad pero también es una etapa llena de descubrimiento porque ellos y ellas van construyendo su propia identidad.
¿Cómo podemos apoyarles desde nuestra posición de padres y madres? ¿Qué importancia tiene para ellos y ellas su grupo de iguales, cómo se relacionan y cuáles son sus necesidades principales? Muchos y muchas adolescentes coinciden en señalar que la adolescencia “es una etapa en que queremos verlo todo ya y descubrirlo, porque nos damos cuenta de muchas cosas que antes no veías” o que un adolescente es “una persona que está descubriendo la vida y tiene bastante interés para vivirla sin pensar en los peligros que hay y a la más mínima contradicción se rebela”.
Pero también tienen incertidumbres y miedo a los cambios: “Tenemos que decidir nuestra vida en una edad muy complicada” y, en ocasiones, también señalan un sentimiento de indecisión: “Un chico que está cambiando diariamente y que está un poco perdido siempre descubriendo cosas nuevas”.
Y les invaden sensaciones de soledad: “Actualmente, creo que un adolescente es un/a chico/a que necesita en esta edad descubrir cosas nuevas y tener a su lado a los amigos. Y, a veces, necesita estar solo” o de incomprensión: “Somos personas que estamos descubriendo la vida; por esto es normal que nos desbordemos, parece un tópico aquello de que nos sentimos incomprendidos, pero es que realmente es así”.
Rebelarse, estar con amigos, estar solos, decidir, experimentar, sentirse incomprendidos y, sobre todo, DESCUBRIR. Son sentimientos comunes en este periodo. Sus necesidades cambian y, por tanto, padres y madres también tenemos que adecuarnos a esos cambios que se producen en ellos. Entre las necesidades más fundamentales a las que debemos prestar atención y contribuir a cubrir lo mejor posible, podríamos señalar: